Ya son cinco las puestas en escena, sobre una pasarela de moda flamenca, que ha realizado Ángeles Copete de sus colecciones flamencas. De ahí el nombre de Five para celebrar este quinquenio, aglutinando en torno a él las propuestas que, para este año, ha presentado Ángeles Copete en SIMOF 2018, las cuales no son más que una continuidad del estilo que la firma nos ha ido mostrando durante todo este tiempo.
Sus trajes de flamenca son de un corte clásico, cuidando las normas que rigen el traje de flamenca, esas que establecen como pautas básicas unos escotes de pico, sin más exornos que el mantoncillo, y que, en esta ocasión, lo han incluído bordado en su colección. Los vuelos se han actualizado entre sus lunares y volantes, enfocándose hacia esas amplitudes setenteras con nesgas y evasé, que se rematan con textiles rizados y de capa.
También ha incluído, entre sus novedades, el traje de flamenca setentero, con un estampado floral muy geométrico que recuerda a la azulejería morisca, propia de los patios sevillanos y cordobeses. Y en unos tonos fríos, como el morado y el rosa, que se motean de lunares en negro, dejándose conquistar por este tono.
El mismo tejido se repite en un diseño de talle bajo ajustado, con un largo vuelo de capa que se cubre de flecos al tono y que se integra en un traje de flamenca de manga larga con sencillos volantes en el puño.
Los volantes, básicos en un estilismo feriante e imprescindible en todo armario flamenco que se precie, también se encuentran entre sus flamencas. Se colocan al hilo y se combinan de dos en dos, lisos y estampados, que mezclan el acabado pañuelo con el de siempre.
Los lunares, más abundantes esta temporada en pasarela, se han visto sobre todo en el tamaño pequeño, pero no han faltado el resto de medidas en la pasarela. Entre la variedad existente, Ángeles Copete se ha decantado por los de gran tamaño, que igual que se tintan de azul lo hacen en rosa con fondo al contrario.
En esta imagen tres volantes son suficientes para entonar al vuelo un talle bajo, que se contrasta con un mantoncillo bordado en tono vino.
Aquí los colores cambian de sitio para dar forma a uno de sus patronajes incondicionales de cada temporada flamenca. Un vuelo de capa que sostiene un par de volantes al hilo, para rematarlo. Volviendo a elegir un mantoncillo de tono intenso para contrastar con la suavidad que desprenden el rosa y el celeste.
De silueta setentera es también este otro estilismo flamenco que se ajusta hasta las caderas para desprenderse en evasé hasta los tobillos. Mezclándose con bordados sobre textil flecado en negro. Combinación de tonos ésta que suele ser habitual entre las mezclas de la firma.
Como también lo son estas mangas cortas de doble vuelo y sin volumen en este traje de flamenca verde, de aspecto cómodo y ligero.
Alguna opción también mostró sin mantoncillo. Como ésta, cuyo flecado se adhiere al talle y al cejo, acariciando volantes en movimiento.
Ángeles Copete esta temporada vuelve a presentar en SIMOF una colección indispensable para los defensores de la flamenca clásica, con algún que otro elemento renovador, pero sin apenas desviarse de los cánones de la flamenca de siempre. Y que, por cierto, es la que más se pasea por cualquier feria de volantes y lunares que se tercie.