Hay diseñadores que poseen ciertas inquietudes más allá de la creatividad, la cual no supone más que un medio de expresión para interpretarlas, para darles voz en forma de tejidos y color. Digamos que su objetivo primordial se comprende de una multitud de ‘subojetivos’, pues necesitan ir un poco más lejos con sus diseños. Éstos no son simples elementos para embellecer el cuerpo sino una extensión de la propia personalidad. De una manera de ser positiva, con apertura de mente y con ganas de disfrutar cada minuto del hoy por si el mañana no llega. Así es Vallillas.
No sólo pretende diseñar, quiere aportar algo más. Busca propagar su filosofía de vida, que es también la de una gran mayoría, siendo para ella la aguja y el hilo el vehículo perfecto para contagiarte de ella, para comunicar su conceptualización del mundo, ésa que comulga con todo aquel con aspiraciones a ser libre. ¿Acaso existe alguien que no quiera serlo? Y lo hace colocándose tras de tí, con una amplia sonrisa mientras disfrutas de lo que ves, de sus diseños pisando pasarela. Eso sí, Vallillas se queda en un risueño y discreto segundo plano mientras esto ocurre, pues lo último que querría sería restarle protagonismo a sus prendas. Así, de este modo, con un cuidado meticuloso, coloca delante tuya todo aquello que imagina.
Su intención es que veas a través de sus ojos, abiertos como platos, expectantes a todo lo que ocurre para empaparse de la cotidianidad, para que puedas entender para qué y por qué diseña lo que diseña. Para resaltar esas pequeñas cosas que nos hacen la vida más bonita e intentar desprenderte de aquellas que malgastan tu energía y tiempo. Pues Vallillas, simplemente, es una actitud ante la vida y la moda.
Por esta razón recreó en la Pasarela New Models el bullicio de una calle cualquiera en una ciudad cualquiera, donde el discurrir habitual se orquesta en reencuentros, despedidas, conversaciones, muestras de afecto o, sencillamente, entretenerse mirando desde la silla de una cafetería cómo pasan estos momentos. Para Vallillas es la moda el medio perfecto para comunicarse con el mundo, su forma de hablar contigo y de contarte cómo idean lo que idean.
Y todo ello unido a la filosofía que ha guiado la colección ‘Carpe Diem’, o aquello de aprovecha el momento presente sin esperar el futuro y que, quizás, sea un lema que siempre ha estado ahí, en la propia idiosincrasia de la firma, siendo ahora, en la presentación de su última colección, el instante que necesitaba para revelarlo con contundencia. Consiguiendo también provocar esa reflexión inmediata tras el visionado de su desfile como si de una película de culto se tratase.
¿Y Carpe Diem? ¿Qué significa? Esta frase del poeta romano Horacio, principal temática del Barroco, Romanticismo y Renacimiento, hace referencia al tiempo, a la fugacidad de los momentos, al uso inútil que a veces hacemos de él por olvidarnos de ser nosotros mismos. Versa, por tanto, de la lucha por nuestros sueños, del aprovechamiento del presente por si el futuro no llega. De vivir y dejar vivir.
Con estas dos palabras que tanto condensan ha bautizado a sus nuevas propuestas, inspiradas en esta idea filosófica que no es nueva para Vallillas. Siempre ha estado ahí. Es ésta la esencia Vallillas, su manera de mirar a su alrededor e interpretarlo que, en cierto modo, hace ya un tiempo viene definiendo en pasarela. Pero ha sido aquí, en Pasarela New Models, donde lo ha mostrado con plenitud, con contundencia, o al menos mucho más definido que en ocasiones anteriores.
Es una colección en la que hemos visto cómo ha unido dualidades, contraposiciones y desencuentros condenados a entenderse desde que todo se originara en El Paraíso. Para Vallillas somos iguales aunque el género nos diferencie, sumándose, sin quererlo, a la tendencia que estamos viendo desde hace un par de temporadas en pasarelas en cuanto al diseño unisex.
Ha conseguido con sus creaciones potenciar, al cien por cien, simplemente el hecho de ser persona, objetivo primordial, sin distinguir si es él o ella. Por lo que afloran tanto el lado masculino en ellas como el femenino en ellos y lo hacen de manera armoniosa, sin estereotipos.
Mira cómo una misma camisa de caballero la alarga para que pueda ser vestido si la lleva una chica o cumplir su clásica función, la de cubrir un talle abotonado si es un chico.
En ellos, en los caballeros, además, se produce un rescate de la monotonía gracias a la dosis femenina que les aplica, abrigándoles de colores y estampados geométricos inclusive en chaquetas y pantalones, poco habituales en los armarios masculinos, para que así capten miradas mientras contagian esa felicidad que quiere transmitir Vallillas.
En toda esa interpretación que hace de la moda bajo el lema ‘Carpe Diem’, muy en consonancia con esa libertad de la que hace uso, de la que disfruta y no se sacia nunca, reina la comodidad, ante todo, con prendas fluidas y con cortes que marcan sin entallar.
Es su manera de alcanzar un nivel de expresión único para ambos, esocogiendo un mismo camino sobre el cuál diseñar. Así, coloca la única falda de la colección, de doble largo hasta los tobillos y con godets a él y chaquetas sastre de un par de botones que resaltan a la vista, a ellas.
La practicidad de su vestuario, compatible con quien quiera vestirlo, es el pilar básico que nos deja claro con ‘Carpe Diem’, sentando las bases del estilo de la firma, mostrándonos así que no se pone límites. O puede que sí se los aplique si nos atenemos a que no crea dos colecciones por temporada, sino una sóla en la que escoger, seas Pepa o Pepe, cuál es tu estilismo favorito. Y eso es lo que identifica y distingue a Vallillas del resto del panorama de moda, entre otros pequeños detalles.
Mi estilismo favorito es el de la camisola con aires de vestido desenfadado para nosostras. ¿Y el tuyo? ¿Cuál es? Difícil elegir, ¿verdad?