Tras el buen sabor de boca que nos dejó ‘Saint Loup’, su colección de este pasado invierno, Alegna estampa de flores el verano con ‘El pequeño jardín’ que nos trae para vestirnos. Así, haciendo honor al relax que acompañan estos meses de estío, José Peinado, esta vez, no ha tirado de Historia para inspirar y recrear su colección, sino que se ha dejado llevar por esos momentos en los que miras por la ventana de cualquier casita campestre y te recreas con el paisaje. Es como si hubiera querido captar esos instantes en cada uno de los estilismos que pudimos conocer de su nueva colección.
Son las flores quienes han guiado sus bocetos y son sólo ellas las responsables de una colección romántica y dulce, donde diferentes ramilletes y en diversos tonos, se van combinando para irse hilando uno tras otro hasta formar la colección compacta que hemos podido conocer.
Otra vez sólo 11 propuestas para toda una temporada, que , aunque puedan parecer pocas, con más que suficientes para para conocer un poco más de la firma e ir enfocando el estilo de la misma.
Fiel a sus largos y a ciertas siluetas, introduce otras tímidamente en un par de vestidos. Así, experimenta con nuevos patronajes en los vuelos de la falda, como es este fruncido en la parte de delante que marca y acentúa la redondez de caderas y que se suele ser habitual encontrarlos en el talle pronunciando escotes uve.
En el segundo vestido lo coloca en horizontal, de manera que lo alza un poco por delante y crea un doble largo de una manera distinta a lo que acostumbramos a ver.
Para sus vestidos hasta las rodillas nos tompamos con cuatro estilismos: hippie chic, boho, asimétrico y kimono. El asimétrico juega bien con los largos de manga, francesa en una y ausencia en la otra, añadiendo una lazada al tono en el hombro que completa la cuña en blanco del talle del vestido, en sintonía de colores del estampado XXL que aparece a partir de la cintura. ¿Qué tal una cita en la Ópera para lucirlo?
Su vestido kimono también se complica con las asimetrías y superposiciones, eso sí, cosido allí donde debe para no perder forma al andar y atado a la cintura con una lazada que se asemeja a un fajín estrecho.
Como hippie chic puede tildarse este vestido largo de nesgas en el vuelo, en azul índigo, que se acompasan con las florecillas del estampado de seda y con la capa cortita que iguala en color y que cubre hasta el codo.
Mi favorito es este vestido de azul cielo con rosas y otras tantas flores que le aportan frescura y que recuerdan a esos vestidos etéreos propios del estilo boho, pues posee ese aire hippie de inspiración vintage y esa dulzura bohemia que desprende esta forma de vestir. Las mangas son cortas, dobles y de capa y el corte recto, el que no entalla pero marca como debe hacerlo. ¡¡Simplemente bello!!
En este mismo estampado ha creado el pin up clásico, donde el vuelo de capa se multiplica y tapa hasta las rodillas, frunciéndose en diminutas tablas para remarcar la cintura de avispa y busto propias de estos vestidos que favorecen las siluetas reloj de arena, añadiendo el toque del lacito al escote, tendencia de esta temporada.
Y un tercero con el mismo estampado y conjuntado con fucsia, aunque versión pantalón. El tono buganvilla es una constante en esta colección, prácticamente ha estado en todos los diseños de este jardín de prendas. Tanto cuerpo como palazzos lenceros con lazada en la cintura son de los imprescindibles de armario, no sólo por su atemporalidad, que la tiene, sino por la variedad de ocasiones en las que poder usarse, es decir, su versatilidad. ¿Quién se resiste a reservarlo? Hay que darle vida y uso prolongado a este look, tanto como se deje, con la ayuda de calzado alto o bajo, según requiera la ocasión, pues combinan con el estilo de pantalón las dos medidas perfectamente. En cuanto a complementos es cuestión del grado de empaque que quieras darle, sofisticado con clutch y más informal con bandolera de cadena.
El lila es otro de los tonos base de esta colección. Lo ha combinado en un tejido de caída dulce, de los que se prestan para blusas de mangas abullonadas hasta las muñecas, también llamadas mangas corsario,y con cuello a lo Balenciaga que se remata en sesentero con lacito en relieve. Se acompaña con falda de capa de largo comedido en un tejido con cuerpo que se colorea con flores grandes sobre blanco.
También usa este decolor del morado para falda entallada de tapeta, pero de las que van cosidas y no se abren hacia los lados al andar, con cintura ancha y el detalle tendencia de la temporada, dejando caer los extremos del atado sobre la falda. El top sin mangas se estampa con las mismas flores del modelo anterior y se recorta en escote barco redondeado, embelleciendo el dos piezas con elegancia.
En conjunto, la nueva colección de Alegna mejora a la anterior en el sentido que se atreve mucho más con las tendencias y las integra en su personal manera de ver la moda. Además, ha experimentado con estilos desenfadados como el boho y el hippie chic, y los ha integrado con otros como el pin up o lady like en una misma colección, consiguiendo homogeneidad a pesar de la disparidad de los mismos. De esta manera consigue vestir a una misma mujer en diferentes ocasiones o a diferentes mujeres en multitud de eventos diferentes, según se mire, dejando, una vez más, abiertas las puertas sobre cómo podrán ser los siguientes diseños que imagine. Eso sí, siempre con la oportuna dosis de sorpresa que se reserva en cada nueva entrega de creaciones y que ya tengo ganas de ver en su próxima colección.