
No se trata de menos es más ni de más es más. Se trata de looks completos, donde el minimalismo marca prendas y el complemento define con rotundidad el estilo para este primer día de desfiles con Pedro del Hierro, Ágatha Ruíz de la Prada, Ynésuelves, Malne, Dominnico, Pablo Erroz, Pertegaz y Roberto Diz.
Para el jueves de MBFWMadrid, el primer día de pasarela en IFEMA, la jornada se presentaba interesante y jugosa, como así fue. Líneas creativas con nuevas orientaciones, minimalismo en prendas, pero no en estilismos, donde se pide un todo, por favor, al que no falte ni siquiera un par de guantes, si se tercia para un look de noche, y vuelta a ese movimiento tendente, que a veces viene y va, del unisex, resumen breve un día de moda.
Si precisamos en detalles, hay que destacar el calzado punk de Ynésuelves, que a otros, como Dominnico, inspiran colecciones al completo por aquello de la faceta transgresora de un motero. En contrapunto con el estilismo perlado y algo punk también de Malne. A ellos sumamos el estampado geométrico que, ya sean imagen de marca o inspiración sesentera, dibujan tejidos sobre todo en vestidos, sin importar los largos, de Pertegaz e incluso en trajes sastre de Ágatha Ruíz de la Prada. Dejando que sea la sobriedad minimalista casi exenta de exorno, la que impere en creaciones de Pablo Erroz, Pedro del Hierro y Roberto Diz.
Un breve inciso antes del repaso de la primera jornada de la MBFWMadrid para hablar de María Clé Leal, diseñadora emergente que presentó su colección de moda sostenible, Latxa, en tonos beiges de cortes sencillos en el espacio Mercedes-Benz.
Pedro del Hierro
Con Nacho Aguado como director creativo de PdH mujer, celebraban los locos años 20 con prendas clave como esa vuelta al armario de los palazzos fluídos, las gabardinas con hombreras redondeadas y el omnipresente traje sastre desde hace un par de temporadas. Sin faltar los brillos salteados en tejidos, a veces terciopelo, y todo en tonos ocres y apagados con permiso del rojo en su versión ácida.
Ágatha Ruíz de la Prada
Fiel al estilo que la define, donde la comodidad impera, Ágatha Ruíz de la Prada define su próxima temporada otoño – invierno como su eterna prolongación de la primavera. Sus estampados de colores divertidos, con flores y sin ellas, se pueden encontrar a lo largo de su colección en contraste con los tonos brillantes para medias tupidas, de las de, mínimo, 100 den, aunque más bien opto porque sean unos leggins divinos.
Los cortes rectos para vestidos y pantalones, que cuando se acompañan de chaqueta con solapa se convierten en trajes sastre, y los de capa para esas sesenteras minis en forma de A y mangas amplias, se alternan a lo largo de la colección con abrigos de cremallera de largo maxi, sudaderas multicolor para faldas lápiz y chaquetones de los que te dan calidez a la vista.
Ynésuelves
La colección hace alusión a la eterna pregunta que todos hacemos en la infancia: ¿Por qué? O ‘why’ en inglés y que, en esta colección, viene a responderse como que todo es posible, aunándose la creatividad de madre e hija, creativas de la firma, en prendas de marcado carácter minimalista.
Las siluetas rectas y etéreas, los largos de abrigos y gabardinas más allá de lo establecido y el concepto comodidad, en su máxima expresión, aplicado a la línea de noche, a la que añaden largos vestidos camiseros, definen esta primera colección de la firma presentada en España.
Malne
Pocas presentaciones de colección en pasarela podrán dejar recuerdos imborrables como lo hizo esta. Sólo seis diseños a los que, en una plataforma giratoria en la propia pasarela, los diseñadores, Paloma Álvarez y Juanjo Martínez, hacían los cambios pertinentes propios de backstage para ofrecer una segunda opción de cada estilismo de ‘Splendor’. Lo cual me recordaba a una versión anterior a todo color de Moisés Nieto en una de las aulas de la Facultad de Bellas Artes.
Negro, blanco perlas y plata fueron los tonos estrella para una colección donde el concepto moda resulta tan inalcanzable como el arte y tan cotidiano como la vida. Acolchados para chaquetas, maxi abrigos y vestidos de largo mini que se salpican de perlas en cada esquina del damero que se dibuja en el tejido.
Dominnico
Al más puro estilo de ‘Tron’, esa película futurista de la factoría Disney donde las motos trazaban líneas sobre el tablero, comenzaba el desfile de Dominnico en la MBFWMadrid con una fashion film de fondo. Esta temática motera de los 90 ha inspirado sus diseños, que se transforman con el uso del tweed. Y lo aplica en un sentido radical, sustituyendo a la piel de estas cazadoras de tintes moteros. Además, introduce pantalones ciclista que combina con calazado a lo ‘Drag Queen’ de plataformas imposibles para bodys. Prenda, por cierto, predominante en los estilismos ideados para esta próxima temporada otoño – invierno.
Pablo Erroz
En una colección pensada para ellos y a pesar de la tónica unisex que abunda siempre en sus colecciones, se permite licencias para ellas con faldas, donde la sobriedad y sencillez destacan al igual que en el resto de estilismos. Diseños, además, pensados para aunar estaciones del año, eliminando así las temporadas y propiciando un consumo responsable.
Pertegaz
Con más de 50 años de historia, la firma cuenta con Jorge Vázquez como director creativo para la línea femenina que daba inicio, a su paso por pasarela, con una pieza de inspiración Channel y medias rejilla, como adelanto de ‘Diagonal 60’. Nombre para una colección donde las creaciones suponen unos 60 reactualizados, cuidando detalles, añadiendo mini vestidos trapecio, trajes sastre, estampados geométricos y el fucsia, icónico de la Casa.
Inspiración que se capta fácilmente en abrigos como éste de doble botonadura, corte recto y manga de capa. Y que se completa, como en toda la colección, de la nueva línea de calzado y bolsos de la para la próxima temporada.
Roberto Diz
En una soberbia interpretación de lo que era el lujo en el vestir de los 50, allá por el Hollywood en blanco y negro que tanto amamos y juego da, Roberto Diz se deshace de tanto exorno y nos trae a pasarela una colección más minimalista que de costumbre, formada de piezas menos arquitectónicas y más fluídas.
Para ello emplea distintos recursos textiles, como los flecos, las aberturas en ángulo recto a los largos de una silueta lápiz, marca con hombreras y aplica vuelos maxi a faldas de doble largo. Siendo sus vestidos princesa para la noche, en los que podemos encontrar algo de su volumen dirigido. Lo hace en forma de aplicaciones de flores ribeteadas en tonos ácidos o vitamina, para dar luz al color de la noche, imaginadas por el diseñador artesano Benjamín Bulnes, y combinadas con guantes largos al tono.
Roberto Diz, pues, no deja indiferente, como ya es habitual en él. Sus cortes, la exquisitez de detalles, como esas ondas al agua seseantes acompasadas con el dibujo de su escote palabra de honor, y el despliegue de contrastes de elegante extravagancia, como son sandalias para medias liguero de brillo tupido, son pinceladas de una colección que le define.
Se enumeran pues los guantes, cinturones, bolsos y la relevancia del calzado como destacables en la primera jornada. Pues será el complemento el vuelve a estar de moda. Lo que hace que los looks se obligan a completo cumplimiento, ya sean de día o de noche, ya sean casual o sofisticado. Es decir, que no puede faltarles nada. Mientras que todas las colecciones tienen un denominador común de sencillez, que implica practicidad en el vestir y que no entra en competencia con el complemento.