Así es el estilo Naíf de Pilar Rico

Cuando crear te define, seguir soñando ideas para materializarlas forman parte de la rutina de la vida. Construyen el ser y enriquecen el conocimiento, no el intelectual, sino aquel personal y básico de cualquier diseñador que explora sus confines para escudriñar sus dominios.

Se trata, pues, de aquella sabiduría procedente de uno mismo la que ha de ser descubierta, dado que depende de cómo y cuán lejos llegue lo que sabe de sí, para dejar más o menos impronta en sus creaciones, en sus pequeñas extensiones de sí mismo que, como hijos que son, dirá adiós más a menudo de lo soportable.

Pensamientos que, junto a sentimientos, también fortalecen y asientan esa madurez propia del ciclo evolutivo. Ése que recorremos a medida que atravesamos diversas y continuas metamorfosis. Ésas para las que nos preparan nuestro discernimiento y aprendizaje sobre qué somos y hacia donde nos encaminamos. Complejidad, al fin y al cabo, para la que, a veces, no se está preparado, ni es obligado estarlo, aunque es aconsejable.

En un par de párrafos os he presentado y sintetizado el mundo que, a menudo, habita en las mentes privilegiadas que inventan cómo vestirnos. De esa convivencia surge, en parte, el pensamiento creativo que nutre al diseñador, a Pilar Rico, cuyo enfoque alberga dos facetas, pues no solamente diseña indumentaria, sino que, además, la llena de alma, de un poquito de su ser, porque, al fin y al cabo, son extensiones de ella, del creativo.

Se trata que, al igual que un pintor elige un lienzo en blanco para recrear aquello que se contiene en él, en su mente, una diseñadora de moda, como Pilar Rico, escoja un tejidos para que exprese, con la ayuda de la aguja, el hilo y un par de tijeras, su corte de seda, tul o satén, que no es más que la exteriorización de su creatividad, de materializar bocetos y eliminar fronteras de la zona de confort.

Así, por ejemplo, una opción como la de las transparencias no está, precisamente, entre sus preferencias y, sin embargo, ya ha creado dos diseños de colección, uno por cada una. Fíjate como en este coqueto ladylike minifaldero en rojo de vuelo fruncido, no muestra con descaro su característica translúcida, quedando un estilismo que consigue unirse a la discreción que caracteriza a la firma. Y dele que, por cierto, sus manguitas bebé y el escote cuadrado me propician el poder hablarte de su particular estilo influido por el arte Naíf.

Movimiento cultural de fines del XIX cuya definición se asemeja con la filosofía de la firma y que concuerda con la descripción de la propia palabra, naíf, cuya procedencia del francés le otorga el significado de ingenuo, en el sentido de espontaneidad y candidez. Una tendencia en arte cuyo mayor representante fue Henri Rousseau y su peculiar manera de interpretar la realidad coetánea.

El caso es que el toque aniñado ya aparece desde el primer diseño de su colección, colocando un lazo generoso sobre el hombro contrario al descubierto en un vestido de tono salmón. Ese anaranjado sinónimo de la alegría y el entusiasmo, cuyo largo midi y asimetría resultan necesarias para un resultado como el que se ve.

En esa gama tonal presentaría un segundo vestido al que una gran flor en el pecho y una pequeña cola barrida en el vuelo, por cierto, clásica en novias, pero muy cortita, apenas suele cubrir los pies, consigue multiplicar la elegancia del diseño.

Y una selección de color de tonalidad fría, ha elegido para esta coqueta colección cápsula el verde, el azul y el lila, tendencia de la temporada, por cierto este último tono, que combina con zapato en buganvilla, lo cual es todo un acierto para romper la monotonía tonal de este diseño minimalista de caída dulce, convenientemente ajustado con cueño halter para dejar los hombros a la vista y talle ceñido en la cintura, a partir de donde se inicia el sedoso vuelo de capa.

Para el verde, una semi carrucha, elemento de la moda flamenca que aquí emplea, quizás sin saberlo, aunque puede que su especial relación con la ciudad de Sevilla haya tenido algo que ver. Con este recurso textil consigue resaltar hombros en el escote palabra de honor, del que nacen también las mangas cerradas hasta las muñecas. De nuevo en su largo preferido el midi, aunque en este caso es más hasta las rodillas, que se combina con calzado en nude de Llanos Griñán Boutique, aportados tanto a éste diseño como al resto de la colección, y con tocados de mariposas creados por Pilar Rico para sus nuevos diseños Naíf.

Con la introducción de mariposas en sus vestidos no hace más que recalcar la inocencia bohemia y delicadeza que quiere transmitir. Su intención es que puedas conocerla más y mejor, que puedas saber de ella sin conversar, que puedas recrearte en la imaginación de Pilar Rico sin que te de permiso a ello. Es esta su forma de contacto, su manera de transmitir a través de sus prendas y de sus mariposas en su estilo Naíf, símbolos, además, de sus propios cambios y evolución, por un lado, y de la belleza de lo natural, lo cotidiano y la ternura que alberga, por otro.

Lo cual plasma, a la perfección su vestido. El vestido que supone un antes y un después en su costura, un ahora me atrevo, aunque antes no, un punto de inflexión, en definitiva. Pues viene a ser uno de esos retos que, una vez superados, cientos que vendrán después también lo serán. Y es que ha sido realmente tedioso la elaboración de la falda de este diseño, cuajada de volantes rizados que fueron ocupando el vuelo poco a poco a lo largo de todod un mes de trabajo sólo para esa parte del vestido.

Una vez llegado es punto, se sucedió su unión a un cuerpo de nuevo asimétrico con un semi escote corazón, donde el otro lado se cubre con pieza tableada al hombro o jaretada, que deja entrever una manga muy ochentera, la murciélago que vuelve con fuerza.  ¡¡No me puede gustar más este vestido de noche!! ¡¡O de novia azul evocando a Cenicienta!! ¿¡Por qué no?!

Feminidad e inocencia, dos pilares sobre los que se articula el estilo naíf en moda para conseguir ese resultado acaramelado del outfit y que Pilar Rico imprime en sus diseños. Por eso el uso de transparencias, satén, diademas y otros tantos recursos textiles más entre los que se incluye el lazo. Un estilo romántico que se complementa con un cabello sencillo, de aspecto natural y casual, y con maquillaje suave, de labiales rosas o nude sin recargar ojos.

Tan sólo dos colecciones han podido conocerse hasta ahora de Pilar Rico, pero ya me aventuro a decir que el estilo naíf se palpará, por mucho tiempo, en las venideras. Es inevitable que cuando unas preferencias de estilo se definen de manera tan clara en los comienzos creativos, como le ocurre a esta diseñadora, desaparezcan de una temporada a otra porque sí. Y aún más cuando forman parte de su personalidad, moldeando su fuerza y la pureza y belleza con la que mira al mundo, dando así alas a su libertad como si de un ángel se tratara, uniendo su realidad y su mundo creativo, en definitiva.