Cuando nunca habías imaginado vestirte con un traje de flamenca estampado en tonos amarillos, naranjas y buganvilla, supone un pequeño reto buscarle complementos. Pensar en cómo mezclar los colores para ayudar a resaltar un traje que, prácticamente, no necesita nada más, sin darle mucho más protagonismo a uno que otro y sin olvidar el estilo que queremos darle a los complementos, pudo ser complicado en un primer momento pero, conforme se iba dibujando el resultado final se tornó divertido.
De nuevo ninguno de los diseñadores de complementos flamencos que participaron conocía lo que estaba diseñando el resto. Ninguno conoció cómo quedarían sus piezas acampañando a este look feriante de vestido de flamenca estampado diseñado por Ángela Campos en su más reciente colección ‘Sensaciones’, presentada en We Love Flamenco 2015.
Este traje necesitaba de complementos que elevaran la dosis de glamour y elegancia contundente que emanaba de cada puntada, no podían ser discretos, ni pasar desapercibidos, porque el traje de flamenca tampoco lo era, debían captar la atención de quien lo viera; tenía que conseguir que estuvieran a la altura del traje de flamenca de Ángela Campos sin que ni unos ni otro se hicieran sombra.
Los colores a mezclar resultaban obvios, el estilo lo marcaba de manera descarada el diseño de Ángela Campos y las firmas de complementos flamencos en las que había pensado, sin duda, encajaban perfectamente con estas premisas. Pero, ¿cuáles deben ser los complementos para traje de flamenca estampado?
Anillo y pendientes flamencos de Marga Macías
Sí, anillo, porque de flamenca también se pueden llevar anillos junto a los complementos de siempre, a los habituales. Es un buen recurso si, como ocurre con este traje, el mantoncillo, una constante flamenca, es desaconsejable usarlo, más bien diría ‘prohibidísimo’, algo así como un error del que te arrepentirías de manera eterna, pues taparías la belleza del escote y del jardín de flores.
Marga Macías, diseñadora de complementos para firmas de flamenca como Ángeles Verano y Pilar Rubio, crea unas flores de latón en aretes XXL que ya se han paseado en varias pasarelas de moda flamenca, únicos que he podido contemplar para este look feriante, pues no me veía con otros. El tamaño, las flores, el tono, no podían ser mejores para el traje de Ángela Campos. Consiguen ser discretos y descarados, dando continuidad a la impronta del traje de flamenca, como el anillo que consigue camuflarse en el resto del traje a la altura del talle.
Peinas y peinecillos de Artepeinas
Agradezco enormemente la participación, de nuevo, de Artepeinas. Sin esta firma no puede entenderse la indumentaria flamenca de igual manera. Sus creaciones siempre son un acierto, baluarte del cambio, de la diferenciación, debido que, aún, son pocas las osadas a lucir peinas y peinecillos sobresalientes, esos que se ven por delante, aunque mejor por detrás.
Su barroquismo y especial manera de aflamencar complementos con motivos art decó, azulejos turcos o cuadros de la Sevilla antigüa, son muestra que sus piezas tienen ese regusto histórico. Para esta ocasión, un pequeño ramillete de rosas recortadas en tono salmón, de esas que a mí me gusta rescatar de su taller, las coloqué a un lado, pegaditas al nacimiento de la coleta baja, flanqueadas por florecillas pequeñas de Charo Padilla y una peina pequeña de forma triangular a juego.
Al otro lado el tono oro era el protagonista con dos peinecillos con relieve al tacto que también dibujaban flores, a juego con uno de mayor tamaño colocado en la base del cabello.
Peinecillos de Paseo de Albero
En los peinecillos imaginados por Paseo de Albero para este look feriante se recogían todos los colores del vestido de flamenca pero de manera ordenada, bajo esa regla cromática de colores complementarios, donde el contraste se dibuja según dicta la armonía del conjunto de tonos que estimulan de cierta manera los sentidos, de aquella en la que hipnotizan y no dejan ver más allá. Quizás entre tanto batiburrillo de colores y piezas sea complicado advertirlas del conjunto, pero cuando los ojos tropiezan caes de bruces y resulta imposible no mirar aquello que no te deja seguir caminando.
Simplemente o bien te sobran calificativos o te faltan cuando miras peinecillos como éstos, pues o solo se te ocurren los adjetivos comunes o tu mente se nubla mientras rebuscas el adecuado para calificarlos, pues sabes que bonitos, preciosos o bellos se quedan parcos.
Sus materiales, piedras facetadas y cordoncillos, mezclados con abalorios, se dejan trabajar por sus manos para crear piezas como éstas en soutache.
Flores de flamenca de Charo Padilla
Las flores de Charo Padilla eran la perfecta orquesta en la que cada flor tocaba el son conveniente, recogía cada una de las partes y componentes de este look flamenco, acompañando, de manera exacta, a cada peinecillo y colocado así y no ‘asao’, o sea, así y no de tal o cual manera sino a drede, a modo tocado, por aquello de sintonizar en tono elegante, tal y como el traje de flamenca de Ángela Campos necesita y requiere. A juego realizó también parejas de peinecillos de rositas pitiminí y ramillete para plantar alrededor de la coleta.
¡¡Mayor sintonía mientras realizaba la composición floral imposible!! Sólo me faltó estar presente en persona, y no en esencia por wassap, para ser testigo in situ de cada engarce floral. Eso que te capten la idea que transmites y la mejoren, no tiene precio pero sí nombre: ser profesional en aquello que desempeñas.
Permitidme que añada un par de frases para expresar mi admiración por el trabajo de todos y cada uno de los diseñadores de joyas flamencas que han participado en este outfit, y en otros con anterioridad a éste. Sin ellos, sin su paciencia, sin su buen hacer, no sería posible haceros llegar el alma flamenca que capto en cada traje, del que me impregno e intento transmitiros. ¡¡¡Gracias por aportar vuestro granito de albero a este look feriante 2015!!!