Este mes de octubre ha llegado con un Gran Soho Alameda muy variado. Y es que este veraño que estamos viviendo propicia contrastes, como tantos que vimos el pasado domingo en este mercadillo sevillano. Igual topabas con un chaleco sin mangas en piel de Isabel Peinado que con un abanico pintado a mano de Lola Abanicarte.

En las propias boutiques del soho a un lado mostraban prendas de la nueva temporada, mulliditas, en los tonos acordes para abrigarte, como otras tantas de la anterior, de las que te desabrigan para mantenerte fresco. No había más que visitar MC, Oh Carola!, Amelia Díaz, que también contaba con ropa pintada a mano, Carmen Arteaga, Clohe, D’India, La mar de Cuqui, Marsala & Burdeos, Loretto Vitorino, Oliver y Vainilla.

Así que el paso de una estación a otra era fácil conforme caminabas por la Alameda de Hércules a la altura de la Casa de las Sirenas. En bolsitos los atemporales textiles de Hey Virita Hey, que esta vez se dualizan en bolsitos riñoneras, los básicos y clásicos de Romasol, los monederitos tipo limosnera de Lola Delsay, las carteras de mano llenas de color de estilo étnico de Mezztizo, las canastas de papel de Manuel Campos y los que se decoran con siluetas gatunas de Bambola.

Para los peques su mundo se amplía un poquito más en Gran Soho Alameda. En cuanto a ropita El duende de la tienda,  Koala, Lapán-Lapán, Nenitos y Sailum. Por el lado juguetes, aquellos que funcionan con energías renovables de Denki, los elaborados a mano, recreando juegos de toda la vida de Lamaricosi y los calcetines que cobran vida como muñequitos adorables o bebés calcetín de Punto de Cruz Estrella.

Si contemplamos el lado decorativo, para los pequeños reyes de la casa, cabezas de elefante y león tricotadas multicolor para decorar paredes de Milana Bonita, que bien pueden combinarse con los percheros de cuento de Taller Elfos. Para los que cuidan a esos pequeños príncipes, Bricopalet con sus propuestas en madera, las ilustraciones de Mamá Pepita y Jaramagos y La Fabrikería con su manera peculiar de iluminar estancias.

Pero, como te decía, el sector infantil cada vez es mayor en este mercadillo al aire libre. Por lo que no podemos olvidar a los personajes de Loli Fieltro para complementos como coleteros, bolsas de merienda, etcétera, y las chapas de Entropia. Para los bebés es obligado destacar los mordedores de Little Ro y los zapatitos tricotados de La Tararababy.

Ellos, aquellos a quienes su altura mínima les desterró de su trono hace tiempo, también tienen donde concentrar su atención. En las pajaritas de Arréglate Caballero, en las camisas de El Ropero, en los jabones para el afeitado de Las manitas de Lola en ese estilo tan apreciado de los hípsters, en las extravagantes zapatillas Fitkicks, en accesorios de guarnicionería de José Asensio y en ciertos stands gourmets como la Vermutería Palabra de Bar, los Quesos El Majadal, el vino de miel de Arteysano, los dulces libaneses El Cedro.

Ellas, o sea, yo, tú y todas las que acaben leyendo este post, acaparan o acaparamos un poquito este Gran Soho Alameda. Por eso, las oportunidades de encontrar algo que vamos buscando se multiplican con facilidad. Así, por ejemplo, las diademas de novia e invitadas de boda de Creaciones Lisy y de Retocados, los pendientes de plumas de Mia Plumitas, los sombreros de Boho Chipi Hat, los coleteros de El rincón de la sonrisa, los broches de Azularte y las pulseritas de Mi Platera.

Los collares son un elemento muy presente en los estilismos y eso se nota en el amplio repertorio de propuestas. MaLuz trajo al soho collares realizados con piezas facetas que simulan el Árbol de la vida, los de Kerámikos también son largos, pero conformados en piezas de cerámica decorada, y los de Creando flores atrapan la belleza de la naturaleza.

Pendientes no podían faltar a la cita, por lo que veías los de flores de Gemma Hernández, los de coral de Felippa Complementos y otros de Mariquilla del Carmen.

Especial mención los parches étnicos de HM by Virginia, que igual que sirven para colocar en la espalda de una chaqueta, te pueden decorar el cuello a modo de collar babero, junto a las fundas de gafas de sol elaboradas con corcho de Corkstyle.

Algo de calzado había, pero customizado de La Costurería, como también lo eran las prendas de Citizen. Al igual que el rinconcito de la cosmética, vegana para más señas, se situaba en Ringana, muy cerquita de las bandejas de cerámica de Amarillo Chillón, de los envases de Tupperware y de los atrapa-sueños de Belengurimis.

De nuevo la Fundación Benjamín Mehnert en Gran Soho Alameda, recordándonos el triste final que tienen muchos galgos a los que ya no se les quiere para la caza. Junto a ella los otros dos rincones solidarios, el de Pinsapo, que cambia libros por alimentos, y el de ÁPICE, para cuya fundación se celebra, cada mes, el Gran Soho Alameda.

2 comentarios

    1. Gracias a tí por deleitarnos con tus joyas en plata!! Un beso enorme.

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