Rocío Romero, Laura Díez, Javier Ordóñez, Álvaro del Rey, Beatríz Benítez y Mar Trujillo finalistas WLF2020
Un año más los primeros volantes de la próxima temporada ya han podido verse bajo el prisma de la osadía, la novedad y el movimiento inquieto de aquellos que comienzan a dar puntadas en moda flamenca. Son, como es habitual, los imaginados por aquellos afortunados semifinalistas del certamen de noveles de We Love Flamenco, que suma una edición más. Y, ¿quiénes son los finalistas de We Love Flamenco 2020?
De un total de diez aspirantes sólo han pasado seis. Para ellos, para esta media docena de optantes al premio, ya ha comenzado la cuenta atrás para su final, la correspondiente a la próxima edición de We Love Flamenco, que tiene como principal novedad que vuelve a integrarse con la pasarela. Por lo que estos volantes acariciarán otra vez las tablas enmoquetadas del Salón Real del Alfonso XIII el próximo 15 de enero.

La semifinal se celebró dentro de la programación de desfiles de la Feria de la Moda, pasando a tener lugar en la mañana del domingo en vez de al inicio de la misma, formando parte de la inauguración.
Entre los componentes del jurado, y echando de menos la presencia de Ángeles Verano en el mismo, se encontraban, entre otros, la diseñadora Carmen Acedo, con más de 30 años de experiencia en moda flamenca, y el diseñador Jonathan Sánchez, creativo de Ventura, cuya pequeña trayectoria es de lo más nutrida e interesante, propiciando que las opiniones en cuanto a lunares y volantes fueran de lo más diversas y dispares, lo cual enriquece el criterio y las decisiones tomadas.
El estilo flamenco en liso ha imperado entre las propuestas presentadas en tonos como el amarillo y el clásico negro y rojo, los cuales, hay que decir, que no han invadido todos y cada uno de los looks, lo cual se agradece.

Así los diseños en amarillo, uno con más volantes que otros, tenían en común tirantas al hombro, diferenciándose en el mayor escote de uno a otro y en la elección de un moteado sobre rosa para el juego de contraste y el infalible morado para el limón. Haciendo uso del mismo en enaguas. El primero de Inés Ferreti y el segundo de Laura Diez, quien ha llegado a la final.

En la mezcla entre el ónix y el carmín se situaban tres trajes de flamenca. Uno de ellos cerraba el desfile, el de Mar Trujillo, también finalista, y que defendió su participación con un sencillo talle bajo de un solo volante y escote generoso de estilo ojal ovalado.


De sobre vestido rojo y nesgas cuajadas de volantes, Rocío Romero conseguía con su flamenca clásica de aires setentero su presencia en la final del noveles de We Love Flamenco, quedándose fuera una de mis diseños favoritos de esta semifinal, el de Mar Avivar, quien en su segunda participación y con un diseño de contrastes claros y oscuros en los volantes, de los que se colocan al hilo con cuerpo y embellecidos en satén, no se ha hecho hueco a pesar de presentar un buen diseño.

Con similitud, pero en un cariz más clásico, en el que el volumen se ‘lunarea’ y se tiñe en blanco y en negro, todo un capricho de la correcta flamenca, el de Javier Ordóñez, se hace con su plaza de finalista, el que le dará la posibilidad de volver a desfilar este diseño y el resto de la colección cápsula con la que opta a llevarse el galardón.


Continuando con los lisos, y en tonos plateados y bronces, en ese textil que brilla por sí solo, Esperanza Aguilar arriesgó con su propuesta pantalón de volantes a lo flor abierta y no pudo ser. Su nombre no fue elegido finalista. Aunque sí el autor del otro traje de flamenca, Álvaro del Rey, con un traje de flamenca de volumen muy, muy comedido, silueta marcada, ondulación suave de volantes y no demasiados, los justos.

Tan sólo uno de los diseños incluía asimetría. Tomad nota y estad atentas para ver cómo evoluciona este elemento en la nueva temporada. Flecado y en celeste, de cinturón de lunares con hebilla, la propuesta de Vanessa Guillén tampoco superó esta criba y quedó fuera con un traje de flamenca sencillo y atemporal, perfecto para las ferias y romerías de verano.

De todos sólo uno se cuajaba de flores, el de Beatriz Benítez que ha probado suerte por segunda vez y vuelve a estar, de manera consecutiva, en la final, gracias al caprichoso estampado que mezcló con lunares, a los que dio uso en el remate de volantes a modo de tiras bordas que reposaban sobre vuelos de tul sin carruchas. Siendo su creación una de las que más me han cautivado en esta edición.

Con ganas ya de ver el resto, toca esperar y ser paciente mientras los volantes van tomando forma de trajes de flamenca de emergentes, ésos a los que les queda mucha historia por contar. A todos, finalistas o no, gracias por crear moda de volantes, por realizar trajes de flamenca como éstos que enriquecen los sentidos. ¡¡Suerte a todos!!