Los trajes de Fabiola son los de las flamencas de siempre, los que buscan vestirte a la manera tradicional para que la tez morena o los ojos negros no queden eclipsados con unas mangas así o unos volantes ‘asao’. Son esos trajes que cualquier ‘guiri’, pues ojos más vírgenes que los de ellos en flamenco imposible, señalarían y sin dudarlo más allá de 10 segundos, dejémosle pensar un poco sin atosigar, pues para ellos estos si que sí o sí son trajes de flamenca.
¿Lunares? ¡Por supuesto! ¿Volantes? ¡Los que quieras y como quieras! ¿Mantoncillo? ¡Sin dudarlo! ¿Flores, pendientes y broche? ¡No se puede ir a la Feria sin ellos! ¿Acaso se puede considerar un traje de flamenca que no se acompañe de mantoncillo, que le falten volantes o que no se estampen con la mota universal y bien llamada lunar? Porque sin ellos la flamenca no es flamenca o al menos no es de las de siempre. Fabiola imagina sus trajes como bien marcan las normas clásicas del vestir feriante, con los volantes más arriba o más abajo, con las mangas más largas o menos, pero siempre sin desviarse de la esencia que impregnan los trajes de flamenca.
Fabiola ‘Pinta Flamenca’ de tonos alegres, feriantes, de lunaritos blancos, de canasteros decorados con mini volantes fruncidos que dibujan el vuelo en línea, para un talle bajo con algo de evasé, porque la flamenca pinta y mucho en una Feria, se pasea, baila y se remanga cuando llueve.
El vuelo de sus trajes de flamenca es de los que ocupan poco sitio, el justo y necesario para no resultar incómodos y pasar entre las sillas de enea sin engancharse, sin esos volúmenes a lo ‘Sissi Emperatriz’ en modo rosa abierta que ya pasaron de moda hace tiempo.
Las enagüas también asoman, un poquito por abajo y, a veces, también por arriba, eso sí, sosteniendo un volante al hilo tras otro en el clásico binomio colorista feriante: blanco y rojo.
Otras veces simplemente unos tres volantitos de igual tamaño anuncian al que les iguala en espacio y les alarga hasta tocar el suelo, como éste turquesa de lunares pintados a mano de una sencillez clásica que enamora. ¡¡Qué se lo digan a Carmen Lomana!! Presentaba un desfile benéfico en Sevilla y, entre un diseñador y otro, se cambió varias veces de traje de flamenca, acabando el evento con uno de los lunares de Fabiola, en un tono mandarina muy favorecedor, también moteados a mano, y que supo lucir muy bien.

Para esta colección Fabiola ha contado con la colaboración de Torabuela, encargada de dar esas pinceladas pintando flamencas, ya sean en el talle del traje ya sean en los mantoncillos con los que se combinaban.
Este año, de nuevo, presenta su colección en We Love Flamenco. ¿La cita? A su día, un jueves, y a su hora, a las 19.30h, eso sí, el 14 de enero en el Salón Real del Hotel Alfonso XIII.
¡¡¡Ganas de ver cómo las pinta para esta temporada flamenca!!!