Y de una cosa se pasa a otra, porque las situaciones en la vida se concatenan y son las que nos llevan en volandas a llenar los días de inquietudes, sorpresas y magia. Esta es, en síntesis, la historia reciente de Ángeles Gálvez, que presentaba, allá por el 2015, su primera colección flamenca en Wappíssima. Y se colaba, al año siguiente, entre los finalistas de SIMOF. No ganó y eso fue, precisamente, lo que le empujó a intentarlo de nuevo. Afortunadamente para todos. Siendo su constancia y el cambio de rumbo en el planteamiento de la colección que presentaba, merecedores del reconocimiento como Diseñadora Revelación en el certámen de noveles de SIMOF 2017. Entre los premios que recibe se la llevan a la Ciudad de la Luz, a pasearse y a curiosear la edición del Salón de la Moda de París que suele celebrarse en septiembre.
Vaya, de eso hace tan sólo unos meses. Donde, voualá, surge la inspiración. Porque muchas veces simplemente llega así, sin buscarla. En París se dió de bruces con ‘El Principito’, lo cual no es de extrañar dado que se celebra, en este 2018, el 75 Aniversario de su publicación. La que, por cierto, no se produjo en suelo galo, sino americano, por la editorial estadounidense Reynal & Hitchcock en abril de 1943. Eso sí, tanto en inglés como en francés. Como ella misma dice, todo le llamaba. No podía resistirse.
Y ya se sabe que todo aniversario comienza a fraguarse un poquito antes, pues el marketing todo lo puede. Por lo que no necesitó ningún empujoncito, pronto brotaron una idea tras otra en pleno viaje. Sin duda, supo sacarle el máximo jugo a su premio… Y es que una cosa siempre lleva a otra.
Tras su viaje, comenzó a bocetar en Sevilla. Preparó su proyecto de la nueva colección y decide, esta vez, probar suerte en Emprende Lunares, en el programa que la Fundación Cajasol y Doble Erre tienen para dar apoyo formativo en aspectos, tanto empresariales como de diseño, enfocados a diseñadores emergentes.
¡¡Y sí!! De nuevo pasa una selección más, formando así parte de la segunda edición de Emprende Lunares, de los 6 afortunados que este año están disfrutando de los beneficios y ventajas de este proyecto para emergentes.
Por tanto, Ángeles Gálvez alcanza, de nuevo, a conquistar con sus diseños y convence con su costura a un jurado, engrosando su todavía corta, pero ya abultada, trayectoria profesional. Pues hay que sumarle otros logros conseguidos por esta diseñadora en otras líneas de moda. Salvo el sector novias, que aún no ha tocado…. Tómalo como sugerencia Ángeles Gálvez. Aquí toca monigote guiñando ojo, pero no pega en el texto.
Volvamos pues al protagonista de su colección, al personaje que creara el aviador francés Antoine de Saint-Exupéry, conocido mundialmente, se haya o no leído el libro, y al coprotagonista, artífice que podamos comprender el verdadero sentido de la obra y que encarna al propio escritor. Su deseo, precisamente, por volver a ser niño y su incapacidad para usar la imaginación, encarnan la intención de la colección de Ángeles Gálvez. Pues trata que sea la proclamación del niño que todos llevamos dentro y hemos olvidado. Ese mundo ilimitado, donde todo es posible a pesar de las distintas formas del ser, caracteriza el lado creativo de todo diseñador. Parcela que consiguen desarrollar mucho más que el resto.
Así, sus flores flamencas se convierten en las estrellas de ese hombre de negocios con el que hablara El Principito y que las contaba, una y otra vez, porque decía que eran suyas.. Y sus lunares ahora son planetas, esos lugares que visitó El Principito porque quería conocer mucho más allá de lo que alcanzaban sus ojos en el suyo.
En cuanto a los colores, no podían ser otros que los azules y blancos, como el cielo, el marino, como la noche, y el rojo de su mimada rosa, la única osada que crecía en su mundo de tres volcanes.
Esto y aquello lo atrapa Ángeles Gálvez en siluetas de talle bajo y unos cuantos volantes al hilo salpicados del brillo de su cielo planetario.
O en esas otras que dejan libre al cuerpo, para abrirse en vuelo campana, tal cual manda la inspiración setentera, cerrando escote en cuello y alargando mangas hasta las muñecas.
Hace uso de las asimetrías, como la variedad de personajes del libro, en las que también se dibujan lunares celestiales y geometrías de 5 puntas, para esos canasteros inolvidables y también para un medio escote corazón.
En este estilismo flamenco, divide en dos, para abigarrar un palabra de honor con volantitos menudos antes de llegar al codo, multiplicando el minimalismo elegante de una falda de vuelo de capa.
De rojo se tiñe parte de su colección, mezclándose con tonalidades de este color, como justo en este anterior traje de flamenca de dos piezas. Y también coloreando en solitario, apropiándose de todo el estilismo flamenco, homenajeando, de esta manera, a la rosa de El Principito, que bien puede verse en el vuelo de este elegante carmín volanteado al estilo clavel.
La opción minimalista tiene hueco en su colección ‘El Principito’. La despoja de vuelo, reduciéndola a un solo textil rizado en el bajo de este traje de flamenca con apertura delantera interminable, de ésa que te alargan las piernas si calzas taconazo.
Pero la inspiración no acaba en los trajes. Se alarga hasta los complementos, repitiendo la firma ESpepaArt con su visión propia sobre esta obra literaria. Imagina aretes de estrellas, planetas que cuelgan de las orejas y peinecillos que recrean el cielo estrellado en tu cabello para la colección El Principito de Ángeles Gálvez.
Sea como fuere, dicen que París inspira a diseñadores y a todo aquel que posea una pizca de creatividad. Dicen que su belleza engatusa y cautiva. Así que, si dicen lo que dicen y vemos lo que vemos, ¿qué te parece si danos por sentado, por un momento, que todo es cierto y no le ponemos condiciones? Dejemos de ser adultos por un instante, liberémonos de responsabilidades, y abrámonos hacia lo nuevo. Procurando ser feliz como lo era El Principito, conformista y honesto, junto a otros tantos valores que afloran en su texto y han guiado a Ángeles Gálvez. El amor, la amistad, la fortaleza o la sensibilidad deben inundar nuestras reflexiones, de la misma manera que lo harían en un niño. Ése que aún tiene la suerte aún de ver el mundo con ojos sin contaminar, sin prejuicios ni decisiones previas. Veamos el mundo como ‘El Principito’ aunque no sea así.
Dejémonos llevar por la magia que Ángeles Gálvez ha tomado de este escrito para crear su nueva colección flamenca, en la que muestra su capacidad creativa ilimitada. ¡¡¡Pues sí!!! Sin lugar a dudas estás ante una diseñadora que posee la capacidad de hacer una flamenca diferenciada, con particularidades que no impiden circunscribirla en el correcto estilismo flamenco, el cual, además, refresca con sus aportaciones.
Cada nueva colección que imagina puede concebirse como preludio de la siguiente, de aquello que ni siquiera Ángeles Gálvez conoce todavía, pues la inspiración está ahí, esperando encontrarse con ella para sorprendernos. ¿Quién elige a quién? Eso es como preguntarse si fue primero el huevo o la gallina. Lo que sí sé es que podremos haber visto muchas cosas en moda flamenca, porque se supone que todo está inventado. Pero, ¿alguna vez, antes de ahora, miraste a los lunares como planetas o pensaste que un cielo estrellado, en vez de un jardín de flores, estamparía tu próximo traje de flamenca? Ángeles Gálvez se ha encargado que así sea.
¡¡Gracias por ese giro que un día diste a la moda flamenca!! Y,, por favor, que no pare.