Llega la noche, cierras los ojos y sueñas. Rutina nocturna que nos invade cada vez que la luz se pierde y dejamos que nuestra mente nade por los pensamientos, por los olores que evocan recuerdos, por sensaciones que revivimos, incluso por el sabor que volvemos a paladear. Pero, ¿y para otros? ¿Cómo pueden ser sus sueños? Quizás nunca llegues a descubrirlos, pero si te lo cuentan de la manera que lo han hecho Pablo Retamero y Juanjo Bernal, sabrás cómo Cloe sueña flamenco y será muy sencillo vivir con ellos su particular ‘Jardín de los sueños’.

Con aves del paraíso, faroles de madera decapada y esferas de luz erguidas al aire, gracias a enredaderas doradas sobre las que se posan mariposas de nácar, se recibía en el Salón Real del Alfonso XIII a los invitados. Todo un exorno para evocar al vergel de volantes que cobró vida onírica esa tarde-noche, sustentándose en cada una de esas ensoñaciones no inalcanzables y sí placenteras de los diseñadores. Y todas sólo para un puñado de afortunados allí presentes, partícipes de cada uno de sus sueños, de ésos que se han sucedido uno tras otro y a los que se les ha dado forma con flores, volantes y carruchas.

Traje de flamenca con carruchas y flores bordadas al talle de Cloe

No teníamos una noche entera para poder disfrutar de cada volanteo imaginado estos meses atrás tras esos dos pares de párpados cerrados. Pero sí de poco más de 20 minutos, lo que viene a ser un desfile habitual, para empaparnos de ellos. Vaya, que éramos conscientes que ni pestañear podíamos, pues el tiempo ante nuestros ojos, de cada traje de flamenca, sería breve. Tarea difícil lo de no cerrarlos un segundo para quien usa lentillas. Y no digamos de lo de no quedarnos dormidos en un ‘Jardín de los sueños’, pues para ver sus sueños, valga la redundancia, se tornaba imprescindible que tuviéramos bien activas nuestras retinas, ya que no son los nuestros, que ya los conocemos, sino los suyos, los de ellos.

Traje de flamenca estampado de flores de Cloe

De hecho, todo el que tomó su silla roja venía preparado para no perder detalle pues, no todos los días, una firma comparte contigo aquello que sueña al acabar el día y que pide salir en forma de lunares, flores y volantes. Así que tras acomodarnos todos, el batiburrillo de voces se fue calmando hasta hacerse el silencio. Todo estaba a punto de comenzar. Bajaron las luces y comenzaron a escucharse las primeras notas musicales, que dieron paso a que la estancia de artesonados de madera se iluminara de nuevo, paulatinamente, para que pudiera verse bien cómo la primera de las flores flamencas desplegaba sus pétalos. Su momento, el de ella y el del resto del ramillete, ya había llegado. No había vuelta atrás, era el instante de abrir las puertas del ‘Jardín de los Sueños’ y dejarnos pasar para caminar entre los diferentes rincones en flor de la mano de Pablo y Juanjo. A los que seguimos durante todo el desfile para conocer su forma de soñar flamencas y desvelar, con ellos, sus enigmas de volantes de vida fugaz y dulce.

Traje de flamenca color nazareno con sobre vestido de encaje negro de Cloe

Abundaron las flores, los escotes clásicos y no tanto, como los cuellos barco, propios de la flamenca actual y que tanto estilizan la figura. A los que se suman los palabra de honor, que este año se están viendo un poco más. Por supuesto también lunares, pero pequeñitos y más que nada para que las flores no se sientan solas. Flecos sí, pero no asidos a mantoncillos o mantones, sino más bien prendidos de hombros y brazos, como si quisieran simular el rocío de la mañana que recorre pétalos y tallos y se deja caer. Y el largo del talle bajo, muy bajo, porque sus flamencas son femeninas y coquetas, de porte regio, del que te encorseta en encaje o en un tono limón suave de flores blancas y abiertas.

Traje de flamenca amarillo de flores blancas y talle bajo de Pablo Retamero y Juanjo Bernal

Si sus sueños flamencos llevan mangas, igual que te pierdes entre los volantes que sesean en las muñecas, te encuentras entre sus vuelos. Y si son sin mangas, la tiranta ancha de cuello barco se ensancha un poquito más por el hombro, para restarle tosquedad, tapando una chispita más, y rematando ese porte elegante inherente en sus trajes de flamenca. Todo acabado en dos volantes que elevan enaguas de un tipo tul con cuerpo muy similar al organdí, para así diferir de este tipo de estilismos flamencos que suelen acabar siendo canasteros.

Traje de flamenca sin mangas de estampado floras y dos volantes de Cloe

El romanticismo seseante de sus talles termina muy cerquita de las rodillas, dibujando caderas. No encontrarás, al menos en ésta, su nueva colección, ninguno con un vuelo de nacimiento cercano a la cintura. Por lo que esa multitud diminuta de volantes en la falda que tanto estamos viendo en pasarela, no se prodigan precisamente entre los diseños de Cloe para el 2017. Pablo Retamero y Juanjo Bernal te los colocan en un solo volante grande, en esas sirenas flamencas que decoran su vuelo con pequeños volantitos rizados hasta besar el albero.

Traje de flamenca con vuelo de capa cuajado de volantitos al hilo de Cloe

A veces, esos vuelos fruncidos que idean se quedan salpicones porque les gusta que dejen entrever las enaguas rematadas por carruchas. Y en otras porque les resulta útil para formar parte del estilismo flamenco. Por tanto, no sólo hacen uso de su función principal, la de aupar textiles fruncidos al aire, le añaden otros.

Traje de flamenca de flores y lunares con esquinas de Pablo Retarmero y Juanjo Bernal

A lo largo de ésta y otras colecciones, su gusto por la estampación floral resulta más que evidente. Por lo que te topas con pétalos y hojas en casi cualquiera de sus trajes de flamenca y en la versión que imagines, ya sea estampada, brocada o bordada. En esta colección, además, han hecho uso de piezas recortadas de flores bordadas, parecidas al guipur, que colocan a su antojo en tejidos lisos, recorriendo el talle desde los hombros hasta el vuelo o abrazándose a la cintura. Si lo tuyo son las flores para vestir flamenca, anota su dirección en Sevilla: calle Blanca de los Ríos, número 4, y su teléfono: 955 31 87 93.

Traje de flamenca en tono maquillaje escote asimétrico o casi palabra de honor decorado con volantes de la firma de moda flamenca Cloe

Esas mismas flores en ocasiones se hilan en encajes negros que van cubriendo vestidos de volantes que se ajustan, dulcemente, a la silueta. En otras se decantan por el evasé, que no godets, para entallar y marcar hasta las caderas, abriéndose el patronaje a partir de ahí para jugar con el tejido, seda o koshibo, en degradé que remata escote y vuelo con un estampado lineal de flores, su dibujo textil favorito, cambiando la intensidad tonal de un lado a otro, como si fuera un espejo, siendo más clara en la cintura. Toda una habilidad aparentemente sencilla, pero tremendamente complicada para que la transición gradual de tono no pierda armonía y delicadeza. A veces lo combinan con flecos recreándose de igual manera, con transición de color, otras simplemente volantean unos hombros al descubierto de los que te esculpen flamenca en tono elegante.

Vestido de flamenca en degrade con flores al vuelo y al escote de Cloe

Y todo acompañado de la sencillez y clasicismo de un peinado sobrio. Un simple recogido de moño bajo y raya en medio, para que el pelo quede bien tirante hacia atrás, despejando la carita de cada flor flamenca, a la que no faltan ni vuelos ni complementos. Así de simple, no hay más. Sólo pretenden que se pueda contemplar al traje de flamenca y sus accesorios, firmados algunos por Antonio Moro, sin ningún tipo de distracción.

Cloe sueña flamenco con vestidos como éste en degrade y flores

Pero los minutos pasaron y hubo que despertar de este corto y edulcorado letargo. Sus sueños en el jardín de los sueños dejaron de serlo, materializados en una colección de las que permanecen en el recuerdo por muchos trajes de flamenca que puedas ver después, ya sea en esta temporada o en venideras, pues no todos los años puede presentarse una colección como ésta. ¿O sí? ¡¡¡Hummm, ganas ya de ver la próxima colección!!!

Vestido de flamenca en seda morada con volantes al hilo de Cloe

De lo que no hay duda que sus flores flamencas sin abrir llegaron hasta el Alfonso XIII conservando toda su esencia y romanticismo coqueto, característica de todo lo nuevo por descubrir, y que hizo que alimentara aún más el encanto que se podía tocar con las manos esa tarde en el Salón Real del hotel. Fueron unas flores etéreas, de las que disfrutamos brevemente pero con intensidad, ésas que han necesitado tiempo para madurar antes de llegar aquí, justo las que han sido fruto de la creatividad de Pablo Retamero y Juanjo Bernal porque ellos, porque Cloe, sueña flamenco. Y les dan unas pinceladas y les quitan otras, con la única intención de perseguir el anhelado estado previo al florecimiento, el perfecto, ése en el que la sorpresa permanece dentro y nos conformamos con mirar como por fuera sus pétalos, que se esfuerzan por encogerse mientras esperan para estirarse en We Love Flamenco, pasarela donde se dejaron mirar no sin la timidez propia de la inocencia cándida y la belleza romántica.

Pablo Retamero y Juanjo Bernal, diseñadores de la firma de moda flamenca Cloe, tras el carrusel de su colección 'Jardín de los sueños', presentada en We Love Flamenco 2017

¡¡¡Gracias, gracias, gracias, por un desfile plagado de sensaciones flamencas!!

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