Y para ser el último del año todo cambia. Pero tranquila, que es efímero como lo son esas palomitas blancas de un solo día. Es Navidad y el centro de Sevilla se llena de actividades al aire libre. La Alameda de Hércules, donde se sitúa el Gran Soho Alameda cada segundo domingo del año, es, precisamente, uno de los principales espacios donde se desarrollan.
Tan sólo por un día se han mudado de su zona habitual, a la altura de la Casa de las Sirenas, al comienzo de la Alameda, justo entre las dos torres de Hércules, disponiéndose en dos mitades repartidas entre varias calles formando un damero, que no por alterarse han dejado de llenarse de curiosos y compradores haciendo acopio de los detallitos para Navidad.
Como ya te comenté el mes pasado, la Navidad, las sorpresas, el frío y la calidez de lo que ya se espera en primavera, ibah y han sido la tónica que pudimos palpar entre cada uno de los stands. Abrigos y chaquetitas de borreguito, desde el rosa al beige, chalecos, bufandas y demás menesteres textiles, imprescindibles para combatir el frío, inundaban los percheros y estantes de Carmen Arteaga, Arréglate Caballero, Clohe, La mar de Cuqui, Nenitos, Mezztizo, Citizen, Koala, Amelia Díaz, La Alcalareña, MC, Simone & Co, D’India y Vainilla.
Los complementos, quizás en estas fechas, adquieren mucho más protagonismo, pues es la época del regalo por exclencia. No faltaban en este Gran Soho Alameda los de Hey Virita, MaLuz, Boho Chipie Hat, Mi Platera, Keramikos, Manuel Campos, Retocados, HM by Virginia, Mariquilla del Carmen, Sailum, José Asensio, Aiwing, El duende de la tienda, Lola Delsay, Romasol, Camelsa, Loreto Vittorino, Mamá Pepita, Oh Carola, Isabel Peinado, La Costurería, Creaciones Lisy y Felippa Complementos. Incluso para bebés podías encontrar accesorios, como son estos mordedores de madera y bolas tricotadas en multitud de colores de Little Ro.
Seguro que si los Reyes Magos se hubieran paseado por el Gran Soho Alameda hubieran tomado nota y hecho acopio para llenar sus alforjas de los juguetitos de Denki, los caprichitos en fieltro en Loli Fieltro, los juegos de mesa de Lamaricosi, los muñequitos de Punto de Cruz Estrella, toda la papelería fantástica, llena de hadas y duendes de Taller Elfos o las chapitas de Entropia,
Para los que se deleitan con la comida y les gusta ejercer aquello del aperitivo mientras pasean mirando entre las propuestas de los diferentes participantes, sus espacios favoritos se situaban en torno a Quesos El Majadal, en los licores de miel de Arteysano y frente a las empanadas y los pastelillos libaneses, llamados blakavas, de Dulces El Cedro.
Como menaje y decoración, imprescindibles, como siempre en este mercadilo al aire libre, Tetera de Madera, Azularte, Thermomix, Tupperware, Fabrikería y Mia Plumitas.
A medio camino entre la decoración y la cosmética, los jabones realizados a mano de Las manitas de Lola. Y cremitas veganas para cuidar la piel de Ringana.
Especial mención merecen ÁPICE, a cuyo beneficio se celebra, cada mes, este mercadillo, y que siempre nos ofrece en su stand no sólo información sobre la asociación, sino todo aquello que se realiza en sus talleres para ayudar a este tipo de personas.
Junto a ellos, la asociación Pinsapo, que te cambia un kilo de alimentos por un libro, y la Fundación Benjamín Menhert, que ayuda a los galgos. Sin olvidarnos de Gemma Hernández, Marnat, Mi lana bonita, Salud Parilla, Marta Marquez, Mirifice y Belengurimis, quien nos deleitaba con un nacimiento tricotado alumbrado por llamaradas textiles.
El próximo ya es en el 2.018. Si te has perdido este año, no comiences el siguiente sin tu primera visita con la moda al aire libre. Ah, y por cierto…. ¡¡¡Feliz Navidad!!!