La nueva colección de Lola Azahares es más que un conjunto de trajes de flamenca. Es un punto y seguido y también aparte, es la transición suave sin brusquedades, el paso de un lado a otro sin hacer ruido, es el normal transcurrir que se tercia cuando las generaciones se van sucediendo en una empresa. Es, simplemente, el latir cotidiano de una vida dedicada a la moda flamenca.

Rebeldes de Lola Azahares en We Love Flamenco 2017

Siempre es fácil apreciar en una colección cómo se refleja el alma de una firma. Pero en ésta, en ‘Rebeldes’, se palpan la unión de tres, las de Manuela, Lola y María. Porque son ellas quienes la crean cada año, quienes le dieron vida, le dan y le darán. Son ellas quienes van marcando sus propias pautas en moda flamenca para encandilarte, a su aire y a su estilo.

Lunares para canastero de capa de Lola Azahares

Algo que empezó simplemente como un proyecto para vestir de flamenca a nuestra ‘Barbie’ española, a Nancy, con formita redondeada, piernas gorditas y hasta algo de barriguita, esa muñeca que se parecía a nuestra hermana mayor, a nuestra prima universitaria o a mamá. ¿La recuerdas? Pues esa propuesta que entusiasmó a unos grandes almacenes fue el origen de lo que es ahora Lola Azahares. Así, vistiendo a nuestras ‘mini- yos’ de plástico, Manuela pudo realizar su sueño: montar su propia tienda en la calle Cuna en Sevilla. Y poder seguir creando para flamencas de carne y hueso.

Traje de flamenca naranja con lunares blancos de Lola Azahares

De eso hace ya poco más de 45 años, tiempo durante el cual su sueño ha ido pasando de mano en mano para llegar hasta este 2017 intacto, tal y como ella lo imaginó. Y lo que le queda, pues, visto lo visto, seguirá dando vida a nuevas flamencas.

Hace ya varias colecciones que María participa y aporta su punto de vista en el diseño junto a su madre. Pero no ha sido hasta este año en el que, por fin, se ha lanzado para diseñar al completo la nueva colección bajo la atenta mirada de Lola. Y me da que el proceso de maduración ha debido gestarse durante algo más de tiempo que el que te ofrecen 12 meses. Tengo la sensación que este enfoque ha sido muy meditado por el significado que le ha dado. Usa ‘Rebeldes’ como sinónimo de mujer valiente, emprendedora, arriesgada y sin miedo, decidida pero prudente, asegurándose por dónde pisa porque su cabeza es de las ‘bien amuebladas’ con ideas claras.

Traje de flamenca rojo con vuelos subidos de Lola Azahares

Para todas ellas ha diseñado. Sí, pero sin duda también para Manuela, su abuela, y Lola, su madre, sin olvidar a sus tías, que también dieron algunas puntadas flamencas hace ya un tiempo. En cierta manera, ‘Rebeldes’ viene a describirlas, a refrendar su admiración por ellas y a agradecer el legado que les han proporcionado. Y es que María, mientras soltaba el chupete, ya acariciaba volantes y jugaba a embobarse con los lunares de Azahares.

Carruchas XXL de Lola Azahares

Con toda esta carga emocional que conlleva tener un pasado como el suyo, su frescura con acentos osados y su personal visión de cómo vestirte en flamenca, la impulsó a crear una colección donde la flamenca a veces es clásica y a veces rompedora.

Traje de flamenca de talle bajo con volantes que acentúan el evasé de Lola Azahares

Hasta el Alfonso XIII se llevó toda su colección de flamencas rebeldes, quienes tuvieron a bien salir a pasear el palmito rockero por el Salón Real, expectante ante el contraste de materiales como la caoba de las paredes y la piel de sus trajes, o el hierro forjado de las puertas de la sala y el metal de tachuelas y cremalleras que decoran sus talles.

Canastero de capa y talle de piel negra y encajes de Lola Azahares

Porque aquello de dejarse ver y que les miren les alimenta el ego presumido que, y que levante la mano quien no se sienta así, todas llevamos dentro. ¿Crees qué no? ¿Cuántas veces miras en Facebook esa foto en la que te han etiquetado y te ves fantástica? ¿Y en el espejo? Ya decía yo… Prosigo pues.

Empezó el desfile con negros y blancos, plumetis y lunares para trajes de flamenca de espaldas descubiertas al completo, bien encajadas y sin un centímetro de movimiento independiente, pues acompañaba al talle en todo momento.

Traje de flamena en negro y oro de Lola Azahares

Me encanta el truquito de las piezas en oro que contornean al negro. A la vista te quita kilos y te eleva la autoestima. Ha jugado con los negros con acierto y ésta no es la única particularidad que encontraremos entre sus volantes.

Consigue restarle solemnidad a un tono como éste y darle frescura para estirar el tiempo de uso feriante, permitiéndote vestir de tarde en un azabache que se dispersa con flores menudas en tonos suaves, alternadas con volantes en rosa cuarzo.

Traje de flamenca de flores sobre negro y maquillaje de Lola Azahares

En esta misma línea imagina este canastero de vuelo patchwork cuajado de colores para talle beige y transparencias negras en mangas. Fíjaos qué bien encaja el estilismo ochentero en el cabello de aspecto indomable, buscando realzar ese leimotiv que guía a toda la colección.

Canastero mix and match de Lola Azahares

Y que se hace descarado cuando aparece la chaqueta perfecto, sustituyendo al mantoncillo para combinarse en negro con un vestido rojo de volantes subidos a un lado y talle bajo ajustado. Que, dicho sea de paso, fue la primera y no última propuesta en este sentido con la que me he topado esta temporada flamenca.

Chaqueta perfecto para traje de flamenca rojo de Lola Azahares

Como no podía ser de otra manera. La piel también la integra en el talle y en diversos tonos. En éste, el marsala marca caderas y se estampa en el pecho, jugando con lunares rayados, los lisos al tono y moteados en blanco para unos cuantos volantes que consiguen acariciar el albero feriante.

Traje de flamenca con talle en piel de Lola Azahares

Su genialidad creativa no acaba ahí y te enamora con una rudeza rockera más coqueta, endulzando tejidos de rejilla que coloca en mangas largas de puños cerrados. Sin volantes porque se han subido hasta el hombro, dejándose caer en cascada y en pequeñito hasta el codo. Casi igual tamaño que los del vuelo que se suceden sin cesar cosidos al hilo. Y, cómo no, en su negro, en el color que ha demostrado manejar con soltura, pues le aporta luz que se ve aumentada con otro tono de temporada, el rosa eléctrico, tiñendo flecos de largo interminable que toquetean el comienzo del vuelo.

Mangas de rejilla para vuelo cuajado de volantes de Lola Azahares

Y todas ellas las ha sabido mezclar en armonía. Ha demostrado tener muy asentado y asimilado el estilo de la firma, combinándolo con el suyo propio, creando así dos líneas flamencas bajo un mismo sello que casan a la perfección. Su fidelidad a las flamencas de Lola Azahares y a su manera de crear moda flamenca, dan como fruto una fusión que me lleva a decir que dentro de la firma con ella, con María, se está produciendo una renovación que la pone en la órbita de las flamencas del XXI. No hay más que ver las carruchas XXL que ha colocado a una de sus flamencas clásicas y el resultado que ha conseguido con ello.

Lola Azahares y su hija María en el photocall tras su desfile en We Love Flamenco 2017

Toma nota porque es una de las firmas a no perder de vista y esto no ha hecho más que empezar. María tiene ganas y le sobran ideas. La osadía de poner tachuelas y cremalleras en hombros, integrandolas en los trajes de flamenca con elegancia, sin perder la esencia de lo que debe ser un traje. El uso de la piel y rejilla sin miedo, haciendo que contemplemos posibilidades que ni imaginábamos. Junto al nuevo accesorio feriante que te propone, la chaqueta perfecto, que hace que te la plantees como tu posible fiel compañera nocturna esta Feria de Abril. Invitan a suponer que María tiene mucho que decir en moda flamenca estos próximos años. Habrá que estar atenta a ella y es obligado agradecerte que crees moda flamenca. ¡¡Gracias María!!

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.