Las novias de María Amador en Sevilla de Boda se encargaron de dar el cierre a esta última edición tras el concurso de noveles ‘Novias del Sur’, del cual ya os dimos cuenta en este blog, en el que ya obtuvo mención especial el año pasado como resultado de su participación; de ahí el honor que fuera su desfile el que concluyera la Pasarela Sevilla de Boda 2015, cita con la moda nupcial que cada año tiene lugar en torno a diciembre con las propuestas para las novias que se verán en los meses posteriores.
Presentó una colección muy completa y acorde a la temática de la pasarela, comenzando su desfile con una colección para invitadas y cerrándolo con la creada para novias. Se dejó notar con contundencia que su estilo está ya bastante definido, aunque también resultaba lo era con claridad en sus comienzos, pero parece que ya la pauta está marcada. Ahora, quizás, pueda decirse cosas como que lo ha pulido un poco, mejorado o limado algunos aspectos, pero su línea marcada, su manera minimalista-romántica de vestirnos comienza a ser inconfundible. María Amador encabeza una firma de las que se encuadra, perfectamente, en ese grupo selecto compuesto por otras tantas cuyo denominador común es la facilidad conque pueden reconocerse la autoría en creaciones gracias a las peculiaridades que los hace únicos.
Una de las características de María Amador es la habilidad de darnos cabida a todas en sus colecciones. Desde las que desean marcan curvas hasta las que prefieren insinuarlas, buscando colores comodines y favorecedores como el naranja, el azul suave y el verde empolvado y siempre en esas costuras que ella marca para que aporten glamour y que tanto favorecen.
Su faceta flamenca se deja entrever en algunos diseños, como en uno de los primeros que pudimos ver, donde la camisa sin mangas se decora al cuello con doble volante de capa cortito por delante y larguito por detrás, como decía la canción. Combinada con falda lápiz, de las que tapan hasta las rodillas, en un tono de ésos difíciles de mezclar, lo sé por experiencia propia, consiguiendo el acierto con el naranja ya que lo realza.
Siguiendo la estela de este primero, María Amador diseña este otro vestido para las que pueden presumir de curvas y vientres planos (¡¡qué suerte que tienen!!), en uno de esos tejidos de fiesta donde la lycra abunda, se tiñe en verde y se drapea la mitad en vertical hasta las rodillas, dejando a la vista la espalda justo hasta la cintura.
Pero el favorito de mis favoritos es un dos piezas que te engaña según desde donde le mires. Si lo contemplas por detrás, pensarás que la falda es de capa, pero si lo ves por delante ésta ya no lo es y desparece para limitarse a ser mera pieza decorativa de una falda tubo de largo midi que acentúa cintura. ¡¡Cuánto me gusta!! Es de esas prendas que adquieres sabiendo que no podrás lucirla muchas veces, por aquello de hacerse demasiado visto, pero que si dosificas sus apariciones se convertirá en un básico extraordinario para lucir de manera eterna, de tanto en tanto, y causando sensación.
Si pasamos a su vertiente vaporosa, para quienes no desean que se les marque nada pero pretenden insinuar, su colección se coloreaba en azul claro en uno de esos textiles que conforman franjas de menor o mayor anchura y que acarician empeines, sin mangas pero con la fluidez suficiente para estilizar figura.
Entre ellos un dos piezas de palazzos midi con bastante vuelo para jugar de nuevo al dilema de si será falda o pantalón.
A destacar este vestido en tonos plata realizado en neopreno rayado con cuerpo suficiente para conseguir esa ilusión óptica donde la delgada es más delgada y la rellenita también pierde kilos con tan sólo vestirlo.
Novias de María Amador
Tras sus estilismos para invitadas de boda, María Amador nos presentó una pequeña colección de novias que, si no me equivoco, es la primera que realiza o, al menos, presenta en pasarela. Sus primeras tres propuestas son de esas que le definen como diseñadora. Desde la novia con vuelo princesa, hasta la de pantalón de lazada pasando por la ladylike.
Usando de base el mismo tejido consigue esbozar tres novias con estilos muy diferentes. Tenemos la que no se encuentra cómoda mostrando piernas o por las características de la ceremonia prefiere un look menos pomposo y más práctico, por lo que opta por pantalones. En el centro encajaría perfectamente la que sigue las tendencias, por lo que su opción sería, sin duda, el largo hasta la rodilla con volumen en falda en consonancia a los cánones de los años 50 y que tanto se están prodigando en las últimas temporadas. Y a su lado izquierdo, si se les mira de frente, la clásica de ceremonia eclesiástica que busca sencillez elegante en un vestido de los que siempre gustan que le permitirá no perder tiempo en pensar en si entrará o no en el traje, lo cual alivia y mucho.
Tras ellas, el resto de sus propuestas nupciales se encuadraban más en la novia romántica que todos imaginamos en las bodas, donde los diseños clásicos, con sobriedad decorativa por aquello que menos es más, caracterizaban a sus novias de espaldas comedidas, cinturas con pedrerías, transparencias discretas, velos de seda y guantes a la muñeca.
Ambas colecciones son de las que dejan buen sabor de boca, de las que prometen que la próxima te causarán las mismas sensaciones, imprimiendo María Amador, siempre que aparece en pasarela, esa huella elegante que se anhela ver cada vez que acudes a este tipo de eventos. Al menos para mí se está convirtiendo en una firma esperada en cada pasarela en la que participa.
¡¡Ganas de ver ya tu próxima colección, sea flamenca, pret-a-porter o novias!!
