Dicen Ángela y Adela que tienen tantas musas como mujeres pasan por la calle Luchana y entran en su taller para dejarse crear sobre su talle. Y va a ser verdad visto lo visto en su última colección de pasarela. Hasta nueve, correspondientes a cada una de las artes que cultivaban, tenían los griegos clásicos.Ellas, esta cifra, la superan pues ni limitan ni prohíben la entrada de inspiración a su taller, pues ya sabes que les llega cada día en forma de féminas que atraviesan sin cesar el umbral de su taller en Sevilla. Permitidme también la siguiente similitud; como lo hacían antaño los fieles a las iglesias para dejarse llevar por las sensaciones envolventes de un lugar de culto.

Vestido bordado sin mangas de Ángela y Adela

Pero, ¿qué es una musa? ¿Tenemos claro el concepto? Aparte, sus musas, las de Ángela y Adela, ¿somos solo nosotras y vosotras? ¿Acaso no son ellas también musas de sí mismas? ¿No son también su propia fuente creativa por la que guiarse y dejarse llevar en esto del diseño, costureo y tejidos?

Vestido en seda semitransparente de Ángela y Adela

Si nos remitimos al significado estricto de musas, hemos de saber que hace referencia a aquellas artes liberales, especialmente humanidades y poesía, tal y como indica en su primera acepción según el buscador Google. Sustituto hoy día de lo que siempre ha venido a ser el diccionario y/o la enciclopedia.

Vestido de novia de Ángela y Adela

Pero musa, en un sentido más amplio, indica que recae sobre persona, cosa o momento vivido que propugna creatividad. Es decir, viene a ser aquello que pulsa ‘on’ en la mente imaginativa de quien diseña y que le provoca esa impaciencia por plasmarlo. No hace falta ser diseñadora para haber tenido esta sensación en algún momento de tu vida. Seguro que más de una vez necesitabas inmediatez para poner en marcha lo que te rondaba en tu cabeza. Además, una musa no trata sólo de esto, incluye su poder inspirador para crear, sea lo que sea. En el caso de Ángela y Adela, su musa es la mujer.

Vestido largo y tocado con inspiración art decó Ángela y Adela

Y por eso también mi reflexión en voz alta, bueno, aquí silenciosa por aquello de escrito, sobre el origen también en ellas mismas de su inspiración. Son mujeres, les inquieta toda la época victoriana y la prerrafaelita, previa a esta primera, y, con frecuencia, se remiten a ella en cada colección que presentan, sin obviar su línea flamenca, haciendo siempre así un guiño al pasado.

Vestido de novia estilo victoriano de Ángela y Adela

Además, estas fechas que tanto aman coinciden con unos años muy revolucionarios para la mujer, pues reivindicaron en aquel entonces su derecho al voto, que le fue reconocido tras varias décadas de lucha repartidas en un par de siglos. Ellas, estas mujeres, poseen esa fuerza reivindicativa con tintes elegantes y delicados de aquellas damas que enarbolaban banderines en esas manifestaciones sufragistas en Nueva York en el 1913 pidiendo su derecho a decidir. Ángela y Adela, han sabido extrapolar ésto al siglo XXI, impregnando de tesón y candidez prendas de las que se visten para pisar fuerte mientras acarician el aire.

Vestido de novia y tocado estilo victoriano de Ángela y Adela

En su colección Musas, aunque el tono suele evidenciar si se trata de novias o de vestido de fiesta o invitada, alguno que otro bien se me antoja para lucir a placer, cuando el capricho te llame, y no reservarlo para un solo día y apartarlo de la vista hasta quién sabe cuándo.

Espalda descubierta para vestido de noche de Ángela y Adela

Con las connotaciones propias de la alta costura, Ángela y Adela presentaron en Pasarela del Sur una serie de propuestas que para una parte de los asistentes podría no ser la esperada, pero no por ello menos sorprendente. Vuelven a sortear con aplomo el listón que dejaron colocado con su última colección, revolviendo las entrañas del taller para ofrecer una nueva versión de sí mismas, consiguiendo dejar atónitos a más de un par de ojos que se clavaban en los diseños en cuanto pisaban la pasarela.

Vestido estampado semitransparente corte imperio de Ángela y Adela

Eso sí, el ADN vintage impregnaba, como siempre, sus creaciones, por lo que su evidente predilección por los tejidos de caída dulce, se mezclaban para sus musas con otros no menos delicados pero con más cuerpo. Son ésos que necesitan de poco frunce para dar forma a un vuelo porque ocupan espacio por sí solos. Así han creado también mangas de capa a lo oriental rematadas con plumas y volanteado escotes con aspiraciones a cuello caja glamouroso.

Mangas de capa rematadas con plumas de Ángela y Adela

Y todo en una dinámica de desfile que conseguía captar tu atención de manera permanente, pues optaron por entremezclar sus propuestas. Así, no fueron precisamente sus diseños de novia los que cerraran el desfile gracias a que dejaron que se alternaran entre unos y otros, consiguiendo una cohesión armoniosa. Es por eso, y me repito pues lo he comentado hace un par de párrafos, que algunos de sus vestidos de novia bien apetecen imaginarlos en otras ocasiones que no se encuadren precisamente en un día de boda.

Vestido de escote con volante y vuelo princesa de Ángela y Adela

Para sus novias hacen uso de sus eternos recursos de cierta edad y primoroso encanto, como son encajes y bordados sacados de anticuarios, además de otros tantos que tan bien saben colocar delicadamente como escuetos detalles para que, así, ayuden a que el resultado sea el que vemos en pasarela.

Vestido de novia corte imperio de Ángela y Adela

¿Y el color? El inagotable tono con sabor añejo, uno de sus preferidos. Es ese blanco roto que no es más que el paso del tiempo sobre un tejido que, en su día, se asemejaba más al nácar que a la perla. Este es el tono que inunda sus propuestas nupciales. Algunas se salpicaban con negro, opción que he visto en otros desfiles de esta temporada y siempre a modo de pequeños detalles como bordados, lazadas a la cintura o abalorios en ónix. Así que si te casas… ¡¡Toma nota!!

Vestido de novia con detalles en negro de Ángela y Adela

Para el resto de sus vestidos los tonos se amoldan a los gustos de la firma, a esos frágiles coloridos de la gama de los rosas, verdes y grises en los que imaginan sus diseños. Con ellos tintaban patrones de los que se desprenden del talle, insinuando silueta sin marcarla y acariciando el suelo.

Vestido de terciopelo de seda en tono empolvado de Ángela y Adela

Los escotes se aplicaban en uve, tanto por delante como por detrás, otras veces se encajaban al cuello. También se añadían colas, que igual que caían como de costumbre, subían por la espalda para agarrarse al hombro, marcando aún más el talle que se dibujaba al caminar, o, simplemente, se dejaban sostener en la mano de una falda en negro con superposiciones y tirantas entretejidas que descansaban en una camiseta de algodón blanca con mensaje.

Camiseta con mensaje para falda con cola de Ángela y Adela

Los tocados, aunque para quienes seguís a Ángela y Adela no os hace falta que os lo diga, también son creados a propósito por la firma para cada diseño, para princesas art-decó traídas al siglo XXI.

Tocado para vestido de novia de la colección Musa de Ángela y Adela

El lunar, el volantito pequeño y sus puzzles textiles se dejaron conquistar por este revuelo creativo con el que Ángela y Adela nos ha agasajado en su último desfile y que, con el tiempo, será uno de los más recordados de la trayectoria de la firma. Porque han conseguido ser ese revulsivo con empuje hacia delante que hace un tiempo ya buscaban.

Colección Musa de Ángela y Adela

¿Ganas de más? ¡¡¡Síí!!! ¿Lo próximo? Flamencas.

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