De nuevo la moda se rodea de arte, para vestir con pinturas y textiles las salas de la Fundación Valentín de Madariaga en Sevilla y, de nuevo, valga la redundancia, a esas horas en las que las conversaciones suelen ser más vanales que intelectuales. Tan sólo por una noche el gusto por el arte, en todos los sentidos, le roba espacio y horas al uso habitual de este tiempo nocturno.

Esta vez, José Raposo, Patricia Tascón, Vallillas, Maitane, Gracia Romero, María Ávila, Gitano, Isabel Díaz Rosado, Airam Beige, La Coronela Mandarina, Zazu, Pedro Béjar, Alegna, Arte Et Marte, Felipe Duque y Slava, pasean sus diseños entre obras de artistas emergentes de la Facultad de Bellas Artes, conformando la exposición ‘Art to improve’, simultaneada con una segunda: K:emptiness, de manera que se postulan como el marco perfecto para estos diseñadores emergentes.
Jose Raposo: Del Sur
Bautizada su colección con ese nombre, amarillos, naranjas y flores tenían que ser los protagonistas cromáticos, combinados en diferentes texturas para ese ‘patchwork’ estructurado, tan de moda ahora entre los diseñadores.
Pantalones pijama con plisados en la cintura, hombreras simuladas a la vista con un simple volantito, encajado entre la manga y el hombro, espaldas descubiertas en línea recta y algún que otro volante de capa para mangas, junto a otros recursos estéticos, salpicados de tul y tejidos enrejados.
Patricia Tascon: ‘Inmarcesible’ y ‘Retourner’
Una mezcla de ambas colecciones viajaron con ella, con Patricia Tascon, para traernos su moda a Sevilla. Los aires victorianos se denotaban en sus sombreros de copa forrados en consonancia con el resto del atuendo, también llamados chisteras, y por sus capitas que cubrían poco más del codo, que recordaban a aquellas salidas de teatro, bordadas y flecadas, que usaban las señoras para abrigarse tras disfrutar de la tarde de comedias.
También se hizo eco de esta tendencia otoñal por las flores, tanto estampadas como de encaje con pedrerías en el escote.
Vallillas
En su colección de vestidos mezcla estampados y lisos, partiendo en dos cada diseño, ramatándolo con medias estampadas al tono.
Maitane
Cautivada por Maitane, sus estampados, sus transparencias, pero, sobre todo, por sus atípicas aberturas laterales en vestidos y guardapolvos camiseros que evocan gabardinas, dejando siempre entrever una pierna más que otra, salpicada, la que asoma, con lunares rojos o, simplemente, luciendo el tono de piel. Su estilo puede encuadrarse a medio camino entre el hippie y el boho chic, por la amplitud de movimiento y por ese aire bohemio y romántico en su más simple expresión.
Gracia Romero
Punto y tejidos ricos mezclados sin restar glamour a los segundos, ovillos de lana como pulseras y puntadas a la vista en el tricotado para fijar la mirada en ellos.
Mangas farol y una novia de un invierno helado, de esos de Laponia o Polo Norte donde el señor con barbas y traje rojo se esconde 364 días al año, conforman el conjunto de princesas abrigadas que diseña Gracia Romero para esta edición de La Noche en Blanco.
Maria Avila: Mestiza
Puede parecer un conjunto de top y falda, pero hay que mirar por detrás para descubrir que es un vestido.
María Ávila juega con estampado de flores, suavizándolos con tonos rosas suaves y azules intensos moteados de aros metálicos, tal y como marca la tendencia ochentera de tachuelas para esta temporada.
Gitano: Maestranza
De su colección, con claro acento torero, quizás este vestido lady like, en blanco y negro, sea el que tiene más suavizada esta inspiración taurina.
Isabel Diaz Rosado: Fly
Se resiste a que la creatividad quede atrapada, de ahí que las modelos portaran, de modo simbólico, una jaula con el boceto correspondiente a la vista, pero entre rejas. Su concepción de la moda va más allá, no se limita al vestir y decorar el cuerpo, le asigna un sentido y modo de expresión. Para esta ocasión, sus vestidos pintados a mano con distintas aves no quieren sino mostrar y reclarmar que la moda debe tener alas, ser libre y mimarla para conservarla allí donde nace.
Airam Beige: Chic Ultime
Se denota el trabajo en diseño y patronaje por lo enreversado de sus prendas. Así recoge a un lado una falda larga, drapeándola, como ya hemos visto otras veces que hacen ciertos diseñadores con las mangas al hombro, pero aquí a la altura del muslo, con amplios bucles a ese lado, contrastando el tableado hasta los tobillos en el otro.
Al doble largo en el vuelo le da media vuelta y lo coloca a un lado, volviendo a buscar ese efecto óptico en el que el lado izquierdo se distingue del derecho, de nuevo con asimetría, con mucho vuelo y jugando en dos tonos: blanco y azul índigo.
Como siempre, consigue dar cercanía a tejidos y formas geométricas aparentemente imposibles de vestir, como ya hiciera en Wappíssima 2015 con su colección de flamenca donde cambió lunares por pata de gallo y espiga.
La Coronela Mandarina
Cuidado con sus líneas rectas dulcificadas, redondeadas en tonos grises y negros, que, junto a las toscas botas de plástico y los gorritos de aviador, pueden despistarte de lo verdaderamente importante: sus diseños.
Me encanta este vestido de seda negra transparente, ocupado de escamas de piel por donde interesa, contorneando el talle hasta por debajo de la rodilla, para un largo lady en un vestido de lo más femenino, de esos que piden a gritos taconazo, bolsito joya y el paso previo por peluquería, sí o sí.
Zazu
En un estilo muy Jackie Kennedy, pero pasado por revista, actualizado, sin tener la intención de desprenderse del glamour de antaño, así es como viste Zazu a la mujer este otoño. Rojo y blanco, protagonistas de una colección más propia de primavera que de octubre o diciembre, lo cual es de agradecer por ese aporte colorido para días grises. Entre mis estilimos favoritos, este vestido de falda tulipán y corte imperio.
Pedro Bejar
Su estilismo en el Desfile de Santa Teresa y el esplendor de la urbe, se ha dejado ver con plenitud en la colección presentada en La Noche en Blanco. Su largo midi, su vuelo fruncido en cintura, sus tejidos con cuerpo, en distintos tonos del beige, pincelados con negro, conforman unos diseños muy, muy ponibles, a los que sacarles mucho jugo.
Clásicos, atemporales y sin estridencias, son de los que se ganan, por derecho propio, sitio en un armario y siempre tienes en mente, debiendo dejarlos de lado, muy a tu pesar, de tanto en tanto, para que no parezca que es lo único que tienes para ponerte. Se hace difícil no vestirlos una y otra vez.
Camisa de capa ya vista en su colección flamenca, forma parte de las muchas razones responsables de mi enamoramiento por la costura de Pedro Béjar.
Alegna: Sait Loup
Entre unas y otras, llegó el momento de conocer esta Noche en Blanco la nueva firma pret-a-porter: Alegna y su colección Sait Loup. Todo un acierto la mezcla de tonos y textiles elegidos. Sus vestidos en verde militar con estampado de encaje recuerda al de tirantas que Monica Bellucci ha lucido para la portada de la revista Esquire, edición turca, en este mes de octubre, vestida, si no me equivoco, por Dolce y Gabbana.
Ya es hora de hacerle sitio a tonos rudos entre los favoritos para la noche, junto a otros clásicos con paillettes tamaño galleta mini, con alguna que otra transparencia entre carruchas. De esta colección al completo, de su inspirador nombre y detalles de backstage os hablé hace unos días en el blog. No dudes en consultarlo.
Arte et Marte
Bicolor para un mono pallazzo de cuello caja, vuelos de nejas para las faldas, escotes uve, talles altos y rodillas tapadas, a veces sí y a veces no, con estampado de moteados rectilíneos superpuestos en tonos.
Así Arte et Marte dibuja una colección minimalista, expuesta a complementar con cinturones, collares babero, brazaletes y demás ocurrencias, sin recargo, que se te ocurran.
Felipe Duque: Ellos 1.0
La única colección para ellos de todas las colecciones vistas esa noche la presentó Felipe Duque. Algo avanzó en Code41 Trending, pero sólo aquí la pudimos ver al completo.
Fiel a su gusto por ciertos tonos de color, añade en este desfile el negro y el verde oscuro, mezclados con el blanco en su estilo hípster, cuidando los detalles, como los botones de solapa larga que rematan cremalleras doradas a la vista o chaquetas más cortas de lo habitual, que maximizan su función decorativa, combinando en armonía con calzado deportivo de cordones de algodón.
Slava: Museum
La sarga de colegiala estampada de flores y cuadros, se transforma en sus manos como también lo hace una oruga en mariposa. Aún siendo un tejido al cual es complicado mirar con ojos elegantes, Slava consigue un reto que imposible para otros, conquistando estas líneas en forma de cuadros de manera que puedan pasearse como estilismos para cenas nocturnas, fiestas y cócteles. ¡¡¡Increíble y sorprendente!!!
El empleo de aplicaciones de guipur, junto con la mezcla con seda y terciopelo, como en este look donde la falda recuerda a los vuelos princesa de los trajes de novia, ayuda a rebajar el tono tosco de este grueso tejido.
Así, con él, con Slava y con su especial manera de hacer exquisito lo que cose, finalizaba una nueva noche de La Noche en Blanco de Sevilla, una más proponiendo flores y color en la noche, para vestirnos en estos días de otoño e invierno que están por llegar; eso sí, bajo las directrices de diseñadores emergentes.