Tan sólo 10 días para empaparse de Felipe Duque, tan sólo una semana para ver al completo su colección y conocer, de nuevo, un poquito más de su maestría con el diseño, de su antojo por ciertos tonos y tejidos, de su vestir refinado, para el que se queda corto el calificativo de glamouroso, y de cómo su firma se va consolidando tras cada temporada. Tan sólo 10 días que separaban a sus dos desfiles, el primero en la Pasarela Code41 Trending el pasado martes 22 de septiembre y el segundo este último viernes en La Noche en Blanco en la Fundación Valentín de Madariaga, fechas anotadas en rojo en el calendario.
Su propuesta creativa a dos bandas funcionan como el ying y el yang, inexistentes la una sin la otra y, necesariamente, complementarias para tener la visión global de su nueva colección, de Felipe Duque: ellas y ellos.
Esta vez amplía la gama cromática, basándose así en 4 colores: sus eternos básicos, camel y rojo, éste ahora en su versión granate, acompañados del verde menta y el negro, inesperado este otro por la conocida preferencia, delicada y etérea, de Felipe Duque y la falta de estas connotaciones en esta tonalidad oscura y pétrea.
No suelen abundar los pantalones en sus colecciones, así que abrir el desfile con ellos fue toda una sorpresa. Fiel a sus dos largos favoritos de falda aquí también repite, ciñéndose a los tobillos y envolviendo cada pierna en un diseño tipo pijama con capa desde la cintura, mezclando ambos elementos para redondear la elegancia que le caracteriza. El busto lo viste de encaje, fundiéndose al resto con lazada, ofreciéndonos así su versión mono.
Tras él unos palazzos granates en esa otra distancia de largo que adora, atados también a la cintura y, de nuevo, de una sola cremallera.
Por fin su clásico vestido de fiesta, cerrando esta mini colección granate, donde el encaje se abre a la espalda con amplitud en un escote invertido y el vértice curvado se queda a unos centímetros de la nuca, abriéndose hacia los lados, topándose con la cintura. Al caminar, la abertura delantera de ese Hollywood cincuentero deja entrever las piernas, a las que alarga y estiliza ayudadas por el tejido en movimiento.
Mi favorito se tiñe de negro, se cuaja de minimalismo geométrico y se detalla con pailletes a la cintura. Sólo Felipe Duque consigue que un vestido pueda tener el aspecto de amplío y cómodo a la vez. Con ese ajuste de caderas, posiblemente inspirado en los pantalones que luciera MC Hammer allá por los comienzos de los 90 con su ‘U can´t touch this’, pero cuadriculado, rectilíneo, que se pega sin remordimientos poco antes de llegar a las rodillas, dejando entrever el estilo lady que tanto usa.
De nuevo, encaje y mostrando espalda para el disfrute de los ojos de quien la mira, en un estilismo sobrio y cuidado, o lentejuelas que cortan a la vista el escote uve que luce por delante.
No podía faltar el encuentro entre sus tonos favoritos, con camisa ajustada por botones forrados en el puño, rodeados de encajes, contrastando con la falda camel de tapeta, la que juega con el aire a cada paso que da.
Su paso por Code 41 Trending lo finaliza con el verde menta, nuevo en su paleta de colores que encaja milimétricamente con su estilo romántico. Aquí también mezcla las sedas, georgettes y brocados con cuerpo con los encajes al tono para vestir mangas asimétricas, puños y tapetas de bolsillos simulados.
Se apunta al doble largo, muy mini por delante y muy midi por detrás, acabando en los tobillos para dar ese efecto capa que busca en este vestido, como si te la colocaras descentrada. Esta fue una sorpresa más a sumar a la noche de desfiles en general de esa tarde en Code41 Trending.
La mini colección verde menta se componía también de un original vestido largo camisero de lazada al cuello que acentúa su romanticismo, tendencia también de temporada, pero en tono suave, sin barroquismo.
Cerraba el desfile un verde menta de escote corazón, con unos volantitos que señalaban la amplia apertura del vuelo a un lado. Así, Felipe Duque, se suma a firmas como Dolce & Gabbana, Balmain y Francis Montesinos en el uso de elementos tan típicos de aquí, como son los volantes flamencos, en sus estilismos de moda.
Ellos 1.0
Así nombra Felipe Duque a su colección para chicos, a ellos, al yang, a nuestros complementarios perfectos.
Pitillos pijama, bermudas que tapan rodillas, chaquetas que se acortan en mangas o que se cruzan con botones escondidos, junto a deportivas y en los tonos básicos de siempre, sus rojos y camel, pero mezclados con el binomio elegante ‘blanquinegro’ y usando también el verde, pero, en este caso, en un tono más rudo y tosco para prendas de abrigo.
Y todos presentados al completo en La Noche en Blanco. Cierto que nos ofreció un anticipo en Code41 Trending, pero fue el pasado viernes cuando la expuso sin faltas a las ojos de todos.
Sudaderas en looks casual, cremalleras doradas y a la vista, con cinturas que se abotonan doble y a un lado, para componer a chicos urbanitas estilo hipster en ese equilibrio entre lo cómodo, lo fuera de lo común y el saber estar elegante sin cumplir las reglas en su sentido estricto.
Como siempre una delicia ver colecciones como la de Felipe Duque, donde es un gusto contemplar como los tejidos se aferran con delicadeza al cuerpo que lo pasea, ganando enteros en elegancia y rellenando de glamour cada poro de la piel que acaricia. De nuevo, y como siempre, ganas de más, de una nueva cita donde conocer lo nuevo y donde volverme a sorprender.