Y es que Lina ha cumplico 60 años en moda flamenca y lo ha celebrado como se debe, con un desfile en la Casa de Salinas que abría el año de volantes.
De todos modos, este desasosiego el primer día de SIMOF duró poco. Fue Aurora Gaviño quien lo disipó gracias a sus genialidades flamencas con las que rindió tributo a una rubia de voz desgarrada, bien llamada ‘la Chavela Vargas del flamenco’ y bien comparada con James Brown, por aquello que la señora María Jiménez lo da todo en el escenario. Con ella en front row se vivieron uno de los mejores momentos de esta edición número XXVI.
A este primer acopio de volantes le prosiguieron los de los trajes de flamenca de ganadores y menciones especiales de anteriores ediciones del certamen de noveles de SIMOF, como son Luis Fernández, Sara Sanabria y Alejandro Santizo, además de los habituales: Sara de Benítez, Pilar Vera y José Galváñ. Sería la novedad del día en el programa, la firma de Lourdes Montes y Rocío Terry, Miabril, la que daría por finalizada las presentaciones de las nuevas propuestas para este 2020 durante la jornada del jueves.
María AmadorR
Se nota que la diseñadora le ha cogido el gusto a las siluetas setenteras de vuelos desde la cintura, encontrándose tan cómoda en ella que ha inundado de este estilismo flamenco su nueva colección, recreándose en él para ‘Brida’. También ha contado con talles más bajos, de los que se ajustan hasta rebasar caderas y todas esas preferencias en patronaje que en cada nueva selección de propuestas nos muestra, una tras otra, recreadas aquí en estampados ecuestres, cuadros madrás acariciados por flecos y tintados en tierras, beiges y ocres.
Agus Dorado
En su nueva colección imagina diosas de piel dorada a las que engalanar flamenca con volantes preciosistas y siluetas favorecedoras. Para ello utiliza tejidos, fluidos, con brillo y crop tops, haciendo que sus trajes de flamenca pongan el punto de mira en esa flamenca del XXI, en la que lo clásico deja paso a lo actual, traspasando ese límite que le acotaría sólo para eventos feriantes y romerías.
Aurora Gaviño
Como ya he contado en párrafos superiores, su colección va dedicada a ella, a un torbellino arrasador de cabello rubio que no puede evitar ser el centro de atención allí donde esté, que siempre descarga sinceridad y se engalana con plumas de pavo real. Así, María Jiménez, contempló cómo en SIMOF la diseñadora Aurora Gaviño la homenajeaba seseando al aire sus canciones con el movimiento de volantes y encajes.
Para este 2020 ha dejado un poco a un lado sus tejidos barrocos para decantarse por lisos y lunares de caída dulce, propicios para ese juego que, como siempre, realiza con sus volantes al hilo y en vertical, manteniendo ese aire hippie chic, de acento zíngaro, que tanto le caracteriza.
Por cierto, ha sido una de las pocas colecciones de esta primera tarde de desfiles en la que queda incluído el mantoncillo en sus looks flamencos, cambiándolo en algunos por chalequillos de flecos XXL.
Luis Fernández
Partiendo de la sensualidad y romanticismo que provoca el blanco, Luis Fernández llenó la pasarela SIMOF de sus nuevos trajes de flamenca, ‘Preludio’, en la que ha querido imprimir de coquetería cada uno de los estilismos flamencos que ha ideado en el más puro significado que pueda tener la palabra exquisitez, donde el estilo preciosista, en el que el detalle delicado predomina, ha sido preponderante, haciendo de cada traje de flamenca una verdadera joya de volantes heredables.
Alejandro Santizo
Toda una oda al rojo, a su color favorito. Así se versaban, uno a uno, sus creaciones de flamenca imaginadas para este 2020. Y en su silueta preferida. Esa que se dibuja el talle ajustándose a la piel y en la que los volantes comienzan abajo, muy abajo, cerca de las rodillas, pero en tejidos flexibles que permiten el movimiento del traje de flamenca y el realce de sus vuelos, ésos que miran al cielo.
Pilar Vera
Sus años en moda flamenca le ortogan el privilegio que ningún talle se resista a su aguja flamenca. Desde los más altos, cuajados de volantes que se inician en la cintura, a los bajos y entallados, encajados en las siluetas clásicas; pasando por los exquisitos setenteros que se dibujan con lunares, con volantes al hilo, con carruchas y enaguas bien puestas para conformar sus flamencas de siempre. Eso sí, sin olvidar a las de ahora, con chaqueta bomber flamenca incluída.
Sara de Benítez
Sus vuelos de dobles largos, ‘Sus claveles’ como ella y quien los conoce les llama, alternados con algún que otro guiño hacia una flamenca más actualizada, se reparten en una colección de lunares negros y flores de colores, donde los estilismos de pantalón también tienen cabida.
José Galváñ
En su línea de sirena flamenca, con la elegancia que le caracteriza, su colección ‘I’m’, yo soy, la más íntima hasta ahora, define en diferentes tonalidades y estampados, tanto geométricos como florales, sus vuelos pausados, al tiempo que marca José Galváñ, a su manera de hacer las cosas, soñarlas y hacerlas realidad, abarcando sus dos facetas profesionales, la de diseñador y la de bailaor, que hacen que dibuje tan suavemente la silueta femenina.
Sara Sanabria
Las flamencas de Sara Sanabria no pasan desapercibidas, por eso el año pasado fueron premiadas en el noveles de SIMOF. La adaptabilidad de los tejidos que usa, el volumen preciso de sus volantes y lo novedoso, junto con la sofisticación que emanan sus diseños, hacen que sus trajes de flamenca sean verdaderos caprichos para lucir palmito. Todo ello se suma a su predilección por los tonos pastel, que vuelven a verse en su colección ‘El Lago’, además de otros más rudos e intensos, como el negro, el rojo y los berenjena.
Miabril
Con trajes de flamenca sencillos, clásicos y coquetos, la firma de Lourdes Montes y Rocío Terry encargada de dar cierre a la primera tarde de moda y tendencias flamencas, imagina toda una colección en esos tejidos de siempre que se complementan con mantoncillo de fleco comedido, tal y como son también los vuelos de sus trajes de flamenca. Colección a la que ha añadido una serie de propuestas para la Noche del Pescaíto, en la que el traje de flamenca se deja en casa y se opta por un vestidos de fiesta, en este caso algo aflamencados.
Fueron un total de 10 firmas las que nos mostraron sus opciones sobre cómo serán los volantes de esta nueva década que se inicia, al menos de su primer año, destacando el negro, blanco y rojo como colores predominantes, quedando en segundo lugar esa fiebre por las dualidades tonales y cobrando gran importancia las lazadas no sólo para colas de caballo como peinado flamenco, sino como exorno del traje de flamenca, haya o no pasacintas.