Memento Mori inspira a Pedro De la Rosa una colección ´Sin título’

Sin título’ de Pedro de la Rosa evoca el ‘Memento mori’ de la época victoriana y lo hace en una amplia paleta de colores para vestidos con cancán.

Sin pretenderlo el diseñador nos invita a una detenida reflexión sobre la vida y su fragilidad, enfocándose en ese momento último, el memento mori, que explica el pasado, presente y futuro de esa persona y que inspira esta colección ‘Sin título’. Es este umbral innombrable, y no otro, que tantas veces se inmortalizó en la época victoriana y que ahora es el causante de sus propuestas para la próxima primavera verano.

Pues, aunque te resulte chocante, entonces, en aquellos años, se hacía de ese instante el último momento dulce para el que se iba y los que se quedaban. Y eso lo traduce el diseñador en cancanes y vestidos de colores, adoptado de las muñecas que los niños portaban en ese Memento Mori que inspira a Pedro De la Rosa.

Escote de volantes de Pedro De la Rosa

 La costumbre del recuerdo del ser querido, acompañada de la destreza del fotógrafo para inmortalizarlo, surgió unido a la fotografía y a las epidemias que diezmaron la población infantil en la época victoriana temprana, entre 1837 y 1851, en la que no todo fue un camino de rosas para los pequeños que, si no morían de alguna enfermedad como el cólera, tifus, sarampión o viruela, otras razones como el hambre o el trabajo en minas y fábricas podían llevarles a la muerte en plena Revolución Industrial. Bienvenido fue, pues, ese Oliver Twist de Charles Dickens que removió conciencias.

Aunque no nos rodean las circunstancias de entonces, haber pasado y seguir en ello, una pandemia, y la vanalización de ciertos aspectos sociales que pide a gritos una versión actualizada de ese Oliver Twist, para encauzar pensamientos con falta de empatía y de compasión, permiten que vea la luz una colección como ésta. Quizás poniendo la atención en la parte más oscura de esa etapa idílica de la Historia, tan necesaria entonces y me atrevo a decir que también ahora.

Detalle de vestido negro de Pedro De la Rosa

Evocando pues a estas fechas y al estilismo victoriano, Pedro De la Rosa emplea moñas zapateras al cuello y cortes de vestidos de muñecas como las que estos niños fallecidos sostenían en sus manos para la foto. Quiere así dar un fiel reflejo de ese escalofrío que te invade cuando contemplas estas imágenes, haciendo uso del lado amable.

Para ello hace uso de gasas, mikados, cancanes, superposiciones y mangas globo que no nacen en los hombros para contrarrestar esa sensación de movimiento que transmiten las costuras en al comienzo de la manga.  

Vestido rojo con mangas de alas de mariposa de Pedro De la Rosa

Con el primer diseño que presentó en pasarela, que bien puede definirse de corte sencillo, abriendo vuelo en bajo y cuello mao, Pedro de la Rosa se recrea en las mangas, como lo hará en toda la colección. Fascinando así con el volumen creado con lo que pueden parecer pétalos en la distancia y son, en realidad, mariposas con las que topas en un paseo por el campo en primavera que tantas buenas ideas le da cuando está en pleno proceso creativo.

Vestido verde con moña zapatera de Pedro De la Rosa

Entre los colores que emplea está el verde, pero no el tono wasabi, que es tendencia, sino ese otro llamado verde Andalucía que siempre gusta y combinas, cada vez que lo tienes a mano. Diseño en el que la caída de la seda para este vuelo pañuelo se abre y se coloca con cancán de un solo volante al tono, dibujando esa perfecta silueta A de lazada al cuello, como elementos ochenteros, y de mangas globo, inspirado por las tendencias y provenientes de su anterior colección ‘Revolución francesa’, estableciendo así una conexión entre ellas. Mangas que, de momento, y según el propio diseñador, se quedarán un tiempo entre sus creaciones.

Vestido negro con lazada al cuello de Pedro De la Rosa

Siguiendo el corte del anterior, guardando así una similitud de mini colección dentro de la colección, diseña en negro otro vestido silueta A y vuelo aupado por enaguas con cuerpo, para el que inventa un cuello abullonado de lazada a un lado, aportando ese toque chic original que define a la firma.

Vestido azul con lazada al cuello y cancan en rosa de Pedro De la Rosa

Para contrarrestar la negatividad que para él representa el tono negro, imagina en azul añíl, que tanta paz le aporta, y rosa vitamina un vestido que continúa con esta línea de patronaje, donde el brillo del tejido y los tonos al contraste usados aquí, le aportan ese aire de glamour descocado en el que, de nuevo, el lazo protagoniza el talle y acapara miradas gracias a su dimensión en XXL… ¡¡Simplemente bello, rozando la perfección!!

Estilismo de dos piezas de Pedro De la Rosa en Code 41

Del vestido se salta a la chaqueta, otra prenda tendencia básica que sale y entra del armario de De la Rosa a su antojo. Aquí la tinta en chicle de fresa y opta por el reposado de lazadas maxi sobre escote para disfrutar de esa superposición textil espléndida y rabiosamente geométrica. Para el vuelo juega con cancanes y tules de seda, de largo desigual a modo pañuelo.

Vestido negro con escote de volantes de Pedro De la Rosa

Pero volviendo a los vestidos, con el patrón básico de vestido de muñecas en su colección, se adentra en un nuevo look de negro y fresa, dejando que el largo desigual sea justo un pelín más corto por delante, para permitir que el descaro del tono atrape miradas. Para el escote un zigzagueante volante, navega por todo él, abigarrando con detalle exquisito entre hombros y cintura.

Vestido blanco de Pedro De la Rosa

Bajo ese mismo imperio del volante al cuello, imagina una lánguida, dulce y delicada caída de seda nacarada y sin aupar por cancán, un largo midi que se adapta a la silueta femenina sin distracciones y culminando así con acento elegante este estilismo puro y angelical en blanco, donde la manga, en cualquiera de sus versiones, se ausenta.

Vestido arlequín de Pedro De la Rosa

Sin olvidar el ladylike reiventado por De la Rosa, se duplica este largo en tonos, dejando que lo oculto asome por cut outs geométricos. Lazada de nuevo enmarcando escote, pero, esta vez, más comedido y enaguas con cuerpo de metros infinitos, aunque a él siempre le parecían pocos, para esa evocación no sólo victoriana, sino también a esos vuelos de los años 50 del siglo XX, para poder completar este look.

Vestido de mangas lámpara de Pedro De la Rosa en Code 41

Para gran parte de su colección, ha preferido el largo hasta las rodillas de corte ladylike y vuelo pañuelo. Pero nos ha mostrado pinceladas en otros largos, como el que acaricia tobillos, recreándose en esa sencillez a lo Balenciaga. Así, ha añadido al corte recto mangas globo, rebautizadas como mangas lámpara por el propio diseñador, a las que no les falta ciertas reminiscencias aladas que recuerdan a esas otras en tendencia llamadas mangas mariposa. Todo el vestido rezuma pulcritud y perfección milimétrica, filtrada por esa elegancia de carácter sobrio cargada de atemporalidad que le define.

Traje sastre de Pedro De la Rosa

Otra de sus pinceladas al contrario ha sido su versión del traje sastre. Retoma, para ello, sus mangas globo y casaca de su colección anterior. Con estos elementos consigue un choque armonioso de verde y rosa, muy vibrantes, en la única propuesta pantalón de la colección. Y que escoge de esa Revolución Industrial que enmarca ese Memento Mori.

Vestido con cuello babero de Pedro De la Rosa

En otros diseños, ha jugado con superposiciones, colocando el textil en forma de babero y por capas, alrededor de un clásico cuello caja de solapa abotonado. Las mangas aquí pierden protagonismo, para este largo sencillo y vaporoso que también da forma a unas rayas tipo jareta con libertad de movimiento tintado de verde sosegado, tal y como siente la naturaleza que le rodea y que tanto le inspira.

Vestido verde con jaretas de Pedro De la Rosa

Y el volumen adquiere todo su significado con el último estilismo que presenta en la pasarela estrellada del salón principal de la Fundación Tres Culturas. Y lo hace con el manejo del volante, algo más profuso cuanto más cerca queda de la cara, en un largo pañuelo de vuelos superpuestos en cascada que, sin aligerar espacio ocupado, va marcando la silueta desde la cintura. Aquí sus mangas medias lunas o de estilo globo son las que acompañan a este último look de pechera victoriana.

Vestido de volantes de Pedro De la Rosa

En su reflexión textil, el diseñador no sólo nos invita a ser conscientes de la fragilidad de la vida, sino a vivir cada etapa de ella como necesaria para esa humanidad y dignidad que debe habitar en cada ser humano. Normaliza así, como ya se hicieran estos fotógrafos de entonces, un tema tabú por ser lo único no deseado a lo largo de nuestra existencia. Con ello, con sus vestidos de muñecas de colores, da belleza a la oscuridad.

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