Cuando las flamencas de Carmen Fitz aparecen por el Salón Real del Alfonso XIII ya huele a Feria, a primavera y a manzanilla. Es fácil notar cómo se van palpando los farolillos, el trasiego mañanero del Paseo de Caballos y el olor de los claveles en las solapas. Esas son las sensaciones que transmiten sus lunares de colores y que te adelantan los momentos que vives en la Feria de Abril. Sin cerrar los ojos te ves atravesando la portada para buscar con la vista los pocos farolillos que se hayan salvado de las primeras gotas de lluvia de la semana de Feria, parte del atractivo del paseo que te lleva a la caseta y que interrumpes cada vez que te topas con amigos.

De Colores, nueva colección moda flamenca de Carmen Fitz en We Love Flamenco 2017

El estilo de la firma es claramente encasillable en la flamenca clásica, con pinceladas suaves que la renuevan cada temporada. Porque sus flamencas son de las que llegan un martes en carruajes de caballos, se pasean por la Feria de Día y alargan los volantes hasta la noche. Son las que el miércoles se bajan en la parada de Tussam y se remangan las enaguas para que al cruzar la calle no se salpiquen de albero y agua los refajos. También las que el jueves aparcan el coche en El Charco La Pava para encajarse después en una esquinita de La Lanzadera que les lleva hasta el P1, la parada que tiene este autobús en el aparcamiento que está pegadito a la Calle del Infierno.

Traje de flamenca de talle alto y volantes pequeños de Carmen Fitz

Para todas ellas, hartibles de los volantes y que aprovechan cada revoloteo con el que se entretiene el movimiento de textiles fruncidos, planta un buen par de vuelos de lunares con hechuras a lo Carmen Fitz, inspiradas siempre, como ya he dicho al comienzo del párrafo, en una flamenca clásica de las que no se atiene a un sólo tipo de traje, sino al que le apetece vestir ese día. Para todas ellas, Carmen Fitz diseña un traje de flamenca.

Lunares lenteja sobre blanco de Carmen Fitz

Por eso entrar en el Alfonso XIII para asistir a su desfile, es deleitarse con un buen ramillete de jaleo de volantes, cada uno diferente, pues están concebidos para conceder deseos. Esos que se van anhelando de un año para otro y que sólo toman forma poco antes del mes de las flores.

Volantitos pequeños para mangas cortas de Carmen Fitz

Tiene esa habilidad creativa que hace realidad tu capricho. Diseña sin que lo veas para que te enamores después y lo hace sin que las tendencias le dirijan sus trazos sobre el boceto. Es ella quien les indica cómo han de ser las flamencas de esta temporada y siguientes. Por eso sus trajes son de los que copan todas las miradas y se prodigan por El Real allá por donde fijes la vista.

Buganvillas y mandarinas de Carmen Fitz en We Love Flamenco 2017

Y si no, observa cómo ha colocado tres lunares, sólo tres, tamaño vinilo, de los de 33 revoluciones por minuto, eso que escuchábamos en los 80 en el tocadiscos antes de los desaparecidos CDs. Centrados, sin cortar, con simetría también en el resto de las piezas que forman el talle para las porciones circulares blancas. Y nada más. Ni mantoncillo siquiera, pues no se puede entorpecer la vista de las 3 dianas. ¿No he dicho ya antes que me gusta este traje? Pues no me gusta, me encanta dado que es una muestra de lo bonito que son las cosas sencillas de patronajes complicados. Un par de volantes de capa, unas manguitas de poco vuelo y un generoso escote uve con aires de los setenta. ¿Para qué pedir más? Déjate llevar y recréate en la sencillez aparente de este traje de flamenca con simetría calculada.

Lunares grandes tamaño vinilo de Carmen Fitz

La misma que invade este otro de lunar más pequeño donde los moteados no se cortan por las costuras, se dejan querer por su otra mitad al otro lado. Toda una proeza que puede dar al traste con el devenir de cualquier traje de flamenca si no se ejecuta de manera correcta. Sólo la destreza de quien diseña y patrona puede lograr un resultado de tono flamenco correcto como el que vemos. ¡¡Bravo Carmen Fitz!!

Los lunares de colores no se rompen en los trajes de flamenca de Carmen Fitz

Pero su comienzo fue De Colores, en azul eléctrico, mandarina y fresa. Con volantitos pequeños que se colocan de tres maneras diferentes para embellecer el talle bajo que o bien se ajusta o bien se abre en evasé para la sencillez de sus elegantes vuelos.

Talle bajo en evasé de Carmen Fitz para comenzar su desfile

Ha vuelto a incluir algún que otro talle alto y también muy alto, mezclando lunares de diferentes tamaños con encajes en blanco o en negro para dar un efecto conjunto. Tampoco ha faltado un poquito de vuelo María de la O con florecillas para el estampado y volantitos tan fruncidos que rozan el estilo carrucha. Los mantoncillos flecados tampoco han dejado de verse entre sus creaciones, para las que rescata collares y broches libélula de su colección de complementos ‘Little Fitz’, junto a pendientes que complementan a sus flamencas.

Vuelos al hilo a lo María de la O de Carmen Fitz

Pero no todo sus vuelos se reparten en las faldas flamencas. Especial atención merecen las mangas que diseña, pues igual que las hace sencillas, simples, al tono del resto, se complica con los tejidos, los coloca en escalera de dos y de tres, con otros tantos por debajo para que den cuerpo y hagan bonito al bailar sevillanas y mover los brazos. También se languidecen y crecen en volumen canastero hasta tocar los dedos. Y en otros no recorren el brazo, se quedan arriba, cortitas, a pocos centímetros del hombro.

Mangas canasteras de Carmen Fitz

Para la noche, Carmen Fitz ha elegido negros, verdes con encajes en azabache y lunares blancos sobre fondo oscuro, ideados en talle bajo, pues las horas sin luz invitan a la sensualidad con puntito de osadía flamenca. Así sus siluetas se marcan y acaban en unos cuantos de volantes para flamencas de las que gustan mirarse al espejo una y otra vez, pues siempre tienen algo que retocarse, y a las que no les falta un detalle.

Lunares blancos sobre negro para la noche de Carmen Fitz

Así es su nueva colección ‘De colores’ para este 2017, con los que se impregna el albero feriante conforme sus trajes de flamenca se van paseando por él. Dibuja flamencas de las que gusta ver Tony Benítez, quien contempla, año tras año, cada una de las genialidades de Carmen Fitz, maestra de la moda flamenca que tuvo el honor de recibir la enhorabuena de Tony Benítez justo en el instante siguiente a su salida tras el carrusel.

Felicitación de Tony Benítez a Carmen Fitz tras su desfile en We Love Flamenco 2017

Felicitación de otro maestro de la costura quien podría enseñarnos a todos cómo han de darse las puntadas flamencas y no flamencas, pues, ojo, no han de vivirse 20 años haciendo volantes aflamencaos para saber hacer un traje. Quien sabe coser como sabe él, hace a su antojo lo que quiera y le sale bonito. Os dejo imagen de ese momento que os he referido en el que se podía tocar con los dedos la admiración que se profesan estos dos maestros, cada uno en lo suyo, ante poco más de 300 personas que abarrotábamos un espacio como el Salón Real del Alfonso XIII. Afortunados quienes pudimos verlo sólo me queda agradecerlo desde aquí. ¡¡¡Gracias Tony, gracias Carmen por hacernos testigo de este mágico momento en pasarela!!!

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