Así, este privilegiado enclave en pleno centro de la ciudad, fue testigo, durante 3 días y resguardo durante las correspondientes noches, de los lunares y volantes que por allí se pasearon en unas tardes de moda flamenca en la que se van apuntado esas seseantes maneras de las que vestiremos. o no, en todas las fiestas de exaltación de la primavera con el traje de flamenca como absoluto protagonista.
Tres días para deleitarnos y empaparnos de cómo respiran los vuelos de las firmas de Huelva, de lo que se cuece sobre su pasarela encarnada en esto de la moda flamenca, allá donde el agua, el sol y la sal salpican e iluminan suaves ondulaciones en movimiento.
Tras el Certamen de Diseñadores Noveles de Andalucía, en el que, con gusto, formé parte del jurado, se sucedieron los desfiles de las firmas profesionales, recalando desde Sevilla Ángeles Espinar y sus mantones bordados, acompañada de Maite Cárdenas, a la que seguía la diseñadora onubenes Bella Elvira, que ganó hace unas temporadas el concurso para emergentes y que ya pisa pasarela como profesional.
Cerraban la tarde las colecciones de Manuela Martínez, quien este año no ha presentado en Sevilla y ha optado hacerlo sólo y exclusivamente aquí, en la Pasarela Huelva Flamenca, y Paco Prieto, quien ya mostrara su colección en Sevilla y que repite aquí para la suerte de los pocos afortunados asistentes al desfile.
Ángeles Espinar y Maite Cárdenas
La diseñadora de mantones bordados Ángeles Espinar, acompañada de Maite Cárdenas, creativa de complementos de flamenca, a quien conocíamos por complementar en pasarela a los diseños de Loli Vera durante los últimos años y en esta temporada, tras su pérdida, lo hace de la mano de esta diseñadora del mantón flecado.
Hasta Huleva Flamenca llevaba una muy completa colección de mantones, entre los que abundaban las flores, destacando sus características rosas XXL, sin olvidarnos de otras piezas, en las que el motivo principal es de corte chinesco, costumbrista e incluso de pájaros y uvas.
Mantones y enrejados que casan en armonía con los aretes metalizados de aires flamencos imaginados por Maite Cárdenas, junto a las flores, para esta esta colección.
Bella Elvira
Al más puro estilo romero, sus estilismos flamencos lisos, pero en su versión collage, y de lunares, encajan entre costuras de vuelos canasteros para ese talle cómodo, a mitad de caderas, que tanto se prodigan en los looks rocieros. Por eso, de igual manera, hace también uso de otros cortes para conseguir el mismo efecto, de ahí sus evasés y sus líneas setenteras con esa perfecta forma acampanada que propicia el tejido con cuerpo. Y que se consigue en un largo de capa rematado por un solo volante al que pude tildarse de ‘bien colocado’, dado el resultado final que consigue en el traje de flamenca.
Manuela Martínez
La firma desfilaba en casa, en su Huelva, y eso se notaba en sus propuestas y en el ambiente entre los asistentes a la pasarela. Con un público volcado en sus creaciones, Manuela Martínez presentaba propuestas donde la tendencia setentera y los tejidos de caída dulce predominaban entre sus diseños, arrasando entre ellos los estilismos flamencos de dos piezas, donde la camisa de manga larga o corta con volantes al hombro, de lunares, flores o lisas, pero con aires glamourosos, se anudaban a la cintura o se lazaban al cuello, combinando, como es habitual en ellas, elegancia y comodidad a partes iguales.
Eso sí, su característico estilismo de blusa y falda de talle alto con un trío de volantes canasteros de volumen contundente, volvía a estar entre sus trajes de flamenca, sobre todo estampados de flores, para esta temporada. Todo un capricho que no pasa inadvertido.
Paco Prieto
A un diseño soberbio, sumarle la destreza de un correcto y adecuado manejo del ‘mix & match’, tanto en estampados, sin olvidar el lunar, como en texturas, es simplemente, la confirmación de la maestría en esto de las puntadas flamencas. Puntadas que imaginan con algo de más de volumen en los vuelos de los que se acostumbra por estos lares romeros, por lo que se ven enaguas. Pero, eso sí, en su justa medida para no contrarrestar ni un ápice los aires romeros que respiran sus rizados en movimiento.
Los talles se dibujan a una altura poco más allá de las caderas en busca, de nuevo, de esa comodidad tan característica de los trajes de flamenca onubenses. Al hilo de ello, se imaginan también vuelos sencillos de capa que se complican, rara vez, poco antes del bajo. Cerrando así la primera tarde de lunares y volantes en la Pasarela Huelva Flamenca.
En general, durante esta primera tarde, han podido verse una gran variedad de propuestas, pues se ve que este año del retorno lo es también del que todo se lleva. Pero, de manera suave, se atisba una tendencia que puede que adquiera mayor presencia en la próxima temporada. Se trata de la batista perforada en tono blanco y que Bella Elvira ha incluido en su colección y de los pasacintas, que han podido verse en los diseños de Paco Prieto.
Respecto a colores, es difícil destacar uno solo pues todo el que imagines se ha lucido en pasarela. Por lo que, se puede decir, que el arco iris al completo este año es flamenco, sin exclusividad de ningún tono.