Foronda, María Ramírez, Victoria García, Vidal Carballo, Atelier Rima, José Manuel Valencia, Sonibel, Rafael Leveque, Ana Vázquez, Nueve, Johanna Calderón y Mario Gallardo en el desfile benéfico de la Hermandad del Rocío de la Macarena
Este año tocaba volver a Alfonso XIII para respirar, de nuevo, volantes, más trajes de flamenca 2019, porque los de enero siempre saben a poco. Esta vez sin moqueta, sobre las tablas del Salón Real, que no crujen cuando el caminar y el volanteo les pisan y acarician, sino que van dando sones aflamencados por sevillanas. Porque, otra vez, volvieron a peinarse con volantes y lunares, los que se congregaron para un desfile benéfico de moda flamenca que ya tiene historia. Es el que, cada año, organizan los padrinos de carretas de la Hermandad del Rocío de la Macarena con el apoyo de la revista Escaparate y que se suma como una cita más, pero especial y diferente, al calendario de moda flamenca.
Se sumaron a este acto un total de 12 firmas flamencas, una de ellas infantil, una gran parte con paso previo por las principales pasarelas que inician la agenda de desfiles de moda flamenca. Todas reservaron un pequeño ramillete representativo de sus lunares y volantes esta temporada para pasearlos, de nuevo, aquí.
También he podido descubrir alguna que otra firma, como las de Vidal Carballo y Ana Vázquez. Ah, por cierto, también hubo quien tuvo que diseñar para este desfile, pues, prácticamente, su colección, la tenía vendida. Es el caso de Victoria García, por lo que me dio la oportunidad de conocer más diseños nuevos de su colección ‘V’. Como, por ejemplo, éste en el nuevo negro, el azul marino, decorando el talle con bordados en diversas tonalidades y versionando los vuelos de talle bajo en canasteros, sin faltar sus amazonas de capa y sus estilismos de pantalón para blusas flamencas.
Pero serían la serenidad, armonía y equilibrio de ciertas prendas que ya se han agenciado de eternidad, pase lo que pase, en forma de bordados flecados, quienes iniciaran este desfile. Se trata de los mantones de Juan Foronda, que los presentaron como vestidos para flor, peina y zapato de salón.
Poco después, la versatilidad de los estilismos de largo Marisol y de los dos piezas en pantalón de María Ramírez les siguieron, conformando un extracto de su colección ‘Carmen’, donde el rojo, el blanco y el negro, junto a los lunares, son los protagonistas.
Y, como ya comentaba al principio, fue todo un descubrimiento para mí las costuras flamencas de Vidal Carballo. Con diferentes texturas, caída dulce y cuerpo recio, su destreza con la aguja delimita seseos del talle en tonalidades suaves, preponderando el blanco, uno de los tonos tendencia de la temporada.
Continuando esta elegancia flamenca con Atelier Rima y sus reinas lituanas que arribaron por el Alfonso XIII, hotel de reyes, encontrándose cómodas, por cierto, entre los tapices del Salón Real, paseando sus volantes de satén de seda con ese lujo refinado propio de zares del que este año la diseñadora ha querido impregnar sus trajes de flamenca. Satenes y sedas para vestir volantes de coquetería zíngara.
Con rojo y negro, con pailletes, o sea, lentejuelas, y moteados, José Manuel Valencia imagina algunas de sus flamencas de volantes al hilo para esta temporada 2019, homogeneizando así este pequeño ramillete de su colección que trajo para este desfile.
Tampoco faltaron los trajes de flamenca adaptados para la lactancia que Sonibel ha incorporado esta temporada entre sus creaciones. Toda una sorpresa que normaliza este momento único entre mamás y bebés.
De vuelos evasé al contraste en estampados y haciendo un mix and match de tejidos para realzar nesgas, imaginaron sus sirenas flamencas, que se acompañaron de otros tantos estilismos para amazonas rocieras.
En un estilo clásico de mayor o menor volumen, Rafael Leveque participó en este desfile benéfico con propuestas para armarios flamencos de carácter básico, por lo imprescindible, y atemporal, por aquello que buscan la eternidad en prendas de lunares y volantes.
Con la diseñadora Ana Vázquez, que pude conocer en este encuentro de moda, las flores y lisos en flamencas con el sabor de siempre, para canasteros y vuelos de capa, dibujan un volanteo cómodo y caprichoso.
Tras ella, y casi acabando este desfile de padrinos de carretas de la Hermandad del Rocío de la Macarena, la firma Johanna Calderón también quiso estar presente la cual, siguiendo tendencias, como el talle alto para dos pares de volantes al hilo o las mangas farol con reminiscencia ochentera, recrea el glamour de finales del XX mientras se deja alumbrar por las lámparas de araña del Salón Real del Alfonso XIII a la vista de los asistentes.
Sería Mario Gallardo quien diera fin al desfile, a base de coronas y bandas para sus trajes de flamencas principescas. Sus trajes de lunares y volantes para sangre azul, se han diseñado con volumen al vuelo para rizados al aire en zigzag, aupados por enaguas en rojo que realzaban cada uno de sus trajes de flamenca.
Así se resumía una tarde flamenca, con el encanto propio y el buen sabor que queda tras un diverso deleite de volantes, pudiendo palpar la variedad de estilos que pueden concentrarse este año el Real y que son prueba de cómo late la moda flamenca actual. Seguro que entre estos diseños está el tuyo o, al menos se le parece.