Agatha Ruiz de la Prada en Code41 Trending

La última edición de Code41 Trending ha sido un éxito en todos los sentidos. Después de un lunes con un alto nivel de firmas de moda, el martes, el último día de pasarela, no podía ser menos, eligiendo como cierre de esta edición septiembre 2015 a Agatha Ruíz de la Prada, quien, sin apenas darle tiempo a cerrar los ojos ni a enfundar los diseños que paseara en la MBMFW (Mercedes Benz Madrid Fashion Week) tan sólo unos días antes, se trae su soplo de la próxima primavera a Sevilla, al Hotel NH Collection donde ha tenido lugar, una vez más, esta pasarela sevillana que cada temporada toma el testigo de la madrileña.

Casi puede decirse que no hay ciudad ni país por donde las creaciones de esta diseñadora hayan paseado su divertida manera de vestirnos y de enfocar la moda. Sus más de 30 años creando, no sólo son un número que muestra su indudable experiencia en el sector, son el símbolo de alguien que cree firmemente en sí misma, en lo que hace y en cómo lo hace, que no se ha puesto límites para llegar adónde ha llegado, superando, con creces, la opinión de muchos que no veían, en sus comienzos, que su estilo calara en los armarios femeninos. Recuerdo de pequeña esos años de la ‘Movida Madrileña’ en la que Agatha Ruíz de la Prada hace su aparición con esos trajes que dejaban perplejas a las abuelas vestidas de negro, con pelo cano y moño bajo, y a las no tan abuelas con rulos y redecilla.

Creativa, desenfadada y sin complejos, fue una más de las que marcó época entonces y aún lo hace. A pesar de saber ya qué es lo que veremos de Agatha, no deja de sorprendernos en cada colección que presenta, con cada prenda que imagina. Así, os muestro, por fin, cómo ha sido el paso de Agatha Ruiz de la Prada en Code41 Trending.

Algunos símbolos ya son suyos, como la flor y el corazón con los que también ha bautizado a perfumes que ha creado bajo su firma, con ese mismo toque que impone a sus colecciones, frescas, dulces como caramelos, con ese punto alegre que tilda todo lo que hace.

Para la primavera del año que viene nos viste cómodas, con palazzos, faldas abullonadas como tulipanes fruncidos, vestidos con lazadas, a veces combinados con chaquetas, y algún short coqueto, de los que se paran ahí, donde embellece, sin mostrar lo que este verano ha abundado en el street style con tan poco acierto (esos minúsculos shorts veraniegos que terminaban donde también lo hacía la ropa interior).

Introduce ciertos elementos deportivos como sudaderas con capucha y cordoncillos, junto con la amplitud de tallas siguiendo esa tendencia oversize, pero sin desmesura.

Para quienes sigan pensando que los palazzos midi son, quizás, demasiado masculinos he aquí un ejemplo de todo lo contrario. Nos gusta este largo, esta amplitud encajada en la cintura, y nos hemos apropiado de ella porque nos gusta, porque nos aporta comodidad y porque, con taconazos, le subimos el nivel de glamour que por sí solos ya tienen. ¡¡¡Ay de quien cierre los ojos y vea bermudas de caballero… !!!

En su colección encontramos todos las medidas de falda posibles, o al menos existentes, los que son tendencia y los que no lo son, incluso se mezclan en un mismo vestido.

Las chaquetas se combinan también con ellos, combinando sus característicos estampados, los de siempre, con otros como ‘smiles’ y lacitos, porque en sus vestidos no sólo el color, suavizado en parte de esta colección, es protagonista de su indumentaria, sino ciertos estampados geométricos que, de un sólo vistazo, te imprimen esa sonrisa con las que las modelos pasean sus diseños.

El mix de estampados es también una constante en lo que crea. Quizás lo más sencillo de su colección puedan ser la combinación de tonos, donde se sobreentiende que toma importancia el manejo de ciertas reglas que rigen los colores complementarios.

De su colección es difícil destacar algo concreto, pues todo resalta sin ayuda que nadie lo califique de extraordinario. Quizás la mini colección que presentó donde mezclaba sus tonos fuertes de siempre con piquillos de tamaño XXL sea resaltable, por aquello de la atemporalidad, me refiero a esas compra-inversiones sin fecha de caducidad (a no ser que cambies de talla), donde se denota, sin complicaciones, quien firma la etiqueta del vestido, pase el tiempo que pase.

Como siempre, nombrar sus complementos también es hablar del resto del mundo Agatha. Bolsos al tono de las circunstancias de cada vestido, falda, camisa o chaqueta, banda con lacito para decorar el cabello y sus zuecos de plataforma con tacón propio de los salones de aguja, son los elementos que conjugan en perfección con la manera en que elige vestirte.

Sé que no todos los diseños que desfilaron en Madrid pudieron verse aquí. Pero, aunque hubieran estado todos, creo que, igualmente, me habría sabido a poco. Nada más pisar la pasarela la primera modelo la rigidez y ceremonia que se sucede en cada desfile dejó paso a un pisar más desenvuelto, risueño y coqueto, como cuando te dan permiso para divertirte, entiéndase que con medida. Ellas, quienes sonrieron a la cámara, quienes posaron para que nos lleváramos esa instantánea, disfrutaron el desfile por dentro, sintiendo sus tejidos, nosotros, el resto, lo hicimos por fuera, tocando las prendas con los ojos.

Gracias a todas, a quienes pasearon diseños en éste y otros desfiles de Code41 Trending, gracias a los encargados de la organización por traernos moda de esta manera, o sea, gracias a Sevilla de Moda y Code41 Trending, y gracias a cada uno de los profesionales que desde dentro hacen posible que quienes vamos a verlos y disfrutarlos podamos contarlo en la forma en la que lo hacemos. ¡¡¡Gracias!!!