El último día de We Love Flamenco estuvo caracterizado por la singularidad de los tres desfiles que pudimos ver y su puesta en escena. Foronda se hizo acompañar de Roberto Díz, Rocío Peralta llenó la pasarela de color con complementos peruanos, con esos tonos vivos y, a la vez, feriantes por antonomasia, y Sánchez Murube se encargó de versionar en flamenco la Dolce Vita, dando un cierre a la italiana. Que Dolce & Gabbana se inspiran en lo nuestro para sus nuevas colecciones, no hay problema. Sánchez Murube acaba de demostrarles como los aires flamencos también se versionan a la italiana. ¡¡¡Ay, si casi todo lo tenéis en la bota!!! ¿¿¿Para qué os venís a la carita???
Fue una tarde cortita pero intensa, llena de nuevas y refrescantes propuestas, alternativas todas a la opción estable y constante de la flamenca de siempre. Tan breve fue que me supo a poco, pero como este año, en la quinta edición, la Golden, más que un adiós We Love Flamenco se despide con un ‘hasta luego’, por aquello que comienza ‘Viva by WLF’ en unas horas, la marcha del hotel Alfonso XIII ha sido más dulce.
Foronda: Primavera Floral
A quien más a quien menos el nombre Foronda le suena o al menos tiene eco en sus oídos. Hace trajes de flamenca, pero ha sido con sus mantones y mantillas blancas con las que ha querido aparecer en pasarela. Precisamente con sus productos más representativos y que lleva confeccionando desde hace casi un siglo.
Suele ser habitual que en estos desfiles las modelos sólo vistan el mantón, al que mueven con cuidado para que no caiga. Apenas unas flores y unos pendientes complementan el estilismo. Pero Foronda nos ha mostrado sus bordados de manera diferente. Se atreve a unir vanguardia y tradición para un mismo desfile, haciendo que las novias con volumen y de personalidad fuerte que diseña Roberto Díz se vistan con sus flecados bordados, ésos que surgen de sus talleres desde hace décadas.
El resultado ha sido más que vistoso y, sin duda, fantástico. Que los mantones en las bodas no se limiten a las invitadas y madrinas y que sea la novia quien se apropie de ellos, es algo que renueva sin estridencias la imagen de una novia.
Peralta: Pariwana
Y con ella llegó el color, la alegría comedida, con su elegancia y saber estar, para una flamenca que destaca por la caída de tejidos, la mezcolanza de tonos y los elementos no flamencos que sí peruanos, pero ‘bien colocaos’.
Rocío Peralta nos sigue insistiendo en traernos lo mejor del otro lado del charco hasta aquí, aunque más bien, lo que hace, es mostrarnos cómo dejamos huella en la indumentaria de allí, representativas ambas de la alegría de vivir que poseemos las dos culturas. Flamenco o Pariwana en peruano es el compendio de trajes de flamenca que nos presenta Rocío Peralta, con talles más bien altos, vuelos canasteros, en su mayoría, o bien simplemente fruncidos agarrados por costuras al cuertpo del traje que se combinan con mangas largas.
Los chalequillos y sombreros que impusieron los conquistadores a los nativos vuelven a casa para aflamencarse junto a ponchos y chullos, gorritos de lana que tapan las orejas, propios de las zonas de sierra peruanas. Rocío Peralta añade cinturones que caen de un lado por el peso de los borlones de colores, en consonancia con la algarabía colorista de la que ha impregnado cada uno de sus trajes en su nueva colección. ¡¡Todo un deleite para los sentidos!!!
Sánchez Murube: Dolcevitosa
Tomando como referencia a la famosa película de Fellini, ‘La Dolce Vita’, Sánchez Murube versiona en flamenca a todas las mujeres que se relacionan con Marcelo, protagonista de esta loca historia sin trama, para crear su colección ‘Dolcevitosa’.
Así el glamour y los estilismos de los años 50, las siluetas lady like y los cuellos halter, ayudados de gafas de sol esquinadas, guantes de piel hasta los codos y perlas, invaden las propuestas de lunares que en esta edición nos trae Sánchez Murube hasta el Alfonso XIII.
Siempre es un placer disfrutar de sus colecciones. De cómo una temática la hace suya a través de sus volantes y de la fidelidad con la que plasma la esencia que le inspira. Aquí, con sus nuevas propuestas, me atrevo a decir que Sánchez Murube es nuestro Dolce & Gabbana de la moda flamenca. Tiene el ingenio suficiente como para imaginar cualquier cosa que vea en vuelos de capa moteado de lunares.
Para muestra este traje, propio de las divas del celuloide italiano con el glamour propio de alfombra roja en Cannes o en los Oscar de Hollywood. Es un dos piezas cuya falda recuerda, perfectamente, a esos patronajes de vestidos de noche en el que el tejido se ajustaba en lápiz al talle, para dejarse querer detrás por un bucle que hacía las veces de cola, asomando por un lado más que por el otro.
Gracias Sánchez Murube por cerrar, una vez más We Love Flamenco. Gracias por hacernos vibrar con tu manera de colocar volantes. ¡¡¡Es todo un lujo poder verlos en movimiento un año más!!! Y gracias, cómo no, a Go Eventos por estos 6 días de moda flamenca y por los otros cuatro que están por llegar y que comienzan hoy mismo, 24 de enero.