Eso de ir vestida de cóctel o con traje largo de noche a la playa es la típica escena de película romántica, americana, para más señas. Por eso, lo de asistir a la Pasarela Pura Moda, durante el mes de agosto, coincidiendo con las célebres Carreras de Caballos de Sanlúcar de Barrameda, está haciendo que este hábito romántico de celuloide pase a convertirse en rutina de algo más de un millar de mortales una vez al año, para así acompañar al glamour con glamour, sin olvidar que pisamos con tacones por donde horas antes lo hemos hecho con chanclas.
Salvo que tienes que tener cuidado con los zapatitos a lucir, por aquello de arena aquí y allá, se ha notado, y mucho, que ésta es la segunda edición, la de Daniel Wellington, en la que lo que fueron errores el año pasado se han convertido en aciertos sobrados.
Para este 2015 la cita tenía lugar el pasado jueves 13 de agosto, a eso de las 21.30 de la tarde-noche con puesta de sol incluída, a la que nombro no por añadir algo más sino por haber sido una de las más bellas que he visto en mucho tiempo. Parecía como si el cielo sanluqueño se hubiera sonrojado al ver tanto asistente a sus eventos. Desde los tonos rojos y amarillos hasta grises y blancos, entremezclados con armonía para contornear la pasarela que poco después se celebraba.
Los diseñadores en esta edición han sido Juana Martín, El Alfeñique Rojo, Aviritia, María José Suárez, Pablo y Mayaya y Francis Montesinos.
Juana Martin en Pura Moda
El blanco de Juana Martín es de líneas puras, sencillas, salpicado por flores de cerezo como las que germinan en Katsura, nombre de la colección y con el que se conoce a la casa de retiro que usaba la familia imperial japonesa para contemplar La Luna.
Los tejidos que emplea son fluidos ó con cuerpo, el caso es que ninguno de ellos se ajusta milimétricamente, lo hacen de manera delicada, sin estrecheces.
Los escotes se dibujaban en uve; las transparencias rectilíneas dejaban paso al omnipresente y atemporal encaje que tanto nos gusta, sin faltar algún que otro volante dada también su visión para vestirte de flamenca.
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La colección monocromo que presentó Juana Martín en Pura Moda era una mezcla de su Pret-a-porter P/V 2015 y sus novias. Las flores se postulaban perfectas para cualquier centímetro del vestido, ya fuera como corona sobre los hombros, en cascada desde los mismos, marcando caderas, decorando la muñeca o poblando una manga de capa, protagonista absoluta para el instante anillo que acompaña al ‘sí quiero’.
Alfeñique Rojo y Avaritia en Pura Moda
El diseño gaditano vuelve a estar presente en Pura Moda. El año pasado era María Ávila quien se encargaba de ello, este año son Alfeñique Rojo y Avaritia, firma de joyería que le acompaña con una colección limitada de piezas realizadas a mano, una a una, repartidas entre anillos y colgantes XXL.
Su colección IWI es tan variada como numerosas son las islas de la Polinesia, en las que se inspira para crear desde talles ajustados en falda lápiz hasta largos interminables en tonos fuertes y cálidos.
Maria Jose Suarez en Pura Moda
¿¡Qué decir de ella que no sea sorprendente?! Simplemente no sólo sabe estar en una pasarela sino también cómo debe decorarla a base de diseños. ¡¡¡Sí, María José Suárez es ahora también diseñadora!!! ¡¡Y qué bonito crea!!
Trajo hasta Sanlúcar de Barrameda su colección para la próxima primavera verano, en la que nos viste en buganvillas, corales, fresas y el binomio ‘chaneliano blanquinegro’.
Las asimetrías con capas y su versión en manga a la muñeca, las superposiciones geométricas en blanco y negro y los distintos largos de falda, son la mezcla equilibrada en una colección donde el clásico básico de armario convive con aquello que marca tendencia.
Tejidos ricos, de los que pesan a la vista llenos de brillos y pedrería, se suavizan con la dulce caída de la seda en tono maquillaje.
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Los palazzos solo se notan al caminar con el movimiento del tejido. Mientras tanto, deja que la noche confunda lo que es, pantalones, con lo que parece ser, un traje largo de escote cuadrado con alguna transparencia discreta.
Entre mis favoritos de la noche Pura Moda el que cerró su desfile ‘Kaleidoscope’ y que recordaba a aquellos locos años 20 del charleston, donde reinaba el corte Bob.
Pablo y Mayaya en Pura Moda
Ellos repiten. Ya pudimos verles el año pasado, en un día distinto de agosto pero sobre la misma hora. Al igual que la vez anterior, acompañan a su colección de sombreros y tocados con su propia colección de ropa. Sabiendo ésto, en ellos la pregunta: ‘¿qué es lo que primero crearán?, ¿tocado, sombrero o pamela ó vestido?’, se hace necesaria. Pero a falta de su respuesta, me inclino por la opción en la que primero diseñan el tocado y luego, en base a él, el resto. Creo que debe ser así y no de otra manera, pues su fuerte en creatividad radica en decorarnos la cabeza.
He visto este año una mejor colección que la que pude ver el año pasado. De todas las piezas presentadas, me decanto por esas pamelas de textil encajadas, por esos tocados menudos con velo y, sin duda uno de los más llamativos, por el rojo, donde la mezcla entre lo oriental-geisha y lo del sur-flamenca gusta.
Mientras sucedía su desfile no paraban de verse en el mapping del escenario una sucesión de fotos de divas de los 50, con Audrey Hepburn incluída, consiguiendo así dar ese ambiente vintage que tanto se asocia con la sombrerería. Yo habría preferido ver otras, como las de su amplio catálogo, digno de reinas y princesas.
Francis Montesinos en Pura Moda
Aún no he podido cerrar la boca desde el jueves pasado y por dos razones de peso: la primera, por su colección, suele ser mi efecto particular o reacción ante semejante desfile, y la segunda, la que más cerca me toca, la oportunidad que tuve de conocerle en persona, de compartir espacio, tiempo y conversación con uno de los maestros de la costura de nuestro país. ¿¡Qué más puedo pedir?!
Voy a tener que estar pendiente de los desfiles a los que asiste Estefanía Luyk en la Mercedes-Benz Fashion Week en Madrid o en la 080 de Barcelona, así podré hacerme mi propia quiniela sobre quién será, probablemente, quien cierre la próxima edición de Pura Moda puesto que este año fue una de las invitadas por la firma al front row en su desfile en Madrid.
Dejando de lado este pensamiento escrito, Pura Moda homenajeaba en esta edición Daniel Wellington los más de 40 años que Francis Montesinos lleva manejando la aguja. Para ello, el diseñador bautizó como Pura Vida a la colección de colecciones que se llevó a plena orilla gaditana.
Sin duda la brisa marina, que soplaba algo más de lo acostumbrado, ayudó a que sus trajes se lucieran sin necesidad de movimiento adicional por parte de las modelos. Tampoco es difícil contornear sedas, gasas y tejidos similares de poco peso; algo más sí lo son brocados y tejidos adamascados, mucho más contundentes y regios, pero que, a pesar de todo, se dejaban mover acariciar por el viento.
Comparte Francis Montesinos con otros genios de la costura su atemporalidad en diseños y su inquietud creativa, como la última colaboración con el escultor Viktor Ferrando para crear visiones como ésta, la de la imagen sobre la que se sostiene esta línea escrita.
Y que presentó en la última edición de la Mercedes-Benz Fashion Week Madrid, junto a este otro vestido negro con bolsillos, para nada comedidos ni discretos. Ambos pertenecen a su colección O/I 2015-2016.
Mirad como mezcla un kimono, tendencia desde hace ya tiempo y que también veremos este otoño-invierno, en tejido brocado a la cadera con una lánguida falda en rojo, para que contraste, tanto en estilo como en color, con una abertura tan larga como la pierna deja que sea.
Este otro parece inspirado en ‘Lo que el viento se llevó’ cuando Vivian Leigh, al comienzo del film, pasea con pamela de lazada verde y vestido blanco con lazada en rojo. Esos volúmenes que vienen a contraerse hacia el escote, a pesar de todo, estilizan y endulzan el semblante.
Su desfile fue un constante pasar de joyas textiles de compleja datación, pues ni yo misma, a no ser que me documente, sería capaz de decir cuáles son de sus comienzos y cuales son más recientes. Eso es lo que tiene la alta costura, el diseño exclusivo, y la fidelidad del propio diseñador a su estilo, ese estilo que se renueva en detalles mínimos que consiguen impregnar de atemporalidad cada centímetro del vestido. ¡¡¡Gracias Francis Montesinos por permitidnos una visión completa de la historia que estás escribiendo en moda!!!
Os dejo imagen de ese momento en el que pude conversar con Pilar Rubio, diseñadora de moda flamenca, y Francis Montesinos, diseñador de moda y en la que llevo collar de Mayte Barea.