Con permiso de otros diseñadores como Cañavate, Carmen Acedo y Rocío Martín, ésta última de tierras gaditanas, Ángeles Verano fue el plato fuerte del día en Pasarela Jerez Flamenca 2015. Arrancando con la fuerza de la copla cantada en verso por Sara de la Cruz y Sandra Cabrera vestidas por ella, por la señora de la costura flamenca con mayúsculas, presentó en Jerez su colección ‘Pensando en ti’ ampliada con nuevos diseños flamencos y que se pasearon entre barriles de olorosos, tintos y blancos en una de las bodegas con más solera de la provincia de Cádiz, llamada La Constancia de González Byass datada en el siglo XII, cuyo artesonado de madera aún se sorprende de ver cómo los volantes abanican los aromas de barriles apostados a los lados de la estancia, esos que contemplan un año más durante 4 días, moda flamenca que se impregna de sus aires y olores para enriquecerse.
Era el día Tío Pepe, uno de los caldos más conocidos de las bodegas González Byass, en concreto el sábado 14 de Febrero, día de los enamorados para más señas y, como siempre, Ángeles Verano cerraba la mañana, como a ella le gusta. De nuevo Angeles Verano en Pasarela Flamenca Jerez 2015.

El backstage siempre es interesante por mil y una razones, pero en esta ocasión no podía ser más pintoresco y singular. Junto a los barriles bautizados como Caballero, Romano o Sava, por nombrar algunos, se situaban burros cuajados de volantes, quizás por aquello de ir tomando cuerpo y aroma antes de desfilar en la pasarela jerezana aunque tampoco les hacía falta estar pegados, pues flotaba en el aire el aroma singular del sitio. De hecho, doy fe de la coincidencia temporal exacta y existente entre el pisar suelo bodeguero y la primera inspiración cargada de olores vinícolas, por lo que el olfato ya advertía de las diferencias con otras pasarelas flamencas.
En el ratito previo al desfile, donde los nervios aún no están al cien por cien presentes, Ángeles me permitió curiosear la colección ampliada que había preparado para el desfile en Jerez. Nuevos volantes con otras maneras de acompañar a cada vestido y otros tonos no tan dulces, llenos de viveza, para vestir a la mujer flamenca, esa que ve con sus ojos Ángeles Verano.
Los trajes ya conocidos y vistos en el desfile de We Love Flamenco 2015 se alternaban con los nuevos integrantes de ‘Pensando en ti’. Como el que llevaba Noelia Margotón, no pudiendo evitar recordar a Patri Lopez, quien ya moviera esta bata de cola en el Salón Real del Alfonso XIII y que no me canso de ver una y otra vez. La eché de menos en Jerez. A veces los trajes parecen estar hechos sólo por y para alguien en concreto o, quizás, sean mis ojos los culpables de verlo así.
Los nuevos trajes toman un color clásico para la noche y otros tantos para el día no tan clásicos, pero indiscutiblemente vivos y radiantes, de esos que hacen que gires la cabeza sorprendida por tonos y diseño, abundando, con medida, los dos piezas que no se dejan ver mucho por los bocetos de Ángeles Verano.
A veces en el vuelo ni son dos ni son tres, parece como si uno sólo diera vueltas sobre el talle para subir hasta el sitio exacto del comienzo de los volantes. Así es una de las novedades, con volantes distraídos y lunares saltones, eso sí pocos pues tampoco se necesitan muchos para adjudicarles el sello flamenco.
Éste es de los trajes que lució Norma Duval en la edición Especial Flamenca de la revista Sevilla Magazine en su número de marzo, si mal no recuerdo, este año 2015. De escote uve, generoso, propio de los trajes cóctel, de estampado rosa igualando mantoncillo y contrastando con volantes en negro, eso sí, rematados en tono fresa.
A éste le sucedieron otros tantos que ya conocemos en tonos blancos, amarillos y verdes, antesala del ramillete ‘blanquinegro’ diseñado para presentarse en esta pasarela. Mis favoritos de este grupo: el blanco con lunares amontonados en tonos variados del café, de escote favorecedor y mangas a la muñeca, con doble juego de volantes, combinando tamaño, textil y variando el recorrido por la falda según si se mira por delante o por detrás.
Sólo ella mezcla como si nada tonos, estampados y distintos tamaños de lunares y no se nota. Para ejemplo este dos piezas, mi otro favorito, al que el calificativo de divino le viene corto, refleja su elegante estilo flamenco, ese que no necesita ser centro de atención de nadie para reafirmarse en belleza y glamour, ese que por sí sólo es admirable sin necesidad de reconocimiento por parte de terceros. La blusa es un bolero de los suyos pero comedido, estampada y transparente, que se abraza muy por encima de la cintura, con ese talle alto que, al contrario de lo que muchas piensan, estilizan y adelgazan pues no divide a la barriguita en dos, por lo que evitamos el odioso y antiestético ‘surco’. La falda de satén parece interminable hasta que la vista se topa con los volantes, subidos a un lado y asomando tres con lunares, cada uno en un tamaño, completando una visión en conjunto favorecedora y sin fecha de caducidad.
Poco antes del grupo en tonos mandarina hubo otro de tonos dulces, suaves, de los que te acarician cuando los vistes y te añaden dosis de romanticismo e inocencia, endulzando a quien lo lleva. No es un dos piezas al uso, es un vestido de flamenca sin mangas con camisa de escote barco por delante y abierta por detrás, cruzándose en la cintura abrochada en tono oro, haciendo juego con pendientes de Marga Macías. El satén y la seda estampada en cachemir se mezclan en un vestido de tonos rosa, cuajado de volantes que se mueven con alegría al pisar, y que se rematan por madroños y bolillos en otro algo más suave pero manteniendo la armonía.
De repente, tras ellos, de manga sencilla y sin volantes, en negro y naranja, intensos y chocantes, como el contraste de volantes, con diferentes textiles e independientes el uno del otro, para que no se roben protagonismo al moverse.
Como siempre uno de sus trajes de novia lucido por Noelia Margotón cerraba el desfile, pero prefiero dejaros la imagen de Sara de la Cruz, espectacular con este asimétrico tricolor decorado al hombro con flecos en un cuarto color y al cuello con collar babero repleto de flores en metal dorado de Marga Macías, quien acompaña en los desfiles a Ángeles Verano desde septiembre del año pasado y sin quien ya no puede interpretarse de igual manera el paso de sus trajes por las pasarelas que se deja ver. Sin duda Marga Macías capta la esencia y estilo de las puntadas de Angeles Verano.
¡¡¡Gracias Ángeles Verano por demostrarnos que ningún color se resiste a convertirse en moda flamenca!!
!Que cosas más bonitas dices querida!. Gracias una vez más por todo el cariño que pones en todo lo que se refiere a mi y a mi trabajo. Besosssss