Aunque pueda parecer que el tiempo favorece el olvidar ciertas sensaciones vividas, lo cierto es que en ocasiones las disipa pero en otras las fija y permanecen intactas, inalterables. Esas son las que nunca pierdes y consigues revivir cuando retomas recuerdos, sobre todo si son momentos impresos en imágenes que te hacen rememorar detalles. Así es como conservo el desfile de Luisa Perez en We Love Flamenco 2015, donde presentaba su colección ‘El aire que luces’, enmarcada en su estilo romántico y coqueto, calificado como ‘sevillano’ pues sigue las pautas de la flamenca clásica aunque vista bajo sus ojos, como debe de ser, aumentando de esta manera la dosis de elegancia por cada puntada en las costuras y el halo de glamour de sus tejidos, que se mueven seseando al aire. Luisa Pérez en We Love Flamenco2015 reaparece en pasarela tras un guiño tímido hace unos meses en la Sevilla Fashion Center.
La colección se compone de lilas suaves y dulces en georgettes, linos, algodones y gasas en lisos, florales o de lunares lenteja. Sus mangas pueden ser de vuelos comedidos acompañando a faldas con abundancia de volantes de tamaños medios, rematados con madroños y puntillas de hilo. O bien de vuelos descarados, acaparando para ellas solitas el protagonismo en el traje de flamenca, que a veces se deja contornear por volantes en nesgas combinando textiles lisos y estampados, y otras se quedan en canasteros.
Hace uso de volantes de tamaño tanto mediano como pequeño, sus favoritos, empezando poco más abajo de la cadera que contornean el talle o bien agrupando varios volantes pequeños rematados por dos de mayor tamaño como el negro de la imagen.
Luisa diseña vestidos de flamenca en los que más volantes no caben, otros donde se reducen en número, que no en tamaño, dejando de lado mantoncillos porque el propio vestido ya de por sí se decora, cediendo las mangas su sitio a otros detalles que también importan. Y entre los primeros y los segundos se hacen sitio faldas evasé que aportan comodidad y añaden metros de tela al vuelo, combinadas con mangas ablusadas y puños de volantes en cascada de colores propios de citas no feriantes, como el gris y el rosa o el verde y el lila.
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Uno de mis patrones favoritos esta temporada también tiene sitio en el ‘aire que luces’: cuello barco, entallado hasta unos cuantos de centímetros por debajo de la cadera, casi corte sirena, sin importar si el vuelo va en volantes al hilo, nesgas, subidos, capa o canasteros, con mangas que se ciñen con cremalleras a la muñeca decorada o sin decorar, dejando que sea la espalda la que se deje ver. Y éste, además, es de su mini colección en cachemir.
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A veces no deseas que acaben los desfiles pero otras lo ansias porque sabes que aún no has visto lo mejor del diseñador. Esperas ver algo que es su seña de identidad, la sorpresa final o simplemente necesitas ver la colección al completo para entender el todo. Luisa Pérez dejó para el final sus delicados vestidos de flores, esos dulces de romanticismo vintage en tonos maquillaje y celestes antiguos, de estampados de rosas pequeñas y coquetas en rojo tenue y apagado, esos que igualan a los vestidos que sacas del baúl de la bisabuela y que son pequeños tesoros rescatados del pasado.
De falda canastera de volantes o simplemente con mezclas de textiles en tonos rosa a juego con las pequeñas flores estampadas comenzaron a desfilar una pequeña colección, para mi suerte, con la que cerraba su presencia este año en We Love Flamenco 2015 y de la que ni unas décimas de fiebre la apartaron, guardando su mejor sonrisa para premiar y corresponder a cada uno de los presentes en el Salón Real que rompimos en aplausos y que participamos de la ovación concedida.
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