El sábado en Sevilla de Boda se presumía contundente a la vista de los desfiles programados. Fue de esos días de pasarela donde sabes que si parpadeas te pierdes detalles. Firmas con relevancia en el sector de la moda nupcial, como Higar Novias, Ana Torres y Pablo Lanzarote, presentaban sus nuevas colecciones en Sevilla de Boda, tanto de novias como para invitadas, aunando así en una misma pasarela todas las inquietudes textiles que pueden surgir para ese día, tanto a la protagonista de la boda como al resto de participantes.
El color se adueñó de Ana Torres y sus diseños, encargados de iniciar la tarde de moda que prosiguió con una de las mayores, si no la mayor, variedad de trajes de novia que puedes encontrar y todos firmados por Higar Novias, a los que siguieron los vestidos de las invitadas de boda de Pablo Lanzarote además de una breve, pero intensa, mini colección para novias.
Ana Torres: Colores de La Habana
Ana Torres se inspira en La Habana para tomar prestado sus turbantes de flores y apropiarse de los tonos intensos, como el amarillo, que tiñen brocados y demás tejidos para dar vida a una colección donde la invitada perfecta elige su propio estilo. Esto permite que no te veas encorsetada en las pautas del diseñador, en este caso diseñadora, ya que esta cordobesa sabe cómo reflejar la verstatilidad que necesitan sus diseños para conseguir cautivar a clientas en edad de llevar tacones y de subirse a ellos.
Así, nos topamos con crop-tops (cuerpos cortitos, de esos que muestran barriguitas planas para entendernos) y con minis muy minis tapadas con sobrefaldas transparentes y cuellos halter. Por otro lado, y contrastando, también disfrutamos de la versión dulce de Ana Torres, en la que los lady like o esos vuelos fruncidos en la cintura en tejidos con cuerpo y con en diferentes largos, se enriquecen con tejidos bordados como el de la imagen.
Salmón, turquesa y amarillo, éste último tendencia para la temporada O/I, dejan protagonismo absoluto a la sobrefalda bordada, que atrapa la mirada nada más verla.
Para vestidos largos hasta los tobillos, el minimalismo se hace imprescindible en vestidos como éste, donde el brocado amarillo sobre blanco, que emborracha a la vista, se engalana con unas aplicaciones de swarovskis que marcan cintura y bolsillos, de ésos que se agradecen pues no facilita qué saber hacer con las manos en ciertas circunstancias.
Pero si prefieres marcar silueta Ana Torres te lo propone en una forma etérea, suave y discreta, con transparencias en seda y bordados para el talle.
Higar Novias
En su colección de invitadas para este 2016, Higar Novias crea diseños clásicos tanto para bodas de día como de tarde, decantándose por tejidos ricos decorados con piezas facetadas y tejidos translúcidos de encajes recargados y luminosos.
Entre mis favoritos, un asimétrico en tono maquillaje de abertura interminable y capa en seda al tono de los strass que salpican el traje de fiesta con largo hasta los tobillos.
Otro que acaparó mi atención fue este rojo y negro, Parece evocar a esos vestidos de noche que las actrices lucían en la alfombra roja de los Oscars allá por esos años 50. De talle ajustado, la cola que nace en la cintura le aporta volumen a la suntuosidad del cuerpo sin mangas y escote barco.
En novias el encaje y su romanticismo fueron los protagonistas de una colección de la que ya os hablamos en el blog hace un tiempo.
Pablo Lanzarote
A Pablo Lanzarote le gusta que sus vestidos marquen la silueta femenina. Busca realzar tus curvas y por eso el corte sirena se encuentra entre sus favoritos. Salpicados de tejidos que dejan entrever, aunque en minoría si comparamos con su última colección en la pasarela de novias SIQ 2016, también hace uso de pailletes, o lo que son lo mismo, lentejuelas, para imaginarnos vestidas con glamour y con esa elegancia a la que no le gusta pasar desapercibida allá donde pise, llámese boda o cualquier otro evento que se tercie con cierto nivel de empaque, vistosidad y exclusividad.
Al igual que el resto de firmas del sábado en Sevilla de Boda, novias y fiesta conformaban su colección, tomando como musa a ciertos estilo de mujer que destaca por su seguridad y fuerza. Me refiero a las de talante decidido, que cada paso que dan es a sabiendas y sin mirar atrás. Los tejidos, como siempre, los maneja a su antojo, conquistando cada centímetro de piel que acarician y multiplicando la dosis de elegancia que emana de manera natural en cada curva femenina.
Rojos, negros, azules intensos y grises suaves fueron algunos de sus colores que contrastaron con una sirena de bronce, minimalista en diseño barroca en tejido. ¡¡Simplemente bello!!
El tono de la temporada, el amarillo en todas sus versiones imaginables, desnuda un hombro y viste al otro con la sencillez que lo hacían las togas romanas, que reposaban sin costuras. Enamorada de cómo esta caída dulce del satén de seda dibuja las formas.
Pero sin duda imborrable será el recuerdo de cómo esta sirena en evasé pisó la pasarela. Con un escote barco sin mangas, de espalda descubierta, en ese marsala que tanto ha gustado en anteriores temporadas, es agradable a la vista ver como el movimiento del vuelo se acompaña del drapeado que cae sobre el pecho.
Tras ellos sus novias, las de Pablo Lanzarote, que se aniñan un poco, dejando paso a la mujer romántica, comedida y tímida, que se deleita con tejidos como el brocado, los encajes, las sedas o los satenes.
En sus novias se denotan un equilibrio exacto entre el minimalismo y el barroco, en el que un diseño puede complicarse y recargarse con los textiles y otros elementos que combina. Así emplea sus colas desde la cintura, o los volantes para señalan el comienzo de la falda en una novia osada que se atreve con transparencias sólo a la altura de la clavícula y con toques que enriquecen el escote a base de piezas facetadas.
En otros diseños más complicados en costuras, los detalles barrocos se reducen, empleándolos solo para aportar un pequeño toque en escote, cintura o mangas, el justo y necesario para aportarle brillo a la novia sin recargar el tejido brocado.
Con su desfile se cerraba una tarde de moda nupcial en Sevilla de Boda, donde abundaron novias, madrinas e invitadas de boda.