La manera de vestir flamencas de Taller de Diseño bien podría haberse mimetizado con la indumentaria de comienzos del XX, en el que la Feria de Abril de Sevilla se celebraba en el Prado de San Sebastián y las casetas pintaban de otra manera. Lo hacían en una estética modernista por la que se dejaba invadir todo El Real, dándole un aspecto aristocrático y elegante, desmarcándose de la vulgaridad. Os dejo imagen que compartieron en Twitter los chicos de @VeranoEnSevilla hace unos días.

Caseta de la Feria de Abril en los primeros años del siglo XX

Llevar volantes de Taller de Diseño es como viajar en el tiempo. Su mezcla de estilos hippie-chic, victoriano, modernista y un poquito de art decó, da origen al suyo propio, al de Taller de Diseño, cuya línea creativa no tira de las tendencias, sino de sí misma, se reinventa bebiendo de los orígenes del traje de flamenca, encontrándole una nueva manera de ser, de existir.

Detalle traje de flamenca vintage de Taller de Diseño

 

Es la simplicidad de sus escotes en uve, sus volantes ‘bien colocaos’ y el empleo de tejidos nobles, los elementos que vienen a configurar esa guía básica que determina su creatividad. Partiendo de esta base, Taller de Diseño da vida a unos trajes de flamenca únicos, en los que se unifican lo nuevo y lo antigüo con armonía, sin estridencia.

Llegó el miércoles de Feria de Abril tocaba, el día indicado porque ya era hora vestir una de sus joyitas flamencas. Ésta en concreto no pertenece a la colección ‘Genuinas’, presentada en We Love Flamenco 2017. Es un traje de flamenca que se ha diseñado con posterioridad a la presentación de sus volantes vintage para este año.

Traje de flamenca de bodoques de Taller de Diseño

Se define en una atrevida paleta de tonos verdes, con bodoques tamaño lenteja se diseminaban por todo el traje, mezclándose en vuelo el con flores liberty, encajes, tiras bordás y cintas de terciopelo que se desplegaban en minúsculos vuelos fruncidos para, a modo de teselas, conformar sus volantes con languidez endulzada.

Pero no sólo los textiles rizados destacaban en este traje, ya que la vista no podía evitar recaer sobre los puños que se abrían al compás de los movimientos de los brazos como lo hacen al extenderse las alas de una mariposa.

El ritual de vestuario flamenco en Taller de Diseño tiene su aquél que lo convierte en un plus más de sus trajes de flamenca. La paciencia, el buen gusto y una particular visión de la flamenca clásica se dan cita en la calle Luchana para que vestirte de flamenca sea algo más que llevar lunares.

Cuando me tocó disfrutar de ese momento las decisiones rodaron con facilidad hasta que topamos con el mantoncillo, que nos dio un poquito de dolor de cabeza. Cuando el estilismo flamenco incluye esta prenda flecada es importante elegir el adecuado, ya que el traje de flamenca cede parte de su protagonismo al mismo, haciendo que éste realce en belleza estética o empobrezca. Por eso, encontrar uno que nos diera gusto a todas y que resultara perfecto nos mareó más de lo que imaginábamos. Además, ¿no te ha pasado nunca aquello de hay tantos que te agradan que no sabes por cuál decidirte? Pues esta circunstancia también se daba. Así que lo teníamos todo para que nos diera la lata.

Finalmente lo encontramos. Fue este precioso mantoncillo de fondo negro y estampado de rosas en tonos fríos, salpicados de amarillo, que va bordeado por un encaje cosido a modo carrucha que si lo encajabas en los hombros le aportaba enpaque. El largo de los flecos como se acostumbra, nada de esos largos interminables vistos en pasarela. Eso sí, llegna a acariciar caderas, pues es un pico de los grandecitos.

Mantoncillo y pendientes de Taller de Diseño

Junto al mantocillo de Taller de Diseño, el broche para el mismo se transformó sobre la marcha para que hiciera juego con los pendientes que tanto me habían gustado. Tienen ese don. El de escoger una pieza y realizarle cambios in situ para que no le vaya bien, sino que conjugue a la perfección.

Los pendientes sí son de su nueva colección y tienen una forma de hoja, que acompañan muy bien al jardín de flores que este año han imaginado para las cabezas flamencas.

De tamaño largo, se superponían hojitas en varios tamaños en tonos amarillo, verde y un discreto toque en rojo, suavizado con el tono crema de la pieza mayor. Me encantaban estos pendientes y ellas hicieron lo posible para integrarlo en el estilismo y que pudiera llevarlos. ¡¡Gracias Ángela y Adela!!

Peinecillo también llevé, pero sólo uno y pequeño. Colocado justo detrás, brotando del recogido de estilo victoriano que yo misma me hice.

Flores de Taller de Diseño

Las flores, como ya dije en el resumen de la pasarela We Love Flamenco, han marcado tendencia este año en flamenca. En vez de los típicos ramitos demasiado gastados ya tras varias temporadas, ellas han ideado una diadema cuajada de flores que se dispone a lo largo del cabello y que se esconde detrás, entre los mechones. Además, plagada de color, pero en una mezcla adecuada para el resto del estilismo, pues probamos varias pero no todas encajaban. Y éstas, como no, también de Taller de Diseño.

Vestirme de Taller de Diseño ha sido una experiencia inolvidable. Cuando entras en su tienda de la calle Luchana no sólo se abren las puertas de uno de los pequeños templos de la moda flamenca, sino que tienes la oportunidad de formar parte de ella gracias a Ángela y Adela, quienes procuran dejarte su impronta mientras te aconsejan y eligen para tí lo que vestirás.

Estando allí el tiempo se para, todo gira a tu alrededor mientras contemplas su rutina aliñada de instantes extraordinarios. La manera de vivirlos y la forma en la que te harán partícipe de los mismos, propician una visita diferente a cualquier otras.

Traje de flamenca verde de Taller de Diseño

Para ellas este proceso, previo a vestirse de flamenca, forma parte de su ritual flamenco y mientras estés inmersa en él y puedan mejorar cualquier detalle, no dejarán que te vayas para que cumplas el protocolo feriante. Desde la cabeza a los tobillos, pues zapatos es lo único que no hacen, te vestirán a medida, con piezas únicas y traje exclusivo, que te harán sentir como esas flamencas de glamour etéreo y tintes vintage. Esas que poseen la coquetería de la Feria de Abril del XIX, principios del XX, las que ya pisaban antaño el albero alcalareño. ¡¡Gracias Taller de Diseño por permitirme viajar en el tiempo con estilo victoriano!!

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