Iniciar la mañana con una buena dosis de glamour tras el desayuno, despeja la mente y expande los pulmones para poder tomar aire y disfrutar, al cien por cien, de la nueva colección de Malne, la primera de una jornada más que suma propuestas de moda en la MBFWMadrid. Pudimos ver cómo los volúmenes ochenteros y el volante son, junto al animal print, los pilares básicos de su colección con aires étnicos, ideada para una mujer sofisticada.
Le seguía la nueva colección de lencería de Andrés Sardá, en la que el negro se apropia de casi todos estilismos, compitiendo el blanco con azules y grises para protagonizar el resto de propuestas que desfilaron en pasarela.
Tras estos estilismos, volvían, de nuevo, a pasarela las líneas sencillas y abullonados en una misma colección, demostrando que saben hacer uso de ciertos recursos que endulzan sin recargar. Un revival ochentero en toda regla pasado por el filtro del XXI, para así no descolocarnos temporalmente y vernos tal y como toca ahora según la mirada de The 2nd skin co.
Tocaba disfrutar ya de la reaparición en pasarela de Roberto Torreta, en la que la naturaleza se escapa al estilo desestructurado del diseñador e invade todo tipo de prendas propias de cualquier armario. Y lo hace inspirándose en la figura de Anita Pallenberg, musa de artistas y rockeros, por lo que lleva influyendo en la moda desde que se diera a conocer en la década de los 60. Lo cual lleva a un aporte de estilo bohemio a parte de la colección.
Respecto a Custo Barcelona, ir un paso por delante del estilo desestructurado no solo es posible sino obligado. En su nueva colección idea multitud de formas que, igual que ajustan, desajustan con la ayuda de tejidos con brillo, algunos de ellos similares al plástico. La variedad de propuestas que desfilaron en pasarela son de las que se saltan todas las normas de lo acostumbrado en costura, conformando una buena opción por lo diferente y alternativo para aquellas que, sin perder glamour, se alejan de los minimalismos y abrazan, con gusto, todo lo que se sale de lo correcto y cotidiano.Me rindo ante este despliegue de patronaje a lo Shingo Sato, mezclando piezas para formar perfectos puzzles de diseño.
Y recreando ciertas formas japonesas, Devota & Lomba suman a la tarde de moda la integración, con elegancia, del obi, elemento de la indumentaria típica japonesa que se coloca detrás, similar a un cojín, y el sakura, o flor del cerezo. Elementos ambos que utilizan para imaginar vuelos con sus pétalos o simplemente, darles uso decorativo en talles y faldas. La dulzura de los tejidos empleados y la candidez de tonos, conjugados con otros más crudos como el negro y el gris, conseguían ese aire de fragilidad y templanza que emana todo lo japonés.
Casi cerrando la tarde de lunes en MBFWMadrid, Roberto Verino desfiló su colección, en la que dos acontecimientos bélicos que marcaron el siglo XX, I y II Guerra Mundial, son sus fuentes de inspiración. De ahí que los tonos tierra y cacería, junto a la desmesura en prendas y la superposición de éstas, marquen la línea que el diseñador ha creado para otoño e invierno.
Fuera de IFEMA conocíamos las creaciones de María KeFisherman. Su particular visión de la moda fue la protagonista de sus estilismos, en los que el color juega con estructuras imposibles, que no buscan sólo vestirte sino expresar, quizás, el inconformismo o, simplemente, el anhelo por sentirte diferente.
Una tarde de moda en la que, sin duda, contar con la vuelta de Roberto Torretta al programa de desfiles de la MBFWMadrid le daba ese aliciente capaz de multiplicar, aún más, el interés que ya, de por sí, tiene esta cita con la moda. Un lunes de pasarela, para ser exactos, en el que Andrés Sardá, The 2nd skin Co., Custo Barcelona, Devota & Lomba, Roberto Verino y Marina Ke Fisherman mostraron sus nuevas propuestas.
Imágenes Image.net-MBFWMadrid, para Acento Artesano