Cuando se escribe sobre la trayectoria de un diseñador, es inevitable aportar datos y fechas, dado que los acontecimientos se concatenan en el tiempo y, eso mismo, lo convierte en su biografía. Pero, ¿por qué no conocerle de otra manera a pesar de esos datos y fechas? Hacerlo desde sus vivencias, las de Manu Sánchez, las acaecidas en las ciudades que han sido testigo de cómo ha ido evolucionando su particular aguja para dar puntadas y, así, poder dejar de lado, al menos esta vez, la frialdad de un texto lleno de información fechada.
Manu Sánchez y sus 5 ciudades
Tomando como referencia sus ciudades, el comienzo debe hacerse en la acentuada como principal en la vida de Manu Sánchez, y de cualquier ser que sea persona. Me refiero a aquella donde nace: Puente Genil. No es en la que precisamente ha echado raíces, pero sí a la que necesita volver cada cierto tiempo. Allí reside su familia, de la que no ha desconectado ni desconectará nunca por muy lejos que se halle y, en ella también tiene, desde hace unos años, un atelier donde atender a su clientas previa cita. Un sueño cumplido desde que comenzara en esto del diseñar. Razón adicional que engrosa ese cordón umbilical que mantiene con este pequeño lugar cordobés y al que vuelve muy a menudo, a pesar de la distancia.
Es, precisamente, su capacidad de trabajo un aspecto que marca la personalidad de Manu Sánchez y que le dirige en los pasos que da. De hecho, viaja todos los meses desde Valladolid hasta Puente Genil para poder ser él mismo quien atienda a sus clientas. Les mide y les prueba. Y, tras ello, esos trajes hacen el viaje hasta Valladolid con él, así se van empapando un poquito más de su esencia, mientras controla, personalmente, todo el proceso de realización de cada uno de sus diseños.
Cada vez que realiza esta ruta, incluye a otra ciudad que forma parte de su vida desde hace tiempo, Sevilla. Y no por ninguna razón concreta a nivel formativo, laboral o familiar, aunque bien cierto es que parte de su docencia en moda la recibió aquí. Simplemente se enamoró de ella cuando la conoció y ese affaire persiste. Le cautiva su belleza, su gastronomía y la devoción por el Señor de Sevilla y, como con todo lo que ama, necesita verlo y tocarlo de tanto en tanto.
Pero no es Sevilla uno de los pilares laborales de su historia sino Córdoba, siendo también primera localidad en darle una oportunidad en moda. Así, de sus comienzos con su tita abuela Lala pasa a manos de Magdalena Guijo, empujado por su madre… ¡¡¡Gracias Carmen, no imaginas cuánto adoramos ese gesto que tuviste!! Gracias porque fuiste consciente del potencial de Manu Sánchez y de la necesidad de éste por desarrollarlo, animándole a salir de Puente Genil de lo cual te estará el mundo de la moda eternamente agradecida. De esta manera, Manu Sánchez, alentado por su mandre, inicia con esta peletera cordobesa su camino como diseñador.
No tardará en cambiar esta ciudad por Madrid e instalarse allí, donde se moverá en eventos de moda que le abrirán las puertas de Gonzalo Casares, quien le incluye en su equipo de trabajo para Eclipse en la Mercedes Benz Madrid Fashion Week, la entonces pasarela Cibeles, conociendo poco después a Petro Valverde. Esta situación laboral le permitirá asistir a diferentes actos sociales de la capital, coincidiendo en uno de ellos con Carmen Sevilla, a quien ya intentara contactar años antes para vestirla en un magazine televisivo en la televisión autonómica andaluza. Pero tuvo que ser en Madrid donde surgiera esa chispa, esa conexión entre ambos, que provocó que Manu Sánchez se convirtiera en uno de los diseñadores favoritos de la actriz, coincidiendo con su etapa de presentadora en Cine de Barrio.
Tras ello, el boca a boca realiza su cometido y otras estrellas de la canción, televisión, cine y teatro, como Marian Conde, Charo Reina, Helena Bianco y Jeny Llada, además de algunas periodistas como Mayka Vergara y Esmeralda Marugán, entre otras, contactan con él al conocer su trabajo para la artista. Es aquí cuando se inicia para Manu Sánchez esa trayectoria laboral que le ha llevado hasta el punto en el que se hoy se encuentra, recibiendo el pasado 5 de mayo en Puente Genil un merecido reconocimiento, por parte de su alcalde y vecinos, aprovechando su exposición ’20 Años Manu Sánchez’, en la que celebraba sus dos décadas en moda. A ello se une la medalla de Oro de los Reyes Católicos que ya recibiera, hace muy poquito, por parte del Foro Europeo, debido a su labor profesional durante este tiempo.
Pero no será Madrid su ciudad definitiva para establecerse tanto en el plano personal como el laboral. Tras una nutrida etapa como diseñador, que aglutinan unos 16 años dando puntadas, elige Valladolid como nueva ubicación para él y su taller, pues, como bien dice, Madrid está a solo una hora de AVE. Abre una nueva tienda, poco tiempo después del atelier que inaugurara en su ciudad natal, y no tarda en hacerse hueco entre los diseñadores afincados en Valladolid, siendo en una de las últimas ediciones de la Semana Internacional de Cine de Valladolid (SEMINCI) el único que pisó la alfombra roja, haciéndose acompañar por la vedette Jeny Llada, por supuesto vestida de él. Y no fue ese el único vestido de Manu Sánchez que pudo verse en la SEMINCI, dado que también lucieron sus diseños otras actrices que acudieron a la semana de cine.
Allí, en Valladolid, conocerá a la periodista Cristina Camell, presentadora del magazine diario ‘Vamos a ver’ de la televisión autonómica leonesa, a la que suele vestir en algunas ocasiones, y a José Manuel Parada, conocido periodista y presentador de televisión y radio, quienes, además, se involucran en cierto proyecto anual del diseñador Manu Sánchez. Se trata de la Gala benéfica de la AECC (Asociación Española contra el Cáncer), en la que participan ya sea como asistentes ya sea como presentadores de la misma. Es en este acto social donde Manu Sánchez muestra su nueva colección, formando parte con sus diseños de este desfile benéfico que cada año organiza esta asociación española de lucha contra el cáncer. A raíz de esto, le han surgido colaboraciones similares a las que siempre está dispuesto a aportar su trabajo para ayudar a quien le necesite.
Es ésta es, a grandes rasgos, la historia de un adolescente que maduró como persona y como profesional ante la atenta mirada de 5 ciudades mientras bocetaba, patronaba, cortaba y cosía diseños. A pesar de su juventud, ha sabido compaginar y asimilar su éxito en una medida correcta y necesaria para no desprender los pies del suelo, siendo consciente siempre de sus posibilidades, sin ambiciones desmedidas, y fiel a aquellos de los que gusta rodearse.
Manu Sánchez tiene esa virtud propia de las personas cercanas y sencillas que no necesitan de grandes habilidades para estrechar lazos de amistad ni para conectar con los demás. En el documental que se proyectó durante la presentación de su exposición en Puente Genil, se pudo comprobar cómo se sucedían las muestras de cariño de cada uno de los personajes conocidos entrevistados para la ocasión. Su amigo, Víctor Puerto, habló de cómo lo conoció a finales de los noventa, cuando Manu Sánchez contaba con tan sólo 17 años. El torero recuerda con cariño el entusiasmo que ya mostraba en aquel entonces el modisto y enunciaba, una vez más pero públicamente, su esperanza, la que no pierde y aún mantiene, que Manu Sánchez se decida a hacer moda de hombre algún día, ya que, dice, ‘me tiene en vaqueros’.
Esta es una anécdota incluída en la pequeña película sobre él realizada para sintetizar en unos minutos sus 20 años en moda, formando parte del homenaje que le rendía ese día Puente Genil y que pudimos visionar en el acto de inauguración de la exposición, lleno de momentos emotivos. Como el protagonizado por David Cordobés cantando Carmen de España para recordar a Carmen Sevilla, que por su enfermedad no pudo estar presente. O ese otro en el que Manu Sánchez agradeció, uno a uno, la asistencia de periodistas y personajes famosos que no quisieron perderse ese día, como Marián Conde, Cristina Camell, Esmeralda Marugán, Sergio Alís, Marlene Mourreau, Mónika Vergara, Helena Bianco, Guillermo Antón, Candela de Curro, José Manuel Parada, María Valderrama, Joao el Maestro y Jeny Llada.
Sin olvidarme de otro instante más a destacar y que arrancó un sonoro aplauso, contundente, de todos los que estábamos presentes en el acto, pues el alcalde de Puente Genil, Esteban Morales, supo usar su verbo de la mejor manera posible, mostrándonos su hospitalidad y haciéndonos sentir pontaneses, agregando ese orgullo que rebosaba de sus palabras al hablar de Manu Sánchez. Por lo que, permítame, Señor Alcalde, robarle esa frase que usted pronunció en su discurso de agradecimiento a los asistentes y a su vecino, Manu Sánchez, para hacerme eco de ella y cerrar así este artículo: ‘Hay gestores municipales que creen en los hijos de su tierra’.
Parte de las imágenes utilizadas para acompañar este texto han sido cedidas por el diseñador. El resto, correspondientes a inauguración y exposición, son de Emilio Barcos.