Carls Blanc, ganador del certamen de talentos en moda flamenca Diseñadores Noveles de Andalucía de Huelva Flamenca con la colección El aleteo del alma

Ante la costura de la Carls Blanc debería ser obligado una oportuna reverencia, dado el alcance ilimitado que puede llegar a tener su trabajo. Es obvio la calidad del resultado y lo meticuloso del proceso creativo. Salta a la vista, aunque habrá algún despistado que no sepa valorarlo correctamente.

Ante semejantes diseños, la dificultad de su ejecución está clara. Por lo que no es descabellado calificarlo de alta costura. Sí, ya se que todo diseñador al que se le califica de alta costura debe cumplir una serie de condiciones accesorias para ganarse este sagrado calificativo originado en la moda francesa. Pero, permitidme defender que, aún así, el nivel, sin duda, lo tiene.

Lo que sumado al respeto que profesa por cada una de las pautas de lo que debe ser la flamenca, da lugar a que nos haga delicioso, ameno e inolvidable su paseo por las últimas tendencias en moda. Esas que tanto bien han hecho a lo largo de la historia de la moda flamenca y que algunos sectores flamencos denostan, a pesar de ser las tendencias las culpables de la peculiaridad principal de nuestro traje regional.

Pero volvamos a Carls Blanc y a su delicado hacer en moda flamenca. Tras su inicio de temporada en noveles de SIMOF, deja que su colección acaricie la pasarela encarnada de Huelva Flamenca. Donde llegó, vió y venció, pues se hizo con el galardón de su certamen de talento, Diseñadores Noveles de Andalucía. Aunque ya en esto de los concursos de moda cuenta con experencia, pues hizo lo propio hace unas cuantas ediciones de Sevilla de Boda en su certamen de Novia del Sur.

Tras este nuevo premio, también permitió que el Espacio de Santa Clara fuera testigo de su flamenca, paseando volantes, transparencias y aplicaciones de flores que se mimetizaron con el espacio ajardinado de este emplazamiento. Un antiguo convento de monjas con siglos de historia, en el que ya se cuentan varias ediciones de Premier Lunar.

Su arranque en pasarela la hace con un diseño que, permite saber, de un vistazo, todo lo que este creador es capaz, de momento, de crear con la aguja. Para este traje de flamenca con silueta de infarto hasta las rodillas, los volantes canasteros se abren con enaguas, dejándose acariciar por las lazadas de puños para cerrar mangas.

Una de las tendencias que ha tenido a bien recrear en flamenca, tras antes haberse entretenido lo suyo en hombros. Más bien en el antebrazo, que deja al aire con ese generoso cut out que aplica, abriéndose con volanteo y resguardado por otro tableado. Con ambos, consigue dar esa sensación de hombreras ochenteras. Su toque en este diseño, o quizás sería mejor decir su otro detalle más de alta costura, son las florecitas que recrea en el pecho con lentejuelas, piedrecillas y demás.

Prosiguiendo con su particular inclusión de tendencias, el lazo de talla XXL lo aplica al bies, desde un hombro a cadera contraria, abrazando así a una flamenca de las de alfombra roja. Con casaca de volantes en el vuelo, ajustada al milímetro y abundancia de enaguas bitonales, convierte a su flamenca en esa versatilidad que hoy día impera en las colecciones.

Así, su escote palabra de honor queda libre si la temperatura lo requiere, convirtiéndose en una flamenca de verano. O bien, combinarlo con la deliciosa camisa en seda de volantes superpuestos que se imagina en blanco para bien acompañar al cancán de tul y que, dado que sus mangas llegan hasta las muñecas, se transforma en la perfecta propuesta para flamencas de abril.

En un blanco absoluto, de tono que hace honor a su nombre, y también con un escote recto para mangas exentas, volanteadas y lazadas en un lila grisáceo al contraste, da forma a un diseño que bien podría encajar para novias y que define con exactitud su manera de hacer flamenca, muy en sintonía con la moda nupcial que el domina y por la que ha recibido premios.

De nuevo el volante de capa que, quizás, sea su favorito por la limpieza de costuras. Y de nuevo también talle bajo de vuelo abundante, donde el lazo y las florecillas en relieve, son esos dos elementos textiles que singularizan su diseño.

Sus vuelos son de los que acarician la mirada atenta de quienes los persiguen. Pues, bien construidos, dan forma a la flamenca de condición exquisita, enfocados hacia enagua abundante que, aquí, se vitamina en amarillo El lazo del talle se riza al aire y sube hacia caderas. Y el escote se dibuja clásico, para un cuerpo al que se cosen volantes canasteros rematados en blanco y para el que se conforman unas mangas abullonadas de diseño irrepetible.

Mangas que bien podrían calificarse de victorianas por su semejanza con aquellas que luciera la Reina Victoria de Inglaterra en sus vestidos de volumen descomunal. Prosiguiendo ese romanticismo con la lazada a la espalda que decora la piel a la vista.

Siguiendo la estela de sus volantes de capa con cuerpo dulce, Carls Blanc llena el talle transparente de flores exentas que parecen haber sido recién cortadas para decorar este traje de flamenca. Este es el deleite que nos permite admirar y que el creativo consigue empleando, solamente, aguja e hilo. Toda una fantasía de primavera plantada sobre la piel.

Para el resto del traje de flamenca, hace uso de un satén al tono, en ese buganvilla flamenco que dibuja seseos textiles con cuerpo desde cintura. Abriéndose éstos conforme llegan al suelo y evocando así esa silueta sirena que pide vuelo en clave flamenca.

En su segunda opción de este tono, la fuerza del satén vuelve a estar presente aquí, dejando que aflore la piel sólo para delimitar el escote Bardot, al que vuelve a cuajar de flores, llegando éstas al cuello para definir una gargantilla floras de lo más sorprendente. Es más, casi que no necesitaría flores al pelo para, así, resaltar aún más este detalle del diseño.

Las mangas, inapreciable el largo por el juego de transparencias, llegan hasta los puños con esas flores que tanto enriquecen sus diseños en esta colección. Pero se convierten en trampantojo al crear ese abullonado en satén hasta los codos, pareciendo acabar allí sin realmente serlo.

Para cerrar su colección de temporada, escogía una perfecta bata de cola que, seguramente, será el antojo de cualquier futura novia. Ya que si se anulan los metros de cola volanteada, bien encajan con una vestido de novia aflamencado de escote bardot, logrado por ese gran lazo que hace las veces de chal o capa abierta en hombros. Los detalles florales en puños y la silueta acentuada y cerrada hasta rodillas, son el perfecto colofón a una colección irrepetible para la que ha contado con firmas de complementos.

Como Carmen Sánchez de Ventura, cuya colección de maxi pendientes de lujo con piedrecillas engastadas, se antojan para cualquier ocasión flamenca o no en la que necesites destacar escote y facciones. Pendientes a los que se suman las coronas de flores multicolores de Pepita Flowers.

Diseños desfilados en Huelva Flamenca: Imágenes de Alejandro Delgado cedidas por Huelva Flamenca para Acento Artesano