Cuando la creatividad necesita una manera de expresarse, acaba encontrando la forma de hacerlo aunque sea tarde. Quizás el ritmo desenfrenado de esta ex-ejecutiva que vivía el pasado mañana en hoy, dio pie a que frenara en seco y mirara un momento hacia los lados para poder percatarse de lo que se estaba perdiendo. Y así fue. Sólo se permitió un instante para mirar hacia atrás. Esa vista le dio el impulso necesario para cambiar el rumbo, comenzando la aventura que tantas satisfacciones le está dando a día de hoy.
Hablo de María Luz Grau, diseñadora de la firma de complementos MaLuz y que este año presenta su nueva colección aquí, en Con Acento Artesano.
Realmente, MaLuz no da vida a unas cuantas piezas cada temporada, sino más bien unas van dejando paso a otras, casi convirtiendo a la colección de cada temporada en ilimitada, pues la producción de nuevos diseños es constante e imparable. Además, dado que no gusta repetir diseño, sus complementos se tildan de únicos y se acentúan de exclusividad. Esta característica no es impuesta sino adquirida de manera natural, dado que María Luz necesita crear diseños diferentes, pues no hay dos veces que su mente le pida imaginar con la misma pauta.
Entre las novedades que presenta para este otoño e invierno, hemos podido ver piedras sin pulir ni facetar, dejando la belleza natural de la misma con la rugosidad propia que le confiere su aspecto tosco. También ha hecho uso de ciertos abalorios textiles como son los pompones, que ya comenzaron a verse este verano y que este invierno firmas como Prada y Dolce & Gabbana no han dudado en proseguir dándoles espacio en sus diseños, prolongando su reinado. Estas bolitas de colores han podido verse aplicadas en chaquetas, bolsos y zapatos.
MaLuz la integra en collares, como el que vemos en la imagen, que saltea con piezas rectangulares y redondas, mezclando éste con otro más sencillo de eslabones y calabrotes, luciendo los collares a pares, como mínimo, tal y como marcan las tendencias en moda este 2016.
Con este tipo de accesorio se le aporta un aire boho, o campestre romántico, al estilismo con el que lo combines, además del puntito de color que reanima cualquier look aburrido.
También es tendencia las estrellas de 5 puntas que estampan sueters y vestidos, y que MaLuz ha integrado en sus diseños con piezas doradas y pequeñas, salteadas en broches que te llevan a reflexionar si, realmente, se trata de una colección para este O/I 2016-2017, pues la luz que desprenden y sus colores despistan de la estación del año a la que se ha orientado. Lo cual se agradece, pues rompe con la monotonía de los negros, grises y marrones.
Tras estos pocos párrafos habrás podido percatarte que su manera de crear es divertida y alocada, singular e impactante, sin dejar de lado el equilibrio entre la elegancia y la dosis justa de coquetería. No son sus creaciones precisamente un acúmulo de romanticismo, ya que no usa en demasía los colores tenúes que suelen asociarse con la inspiración vintage y la delicadeza etérea. Su paleta colorista es más bien aguerrida, fuerte, con presencia como vas a poder comprobar en las líneas siguientes.
Collares MaLuz
A pesar de no decantarse demasiado por los tonos pastel, ha incluído entre sus creaciones de cuentas, varios modelos con unos tonos de intensidad media, sin monotonía y con dos lados bien diferenciados pero en consonancia.
Para otros sólo unos tres o cuatro colores han guiando el diseño, ayudándose de pasadores para cambiarles la caída en el talle, y así aparcarlos a un lado del mismo. Consigue un efecto singular especial, distinto del que solemos ver pues, aunque nos puede parecer mal colocado, para nada es así. Fíjate cómo se busca que haga cierto bucle para que tenga determinada apariencia. No se deja caer al azar.
En esta línea los ha diseñado en turquesa y en tierras.
Siguiendo con la senda del color, ahora lo acompaña de un metal dorado en un tono más cercano al bronce quizás por la ausencia de brillo en cadenas, colgantes y eslabones, destacando así el resto de componentes del collar. De nuevo largos con piezas salteadas o, simplemente, con tréboles de borlones.
Que esta temporada, y desde hace otras tantas, está de moda complementarse con, al menos, un par de collares, es algo que no ha pasado desapercibido para MaLuz, por lo que, prácticamente, cada uno de los que ha diseñado tiene un compañero. Mira aquí como la flor de pompones en tono burgundy se conjuga al tiempo con un clásico de bolitas en varios tonos de cierta frecuencia repetitiva a lo largo del mismo y que enmarca al primero.
Los negros también tienen su hueco. Color básico de joyero que no podía faltar en esta colección, creando desde los más sencillos hasta los que se complican con colgantes y otras piezas que hacen que su caída acabe en vértice.
Su preferencia por los largos es bastante clara, pero no por ello deja de realizar gargantillas que son puro capricho. Como ésta donde el turquesa y el coral se mezclan entre ellos en armonía, realzando toda esta multitud una sóla pieza transparente y facetada bordeada en redondo. Ni que decir que mi affaire es más que evidente.
También da vida a otros cortos más sencillos que se montan en cordoncillos negros, de los que cuelgan estrellas que encajan en redondo, salpicando a la una rebujina de distintas cuentas de colores sostenidas por hilos.
Pendientes MaLuz
En pendientes, MaLuz usa un tamaño intermedio, pues ni son demasiado cortos ni tampoco se alejan el exceso del lóbulo. Tal y como veis en la imagen, para la sesión de fotos, la diseñadora colocó de una forma divertida sus pendientes, reposando, cada uno de ellos, sobre el pecho tal y como si fueran galones militares. Y sin faltar la pose.
Desde lágrimas, que igual que te sirven para una boda te los encajas con un traje de flamenca, si eres de las que no necesitan aretes para sentir los lunares, hasta pendientes más pequeños pero no por ello discretos.
Entre mis favoritos están éstos que os dejo en la imagen inferior, donde su belleza radica en su rugosidad de la que os hablé al principio. Y que resalta gracias al contraste que se crea con el resto de piezas pulidas. Observa como una de ellas parece tener forma de corazón.
Pero no sólo pendientes y collares son los ejes de sus colecciones, también realiza, aunque en menor medida y, prácticamente, por encargo, peinecillos y peinas con la intención que no le des un solo uso. Le gusta encontrar el lado práctico de las cosas, de ahí que sus diseños posean cierta versatilidad, pero con medida. No todo va con todo.
Para la pequeña colección que ha creado esta temporada, ha combinado las clásicas bases de ramitas con hojas jalonadas de piezas nacaradas.
También ha hecho uso de otro tipo de bases, troqueladas, para más señas, creando así peinas pequeñas donde se evidencia que su imaginación se desliga de lo habitual y clásico, guardando en una perfecta combinación, tanto color como de intensidad cromática, piezas como éstas.
Pocos son los peinecillos que me mostró de su nueva colección, que realiza tanto para novias como para invitadas que prefieren este tipo de tocados a otros de mayor evengardura con sinamays y plumas. Pero lo que pude ver, reiterándome que me supo a poco, me resultó suficiente para conocerla también en este otro tipo de complementos.
¿Te ha gustado alguna de sus piezas? Pues corre que te quedas sin ella. Ya sabes que son únicas y no repite.