El pasado miércoles 1 de junio comenzaba una nueva edición de la Pasarela SIQ Sevilla Handcraft&Fashion, la tercera para ser exactos, y con nuevo emplazamiento. De hecho, no se ha repetido aún ninguno, por lo que está siendo ya una característica propia de SIQ que se celebre en lugares diferentes; eso sí, con peso histórico. Esta vez ha sido la primera que se celebra a cielo totalmente abierto, con un lateral de la fachada del Archivo de Indias, al otro la Plaza del Triunfo y de fondo una de las puertas más conocidas de la Catedral de Sevilla, la Puerta de San Cristóbal o del Príncipe, donde nos topamos, justo antes de cruzarla con la copia de El Giraldillo, el que sustituyó al original mientras se restauraba, y que, dado que mira hacia el Archivo de Indias, estos días ha estado más entretenido que de costumbre.

Para el primer los diseñadores que formaban parte del programa de desfiles fueron Iván Campaña, que siempre deja tan buen sabor de boca, la primera colección de novias que presenta en pasarela la firma Lina 1960, los brillos de Pablo Lanzarote y la elegancia clásica de María José Suárez.

Iván Campaña: L’amour
El discípulo de Francis Montesinos ha heredado de él el gusto por los tejidos vaporosos para faldas con volumen que tienen la virtud de poseer movimiento propio a medida que atraviesan el aire al caminar.
Entre sus propuestas, casarse en uno tono verde agua y en camisa a juego con falda de vuelo XXL, pero suave, con la caída dulce propia de la seda, y largo hasta los tobillos, se la puede tildar como una de las más notorias y delicadas pero no la única creada para novias singulares.
También hace uso de cortes sirena y princesa pero con volumen comedido, teniendo así la virtud de ofrecer contrastes en una misma colección, tantos como novias imagina, con aplicaciones de pedrería en escotes y cinturas y alguna que otra transparencia refinada.
Lina 1960: Off White
Dentro de la línea elegante propia sólo de Lina 1960, donde reina la perfecta armonía, a lo que permitidme añadir que resulta ser de un gusto exquisito, diseñan, sin que se les pueda tildar de desmarcarse de las pautas de la casa sevillana, desde novias con bolsillos (lo cual se agradece, pues ayudan a tener ocupadas las manos cuando estamos nerviosas a falta de ramo) hasta otras con cinturón de hebilla y volumen geométrico en capas a lo Carrie Bradshow.
Abundaron en sus propuestas los palabra de honor con tirantas anchas, todo ventajas llevarlas para olvidarte si el escote se te cae o no.
Y todos y cada uno de sus diseños nupciales pisaron en pasarela acompañados de tiaras, peinecillos y apliques para el escote del vestido (unas veces colocados delante y otras detrás), realizados a mano con cera de abejas por Benjamín Bulnes, a quien ya admiro desde hace tiempo en las redes sociales y con quien tengo pendiente una conversación, aunque él no lo sepa. Necesito conocer más y mejor su trabajo.
Pablo Lanzarote: Musas
Pablo Lanzarote trajo a la pasarela un pret-a-porter atrevido con algunas pinceladas de novias, conformando así el conjunto de ‘musas’ que se pasearon por SIQ 2016 con transparencias, todas las que seas capaz de esbozar en tu mente, junto a tejidos con brillo y/o aplicaciones en consonancia para todos y cada uno de sus diseños. Así, dibuja musas cargadas del glamour del cine negro, donde los cuerpos se esculpen con prendas que se adaptan como una segunda piel y se decoran con joyas con tanto o más resplandor, como un par de pendientes largos, por ejemplo, tendencia de temporada.
También hace uso de un singular escote que se sitúa discretamente en horizontal y a los lados por delante, para abrirse por detrás hacia arriba y hacia abajo parando en la cintura, aunando así crop top y falda como si de un trikini se tratase. Es de esos vestidos que parecen que no pero sí, pues, precisamente, donde más abulta la barriguita, la zona ombligo, está tapada, así que entra en la lista de los posibles a lucir. No lo descartes sin probártelo.
Entre mis favoritos éste vestido cóctel de silueta lápiz hasta las rodillas que te hace caminar con el contorneo propio de una sirena, gracias a que el estampado de la tela propicia que la imaginación te dibuje así.
María José Suárez: Romance
En esta nueva colección sus diseños se reparten entre madrinas de boda, invitadas y novias. Su paleta cromática abarca tanto sus tonos favoritos, como el maquillaje o rosa cuarzo y el buganvilla o fucisa, como los que introduce en esta colección, ampliando los fuertes con el pistacho y los suaves con otros tonos empolvados como grises, lilas y corales.
Con un patronaje suave, sus cortes es de los que se amoldan al talle sin marcarlo en exceso, tónica general de la colección pret-a-porter.
Para novias sí crea alguna que otra sirena de encaje y cuello redondo con mangas ranglan, pero no es lo que más abunda en su colección. Prefiere unas novias dulces, de vuelos clásicos desde la cintura como los propios de los vestidos princesa pero con menos metros de tejido, buscando así crear unas propuestas delicadas y coquetas, donde la femineidad se insinúe y no se muestre con descaro, a base de tejidos ricos como gasas y encajes chantilly, diseñando con coqueteo la silueta sin marcarla en exceso.
Con su colección ‘Romance’ finalizaba el primer día de Pasarela SIQ, conformando así una primera tarde de moda cargada de público y de estilismos tanto para invitadas perfectas como para madrinas y, por supuesto, novias, topando desde los looks más osados y atrevidos hasta los más discretos y minimalistas, pudiendo encontrar el molde que más se adecúa a tí y a tu personalidad, gracias a una pasarela donde la moda nupcial es su temática principal, junto al pret-a-porter de necesidad obligada para invitadas, ofrecinedo una visión completa en sus desfiles de cómo han de vestirse los asistentes a una boda, según seas o no protagonista, o a cualquier otro tipo de ceremonia que tengamos en nuestra agenda.