Los trajes de flamenca canasteros en Sevilla tienen dueña, pues casi tres décadas imaginando textiles fruncidos dan derecho a ello. Natural de Triana, su tesón y constancia ha llevado a su firma a situarse entre las más reconocidas de Sevilla, haciendo del traje de flamenca canastero su seña de identidad. Carmen Acedo ha sabido respirar esos aires onubenses que, de manera innata, emanan de este tipo de trajes de flamenca para, después, insuflarlos a sus textiles, haciendo que un vestido como éste se adapte al caminar por terreno urbano.
Realiza un estilo canastero más bien clásico, pues sus trajes de flamenca no se sitúan ni entre los vuelos desmesurados, casi horizontales, ni tampoco es de los que recurren a volantes con cuerpo colocados más allá del lugar designado para ello, la falda. Eso sí, hace uso de ciertos recursos de costura que renuevan los trajes de flamenca canasteros de una manera discreta.
En su origen, este tipo de traje, el canastero, era, y es, de los imprescindibles en toda romería que se precie. Debido a la comodidad de los diseños, al poco peso que tiene, a pesar del vuelo, gracias a los tejidos con los que se diseñan, algodones, preferentemente, y por la frescura y practicidad de este textil.
Hace ya bastante tiempo que los canasteros dieron el salto de la Raya Real al Real de la Feria, y eso les ha valido unirse a la lista de los estilos de trajes de flamenca que puedes ver tanto en Ferias como Romerías que se celebran.
Además, como cualquier otra prenda en manos de un diseñador, los trajes de flamenca canasteros imaginados en Sevilla tienen un sabor diferente, lo cual aporta cierta renovación a este estilismo feriante.
Los trajes de flamenca canasteros de Carmen Acedo, que son los que nos competen aquí, no huelen a arena y sal, más bien desprenden aromas a tierra mojada, a arrozales y a agua dulce, pues no les mece la brisa marina sino los vientos suaves que acarrean las mareas del Guadalquivir. Sus canasteros tampoco sueltan arenas del camino cuando se sacuden al andar sino albero feriante, esas areniscas amarillas que se extraen de la comarca sevillana de Los Alcores y que también llevan un poquito de mar sevillano, pues, gracias a su formación hace 5 millones de años, entre sus componentes se aprecian pedacitos minúsculos de conchas marinas.
De esta manera, a Carmen Acedo sólo le ha quedado añadir su personalidad, su tremendamente coqueta manera de mirar a una flamenca, de aportarle esa elegancia tan femenina y sutil que tienen sus onditas al aire. Pues cuando sus sirenas se contonean lo hacen de una manera diferente, muy particular, rozando con descaro esa timidez romántica cuajada de la ilusión del primer amor.
A priori el traje de flamenca canastero puede resultar ser un estilo con pocos cambios, pero ella demuestra que esto no es así. Sí, el vuelo es un solo volante que va acercándose al suelo, a medida que sus textiles fruncidos se van cosiendo al hilo del anterior. Pero, da tanto juego este montaje de piezas y lo que se le puede añadir, que surgen infinitas posibilidades.
Desde hacer una mezcla de tejidos y colores, llamados mix and match, hasta delimitar cada pieza con la ayuda de aplicaciones como piquillos, pasacintas, madroños, tiras ‘bordás’, cintas de terciopelo, encajes de bolillos, carruchas, o bien atravesarlas con volantitos pequeños o grandes, superposiciones y demás.
Mira éste, por ejemplo, en el que el vuelo consta de 5 piezas, en vez de las 6 habituales, igualando en tamaños tres de ellos en pequeño y dos en grande. De manera que utiliza las más reducidas para rematar el vuelo y situarlas, también, en el centro de las mayores. En un orden similar volantea las mangas de este traje de flamenca. ¡¡No puede ser más bonito en este tejido floral de tonos pastel!!
Para este rojo, color tendencia del 2018, por mucho que Pantone le asigne el reinado al ultravioleta, la combinación de texturas y estampados, además de conseguir el vuelo de una manera singular, a base de multiplicar las minúsculas tiras acabadas en carrucha, que indican el comienzo del último fruncido, se alternan con lunares y bolillos, para añadir ese toque ochentero.
Pero la falda de vuelo versada en canastero no es la única opción de la firma. Dado que un solo volante de capa se le asemeja, aunque no lo iguale, es otro de los tipos de volantes que acaparan sus diseños, sobre el que también existe una variedad de combinaciones interesantes. Y si no mira cómo aquí añade volantes en vertical y con diferente tamaño de lunar para crear un juego de vuelo como el que ves en tan sólo dos colores, celeste intenso y marsarla.
O este otro en el que mezcla canastero y de capa, creando un capricho flamenco de los que giran cabezas al pasar en esos paseos, entre caseta y caseta. ¡¡Simplemente bello!!
El talle también ha sufrido alguna que otra incorporación entre sus diseños, pues, aunque suele ser habitual el bajo, he podido ver otras propuestas, que se me antojan perfectas también para El Rocío. En ésta se suceden los volantitos menudos desde un talle alto de los que comienzan en las caderas, no en la cintura.
Otra novedad incorporada, poco vista en pasarela y que me ha gustado mucho, la subida de la cintura. Su propuesta se sale de los sus conocidos diseños, pues se basa en un traje de flamenca de dos piezas, en el que el vuelo se marca por tres volantes al hilo para un falda cuya cintura sube hasta la adecuada en vestidos de corte imperio. Se les suele llamar faldas de talle alto o de cintura alta. Tomad nota porque puede prodigarse el año que viene entre las colecciones flamencas.
El año pasado Carmen Acedo nos sorprendía alternando sus canasteros con propuestas setenteras y de volantes al hilo. Este año, los vuelos desde la cintura han desaparecido y han bajado hasta las caderas, homenajeando a las flamencas de los años cuarenta, con tejidos que se fruncían a la vista y se decoraban con mini volantes al hilo y en zig zag.
Caléndula, nombre de su colección, ha venido a ser este 2018 una reafirmación de la firma en su feudo canastero, del que, indudablemente, es dueña y señora, pues nadie como ella para imaginar en Sevilla con plumetis, gasas, algodones y linos, trajes de flamenca canasteros con ese sevillano aire que ella les da. Y que han vuelto a ser los principales protagonistas de sus bocetos flamencos.
Como siempre, dado que es una de las principales firmas de moda flamenca en la actualidad, el asistir a su desfile en We Love Flamenco es obligado si quieres saber por dónde pisan las tendencias flamencas cada temporada. Forma parte de esa selecta lista que introduce, inspira y guía la actualización de este traje regional sometido a moda. Pues, su manera de dulcificar un estilismo, en principio dominado por su carácter práctico y cómodo, ya que es una indumentaria que se utiliza en romerías para caminar largas jornadas o realizar trayectos en charré, la sitúa en un lugar privilegiado entre los diseñadores de moda flamenca. ¡¡Qué bonito es ver cómo se mueven tus trajes de flamenca canasteros!! ¡¡Gracias por imaginarlas Carmen Acedo!!