No fueron las únicas primeras veces. Hubo más. Como la de Susana Zamora, que pisaba por primera vez la pasarela de SIMOF con su colección de amazonas. La de Pilar Rubio, que conseguía que, por primera vez, se torearan flamencas en pasarela, a manos del maestro Padilla. La de Atelier Rima, que ha sido la primera firma de moda flamenca que presenta una colección joya, digna de museo, cuyos bordados y aplicaciones de punto, entre otros elementos, están realizados a mano por la propia diseñadora. Su tiempo le ha llevado, por cierto, no menos de 20 años. La de Carmen Vega, que, por primera vez, presentaba una colección más romera, más rociera, que flamenca. Lista de primeras veces a las que sumar la de las hijas de Loli Vera en SIMOF, Elena y Patricia, que toman el testigo que les dejara su madre y nos dejan claro, en su primer desfile en SIMOF, la doble línea creativa que tendrá, de manera estable, a partir de ahora la firma.
Junto a estas novedades, mostraban sus propuestas en pasarela Agus Dorado, Amalia Vergara, Inma Benicio y Sergy & Tapiju, firmas hasta hace poco emergentes que se van consolidando en flamenca y formaron parte del programa de la pasarela para este sábado de SIMOF, como suelen hacerlo Carmen Latorre, Cristina Vázquez, Yolanda Rivas, Sonibel, De Lunares y Volantes, Leticia Lorenzo y Molina, Moda Flamenca.
Agus Dorado: Bugalú
Su colección se encargaba de abrir una jornada intensa, de las más largas en este Salón Internacional de la Moda Flamenca. Y lo hacía con la elegancia que le denota en una explosión de color en toda regla.
Amalia Vergara: Mi órbita
En su colección se apreciaba cómo su estilo bien puede encuadrarse en aquellos que aúnan, con armonía, tanto tradición como innovación.
Atelier Rima
Esta es la característica principal que la ha definido siempre y en torno a la que ha girado toda su nueva colección. Siempre ha tenido una forma muy especial y cuidada de interpretar a la flamenca, pero, quizás sea este año, tras este periodo de ausencia de volantes, en el que hace mucho más hincapié en esta fusión de culturas. Y lo hace elevando al máximo el trabajo artesano. Desde la propia elaboración de los tejidos, a base de labores como el bordado y el calado, haciendo que cada pieza sea una verdadera obra de museo, o al menos para conservar eternamente. Hasta la elaboración de esos vestidos fluidos de aires canasteros que imagina, a los que carga de preciocismo, en su justa medida, en cada una de sus puntadas.
Carmen Latorre: Hilo invisible
A Carmen Latorre le avalan décadas de experiencia que acicala, desde hace ya algún tiempo, con las inoovaciones que marcan las tendencias, dando como resultado diseños extraordinarios. Y es así tanto en lo que respecta a la perfección en costura, como al equilibrio necesario entre flamenca clásica y actual que la firma consigue. Tal y como puede verse en el uso de enaguas de lunares o al tono del traje, para recrear ese vuelo maxi de seseo coqueto y elegante en movimiento, que caracterizan a sus trajes de flamenca y que tan en boga está.
Carmen Vega: ¡Porque la vida sigue!
Una colección imaginada por y para El Rocío, para esos momentos de camino y de aldea, en los que toca rememorar lo ya vivido mientras se ondulan volantes que, poco a poco, te van acercando a la ermita, con la vista puesta en todo lo que aún queda por vivir.
Por eso, sus vestidos y faldas se vuelven canasteras, se acortan, se alargan, se abren y se cargan y descargan de metros de tejido para cumplir su cometido. Línea creativa para la que opta por mantoncillos clásicos, rematados con volantes o con flecos y que se agarran con cinturón a juego sin restar comodidad.
Cristina Vázquez: Contigo
Y que puede advertirse en sus siluetas en evasé, canasteras y sirena, salpicadas de metros y metros de micro volantes para esos vuelos aupados con enaguas abundantes. A contracorriente de lo que se ha visto en gran parte de los desfiles de flamenca, pero ya sabemos cuánto le gusta a la diseñadora el volumen. Eso sí, en tul, que llegó para quedarse y hacernos la vida flamenca un poquito más fácil y ligera, tal y como mandan los cánones del XXI.
De Lunares y Volantes: Candela
En su nueva colección de rojo y frambuesa, recrean flamencas de talle bajo y silueta lápiz, para sus formas ultrafemeninas que tanto le caracterizan. Y en las que sus volantes se mueven al compás del tul y de los flecos que prenden de puños, vuelos y escotes interminables. Elementos que junto a drapeados y transparencias, conforman esa flamenca del XXI que siempre imaginan.
Inma Benicio: Cromoterapia. El color de las emociones
De flamenca clásica con suaves actualizaciones en cada temporada, repite esos cortes que le funcionan y que tan bonito le quedan. Pero se adapta a la temporada 2022, tornándose este año discreta en vuelos y enaguas, creando así trajes de flamenca propios de casetas concurridas.
Leticia Lorenzo: Pretty
Evocando a cada uno de los estilismos estrella en Pretty Woman, como ya hiciera hace años Sergy Garrido, ahora llamado Sergy y Tapiju, con la serie de tv Sexo en Nueva York, se ha creado la nueva colección tan multicolor como lo fue el vestuario de la película, por lo que también igualmente variada.
Loli Vera: Renacer
Los estilismos aflamencados han tomado posición destacada en esta vuelta de la firma, en la que la segunda generación toma el legado de su fundadora. Y lo hacen creando sus propios volantes, sin perder de vista los que han caracterizado siempre a la firma de moda flamenca.
Molina: Molina 2020-2022
Como viene sucediendo desde hace unas temporadas, los fichajes breves de diseñadores emergentes han conseguido revitalizar los volantes de esta histórica firma, adaptando, poco a poco, su flamenca clásica a la flamenca actualizada.
Pablo Lanzarote: Mi abuela Paca
Y su primera colección flamenca ya tiene nombre. Ya la hemos visto y disfrutado, como no podía ser de otra manera, en clave de lujo y elegancia. Por lo que te topas con aplicaciones en paillettes sobre satén de seda, escotes lágrima para cuellos caja, volantes de enaguas al contraste, aberturas interminables y destellos en guipur. Son sólo algunos de los elementos que ha usado para crear sus flamencas de alta costura, sus flamencas de fiesta, ya sean de día, ya sean de noche, en las que se denota su sello en moda.
Pilar Rubio: Ruido
Como ya es habitual, iniciaba su desfile en pasarela con una mini colección de amazona, para el camino o romera, según prefieras. A la que seguía, por supuesto, sus lunares, flores y lisos, que este año se dibujan en uno o dos volantes de capa, que junto a los tonos ocre, han sido las principales preferencias de la firma para la temporada.
La colección que ha presentado contaba, además, con una tercera línea de moda, la de los estilismos aflamencados para invitadas perfectas, que intercalaba en un desfile con un cierre de lo más singular: los pases toreros del maestro Padilla a su hija, vestida en silueta sirena flamenca de volante de capa. Estos serían, por primera vez en pasarela, los que dieran por finalizados desfile y tarde del sábado de SIMOF.
Raquel Bollo
Toda una sorpresa su primera colección flamenca. Sus justos vuelos y lunares maxi marcaban esta colección de trajes de flamenca, cuyos volantes permiten la versatilidad de estas prendas, posibilitando el uso para otros compromisos que sean los no feriantes. Lo cual se agradece y mucho.
Con alguna que otra idea más a destacar, no quiero dejar pasar ese vuelo de capa cuajado de volantes sin ondular, ni tampoco ese otro con lunares de colores desde la cintura para un estilismo de tirantas. Son detalles que nos dejan, al menos a mí, con las ganas de conocer una próxima colección. Con esa curiosidad sobre cuál será la continuidad de esta línea creativa que, de momento, defina a esta nueva firma que irrumpe en flamenca y que lo hace en su propio estilo.
Sergy y Tapiju: Juanita
En los trajes de flamenca de su nueva colección, se mezclan flores con lunares y se escotan estilismos en corazón, gracias a los bustiers que aflamencan con coquetería y que sirven de hilo conductor durante todas las propuestas presentadas.
Sonibel: No&Do – No me ha dejado
En una colección atemporal, variada y muy completa, sus flamencas se dibujan en evasé, con volantes al hilo, unas veces, y en esos que suben y bajan para darle alegría al talle, otras. Haciendo, por tanto, que sus trajes sean ese básico imprescindible para cualquier armario feriante.
Susana Zamora: Tu despertar
En su primera experiencia en SIMOF, aparcó el aspecto flamenco de la firma, para mostrarnos sólo su línea amazona. Sus propuestas, enfocadas a las fechas romeras y a la equitación, dejaban entrever algunas de las tendencias actuales en moda, como la camisa con lazada al cuello inspirada en los vestidos camiseros de los 70, entre otras.
Yolanda Rivas: Resilencia
De volantes y con mucho color, los trajes de flamenca de Yolanda Rivas volvieron a pisar la pasarela de SIMOF. En la mostraba lo que busca toda flamenca en un traje, por lo que pudieron verse una gran variedad de tipos de talles, vuelos y largos de mangas. Así, en una misma colección, pasábamos de flamenca clásica a la actualizada continuamente, en lunares, encajes y estampados, sin desviarnos mucho de la paleta cromática básica y clásica en flamenca.
La jornada al completo cundió y mucho. Veáse la diversidad de estilos y momentos feriantes, romeros y ni lo uno ni lo otro quedaban más que cubiertos de propuestas. A lo que se añade el factor novedad en cuanto a nuevas firmas y primeras colecciones, junto a esa adaptabilidad más que sopesada, de las de siempre y las emergentes al después de todo lo ocurrido, con esa inclusión casi general de estilismos flamencos para eventos sociales. Lo cual es un claro ejemplo que la flamenca, a pesar de todo, vive un momento de explosión en positivo, reafirmando creatividad y evolucionando al igual que lo hacen los tiempos.