Nada más sevillano y auténtico que la belleza del dibujo cocido de unos cuantos azulejos, y si son de la Plaza de España en Sevilla, mejor que mejor, para estampar volantes flamencos como los de Mar Soriano en ‘Reencuentro’.
A veces una colección tiene muchas más connotaciones de las que se aprecian a simple vista, como son las obvias, referentes a la creatividad, diseño y tejidos. Sobre todo, en las primeras colecciones que se crean, pues suelen ser las que más tocan el alma y en las que, más que nunca, se deja aflorar. Además, si a ello se uno ser una de las primeras de la trayectoria profesional, son tanto las más recordadas por los creativos, como aquellas en las que más se notan que les resulta inevitable dejarse llevar por los sentimientos.
Esto último suele perdurar en el tiempo y estar siempre presente, en mayor o menor medida, en las colecciones posteriores durante todas las etapas. De cualquier modo, las circunstancias actuales, fruto de vivir momentos duros y de incertidumbre, son también, en parte, responsables que pese mucho más la parte emocional a la hora de escoger inspiración y diseñar.
Tomando como base lo anterior, la elección de Mar Soriano de la Plaza de España en Sevilla para recrear los volantes en su nueva colección Reencuentro, se atiene a ese lado sentimental que inspira toda la colección. Una elección cuyo principal motivo, por tanto, no es precisamente el que se refiere a la arquitectura, sino esa relación personal que une a la propia diseñadora con este lugar. ¡¡Quién le iba a decir esa tarde que tomó la estampación de la azulejería de los bancos de esta plaza, que sería finalista en Emprende Lunares 2021!!
El caso es que, la selección de este exclusivo motivo para su colección, propicia que imagine en torno a él el resto de sus diseños, que se vuelven monocolor para que la azulejería de los bancos de la plaza de Aníbal González destacase. Plaza que, valga la redundancia, desde que se inaugurara para la Exposición Universal de 1929 ha sufrido varias restauraciones y reposiciones a lo largo de este tiempo, siendo la última, la de 2010, la más significativa e intensiva. Por lo que podemos encontrar cierta similitud entre la superación de obstáculos estos dos últimos años, por cada uno de los diseñadores en particular y por la moda flamenca en general, y la supervivencia de este conjunto arquitectónico, a pesar del deterioro y paso del tiempo, gracias al cuidado recibido, que viene a estar en consonancia con ese amor que cada creativo le confiere a la moda flamenca y que le ha hecho superar uno de los momentos más difíciles para el sector.
Desfile de Reencuentro de Mar Soriano
Su desfile comenzó con un tono ocre que se corresponde a ese amarillo apagado que se ven en los azulejos de los bancos de la Plaza de España en Sevilla. Y para él diseño dos trajes de flamenca. En uno las mangas en forma de globo, con una serie de cortes que bien podrían evocar a los farolillos que dan color a los paseos por El Real de la Feria de Abril, se acompaña de clásico escote y sencillo vuelo de capa, que propicia que el elemento protagonista del estilismo flamenco, las mangas, resalte.
Para su otro diseño, se decantó por manga larga, desmesura en vuelos y una altura de talle propio de los noventa. Así, siguiendo el mismo tono, hace uso de los recién introducidos plisados para los vuelos de flamenca, vuelos de tamaño XXL y de los que ocupan espacio visual. Compensándose y armonizando con unas mangas también generosas en textiles y con cierto toque vintage en detalles que, sin resaltar, son necesarios para un estilismo flamenco como éste.
Y de esa calidez del amarillo, se pasa a la candidez de un azul suave y sosegado, que precisamente acompaña al primero en ese estampado exclusivo escogido para su colección. Y con el que vuelve a representar elementos arquitectónicos de la Plaza de España, abigarrando los costados de volantes y haciendo lo mismo en las mangas. De manera que idea uno de esos trajes de flamenca que todas anhelamos a partir de cierto momento feriante, ya sea del día, ya sea de la noche, donde el volumen comedido y la ligereza nos resultan primordiales por encima de todas las cosas.
Desembocando, tras presentar los dos tonos de la colección, en aquellos donde confluyen ambos sobre ese textil que recoge los motivos vegetales que ilustran los bancos de la Plaza de España. Y lo hace en un diseño de lo más vanguardista con un cuerpo de tono liso en escote uve, volantito peplum y hombreras ochenteras que resume entre sus costuras el estilo de Mar Soriano.
Dejando el estampado para la falda, donde el vuelo evasé se aúpa con enaguas en organdí al tono. Pero sólo en su justa medida, para conseguir esa línea sirena que dibujan estos trajes de flamenca.
Para cerrar su colección cápsula presentada en Emprende Lunares, deja protagonismo absoluto al estampado de azulejería que decora cada banco de la Plaza de España construida por Aníbal González, imaginando con coquetería uno de esos trajes de flamenca que parecen no ser, pero sí son. Y ello se debe a la caprichosa abertura interminable de la falda de volantes sólo se deja ver al caminar y de manera discreta. Por lo que si paseas parece ser lo que es, un traje de flamenca con volantes desde la cadera y abertura en el vuelo, y si no paseas, es un coqueto traje de flamenca con volantes al hilo en un talle alto de vuelo cómodo.
Y donde, por cierto, no se quedan atrás las mangas jamón que anulan y justifican la ausencia de volantes en los puños. De esta manera, Mar Soriano vuelve a hacer constar la elegancia de movimiento de sus volantes, tal y como ha ido haciendo en cada uno de sus diseños, y que sólo se consigue gracias al diseño y patronaje que esta creativa moldea a su manera con mimo y perfeccionismo, cuidando cada detalle de este ramillete de trajes de flamenca.
Como dijo el Rey Alfonso XIII al contemplar la obra del maestro Aníbal González terminada: ‘Señores, yo sabía que esto era bonito… ¡¡Pero no tanto!!’ Así que, haciendo uso de sus palabras, las ‘bien aplico’ a la colección Reencuentro de Mar Soriano de la cual sólo me queda añadir … ¡¡Simplemente bella!!